Reconocimiento vs. responsabilidad

Reconocimiento vs. responsabilidad

ENRIQUE CRUZ

Las manecillas del reloj comenzaron a moverse el pasado 1 de julio, con las nuevas medidas impositivas que, al día de hoy, algunas de ellas no han sido ni impuestas. La confusión con muchas de estas medidas es tan grande como el desmadre que ocurrió el pasado 18 de julio con las lluvias repentinas. La única diferencia es que las lluvias fueron un acto de la naturaleza y los impuestos han sido un acto contra la naturaleza. Los resultados pueden ser los mismo: podemos terminar inundados, con el agua hasta el cuello e, inclusive, con grandes pérdidas.

Esta administración ha apostado a los siguientes mecanismos: 1) captación de más de $1,400 millones en nuevos impuestos; 2) aumento de más del 200 % a la factura del agua; 3) subsidio de la Autoridad de Acueductos en momentos de inestabilidad financiera en la AEE; 4) atacar con contribuciones al sector no gubernamental, el único que puede, aunque alicaídamente, crear empleos en este momento, y 5) la peor decisión de todas, no reducir sus gastos e inclusive incrementarlos drásticamente.

¿Por qué le doy seis meses de vida al crédito de Puerto Rico? Bien sencillo, el mes de julio está perdido, respecto a muchas de estas medidas impositivas, al día de hoy, nadie sabe ni donde están parados y la confusión es descomunal, que se une a que julio es un mes perdido por los días feriados. Agosto es el mes del comienzo de clases; es cuando la maquinaria gubernamental comienza a moverse y con los golpes del “back to school” y la reducción de gastos, tampoco es un mes para establecer patrones. Ya estamos en septiembre, que es el mes en donde podemos comenzar a establecer parámetros de gastos en conjunto con octubre y noviembre. Los números de noviembre en términos de recaudos se vienen a ver en diciembre. Voilá, ya han pasado 6 meses y entonces es cuando empezamos a ver si todas estos impuestos dan los recaudos estimados que se esperaban.

Ante este panorama, pueden pasar una de dos cosas: primero, el gobernador Alejandro García Padilla se puede ir de “shopping” con su nuevo y abultado presupuesto o, segundo, puede ser responsable y mediante orden ejecutiva (le gustan mucho) requerirle a todos los jefes de agencias que durante los primeros seis meses del presupuesto, no gasten todos los fondos asignados y hagan una reserva mensual de un 10% de los mismos. Con esta segunda medida se asegura que, en caso de no llenarse las expectativas en recaudos, hay con qué responderle a los bonistas. En caso de cumplir con los recaudos se puede ir de “shopping”, pero de manera responsable.

Las probabilidades de no cumplir a cabalidad con los recaudos presupuestados son enormes y las estadísticas reflejan esa tendencia. Las recientes cifras de empleo en Puerto Rico continúan mostrando una merma en el numero de personas que trabajan. La emigración, en conjunto con la contracción económica, continúa siendo el enemigo número 1 de los recaudos estimados en este nuevo presupuesto. La empresa privada ha puesto freno hace ya varios meses a la creación de empleos e, inclusive hoy, si, se analiza la reducción de puestos de trabajo ante estas medidas impositivas, donde únicamente ya se puede reducir es en publicidad o en empleomanía. Y el Departamento de Hacienda, que tiene la responsabilidad de los recaudos, redujo su presupuesto y perdió personal con experiencia por la nueva ley de retiro.

Pero el panorama negativo no termina aquí, pues el gobernador tiene que definir cuáles van a ser sus prioridades, las cuales demostró no tener claras todavía una vez más en pasadas semanas. El gobernador tiene que escoger entre el “reconocimiento” de ser gobernador o la “responsabilidad” de ser gobernador. La semana del 14 de julio el gobernador continuó escogiendo por la fácil, el “reconocimiento”, y dejó plantados a más de 10 ejecutivos extranjeros que viajaron a Puerto Rico para reunirse con él para buscar oportunidades de inversión y creación de empleos. Sí, de empleos.

Y, ¿quién fue el afortunado elegido por este Gobierno en términos de prioridades en lugar de la creación de empleos? Nada más y nada menos que Bill Clinton.