“Los soberanistas ganaron. El Gobernador no tiene salida para soslayar el asunto”.

En la pasada asamblea del Partido Popular se aprobó por unanimidad una Resolución para convocar a una Asamblea Constitucional de Estatus el año que viene. Sin embargo, en el primer ‘por cuanto’ de dicha Resolución hay unas palabras claves que son la brújula para entender todo el proceso que apenas comienza y para poder prever qué con el estatus político, si algo, dentro de dicho partido en lo que resta de cuatrienio.

“El Partido Popular Democrático apoya firmemente el desarrollo del Estado Libre Asociado siguiendo los principios establecidos en los programas de gobierno aprobados previamente así como las Resoluciones de la Junta de Gobierno que a lo largo de nuestra historia han decidido el rumbo a seguir en la relación política con Estados Unidos”, lee primera oración del primer ‘por cuanto’ de la Resolución aprobada.

Esta oración tal vez pasó desapercibida para el que la leyó en voz alta en la asamblea; el mismo Gobernador de Puerto Rico. Son palabras claves que amarran a García Padilla y les da un aire de triunfo a los que la propusieron.

La historia reciente del Partido Popular, referente al estatus político de Puerto Rico, desde la década del 90 a esta parte, ha sido de resoluciones análogas a la aprobada en esta asamblea. La influencia de los soberanistas –ayer autonomistas; ¿mañana independentistas?– ha crecido en proyección y en poder decisional dentro de su colectividad.

El 25 de julio de 1999 la candidata a la gobernación por el Partido Popular, Sila Calderón, planteó: “Soberanía; el reconocimiento y reafirmación de la soberanía del pueblo de Puerto Rico, para que no pueda quedar duda sobre su capacidad para pactar con Estados Unidos en términos de igualdad jurídica”.

Este lenguaje pasó prácticamente íntegro al programa de gobierno del Partido Popular para el 2000: “Soberanía que simple y sencillamente significa el reconocimiento de nuestro poder para gobernarnos sin sujeción a los poderes plenarios de Estados Unidos; para que no quede duda sobre nuestra capacidad para pactar esta unión de progreso y futuro en términos de igualdad jurídica”.

Para el programa de gobierno del 2008 el lenguaje fue el siguiente: “El PPD está comprometido a que la primera legislación que se apruebe por la nueva legislatura popular en enero del 2009 sea la convocatoria a una Asamblea Constitucional de Estatus y que en esa asamblea los delegados del Partido Popular discutirán y defenderán los términos específicos del desarrollo del Estado Libre Asociado Soberano”.

Los soberanistas ganaron. El Gobernador no tiene salida para soslayar el asunto. Está en el poder y se le exigirá que actúe con premura y según aprobado en asamblea. Su victoria fue pírrica y momentánea. El Partido Popular se define o se destruye.

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