El ‘retirazo’, junto a las decenas de nuevas contribuciones que nos han impuesto García Padilla y el PPD, será un golpe fuerte a nuestra economía

Exsecretario del Trabajo y de la Gobernación

En este mes de julio entró en vigor la Ley 3 sobre el Sistema de Retiro, mejor conocida como el ‘retirazo’; un asalto a las esperanzas de sobre 250 mil puertorriqueños y puertorriqueñas, tanto empleados públicos como retirados.

Esta ‘criatura’ del gobernador Alejandro García Padilla y el Partido Popular pretende resolver el problema de los Sistemas de Retiro y garantizar un retiro ‘digno’ a miles de empleados públicos, pero la realidad es que no logra ni una cosa ni la otra.

No hay duda que el problema económico de los Sistemas de Retiro requieren atención responsable y sensible, pero eso no es lo que hace el plan impuesto por el PPD. Al contrario, la angustia y desasosiego que causó entre estos sectores la firma de dicha ley hizo que miles de empleados públicos salieran en masa a las oficinas de la Administración del Sistema de Retiro para irse del Gobierno lo antes posible; entre ellos policías, fiscales y otros empleados públicos cuyas funciones son indispensables para nuestro Pueblo.

Como exsecretario del Trabajo puedo asegurar categóricamente que el ‘retirazo’ trastoca de manera irrazonable las obligaciones contractuales contraídas con los empleados públicos y retirados. Es por ello que con mucho orgullo fui uno de los abogados que representó a un grupo de beneficiarios del Sistema de Retiro en el pleito legal para impugnar su constitucionalidad.

Una de las voces disidentes en la determinación del Tribunal, el juez asociado Estrella Martínez, resumió elocuentemente lo que ocurrió en el caso: “Ciertamente, la soga no cortó por lo más fino, corto por los más humildes”.

Me consta que existen maneras menos onerosas para atender la crisis sin necesidad de afectar tan negativamente a los participantes del Sistema. Durante el pasado cuatrienio, como secretario del Trabajo y la Gobernación presidí una Comisión Especial que creó el exgobernador Luis Fortuño, mediante Orden Ejecutiva, para reformar los sistemas de retiro del Gobierno. En dicho comité
–que estaba compuesto por funcionarios del Gobierno, el sector privado, sindicatos, retirados, maestros y los actuarios– evaluamos un número de alternativas que buscaban primeramente garantizar los derechos adquiridos de los trabajadores y los recursos económicos para honrar los compromisos contraídos. ¡Es posible salvar el Retiro sin condenar al retirado!

En el proceso eleccionario del 2012, García Padilla y el PPD aseguraron que tenían un plan para el Retiro sin recortar los beneficios de nuestros empleados públicos y pensionados. Evidentemente, mintieron. Ante su falta de creatividad y capacidad para lidiar con los problemas que enfrenta Puerto Rico, el PPD, recurrió a lo único que sabe hacer, buscar que las soluciones económicas salgan del bolsillo de los puertorriqueños.

Mediante resolución de su Directorio, el Partido Nuevo Progresista ya se ha comprometido con derogar el ‘retirazo’ e implantar como política pública una solución verdaderamente justa y razonable para solventar el problema económico del Sistema de Retiro y al mismo tiempo devolverles la tranquilidad a miles de pensionados a quienes jamás se les volverá a atropellar.

Estamos apenas al comienzo de un periodo muy difícil para nuestro Pueblo. El ‘retirazo’, junto a las decenas de nuevas contribuciones que nos han impuesto García Padilla y el PPD, será un golpe fuerte a nuestra economía y a las probabilidades de crecimiento de Puerto Rico y su gente. Pero nuestro Pueblo no debe perder la esperanza de que un mejor futuro es posible.

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