Gobierno no ofrece razón específica para la destitución de director ejecutivo de la institución

La presidenta interina de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Celeste Freytes, aceptó que la destitución de Domingo Nevárez como director ejecutivo del Hospital ocurrió sin una razón específica y más bien por las conclusiones a las que llegaron los miembros del organismo al leer los informes del Departamento de Salud y el informe preliminar del CDC.

Ayer la propia secretaria interina del DS, Ana Ríus, reiteró en rueda de prensa que el informe parcial del CDC concluye que los datos recopilados no permiten asociar la causa de las muertes a la bacteria. Esta funcionaria tampoco pudo explicar las razones por las que Nevárez fue destituido, y, en cambio, refirió las preguntas a la Junta de Directores del hospital.

Freytes –también presidenta de la Junta de Directores del Hospital de la UPR– justificó en entrevista con EL VOCERO la permanencia de los tres directores médicos interinos que trabajaron junto a Nevárez. No explicó por qué los doctores Carlos Fernández Sifre (internista), Juan González (emergenciólogo) y Miguel Maldonado (medicina de familia) sí mantuvieron la confianza de esta Junta.

EL VOCERO supo que los galenos iniciaron su labor como directores médicos interinos en enero mediante un destaque como catedráticos de la Escuela de Medicina de la UPR –y sin paga adicional–, luego que la doctora Marina Román renunció a su cargo como directora médica para dirigir el Hospital Municipal de San Juan.

A preguntas de este rotativo, el propio Fernández Sifre confirmó que Román trabajaba como directora médica del hospital para julio del 2012; fecha en que el CDC identificó el primer registro de pacientes infectados con la bacteria ‘acinetobacter baumannii’ en el hospital.

Freytes no pudo identificar si el desempeño de Román también será investigado.

Ayer, el Departamento de Salud (DS) y la UPR ordenaron a todos los empleados a no ofrecer declaraciones a la Prensa y designaron como única portavoz a Ríus.

La Secretaria de Salud interina informó que el doctor Johnny Rullán está a cargo de una vigilancia epidemiológica en el Hospital de la UPR y que no será sino hasta el 4 de octubre que se ofrezca el primer informe de esta vigilancia.

Sánchez en Junta del hospital desde mayo
La crisis provocada por la propagación de una bacteria en el hospital está vinculada con falta de claridad en los datos, en la información pública y con un enredo jerárquico dentro de la institución médica en donde la plana mayor desconoce hasta quiénes son los miembros de la Junta de Directores del hospital.

Aunque desde mayo el presidente de la Junta de Gobierno de la UPR, Jorge Sánchez, pertenece a la Junta de Directores del Hospital de la UPR, la presidenta de esta Junta, Celeste Freytes, dijo a este rotativo el lunes que Sánchez no pertenece a la Junta de Directores del hospital. Sin embargo, EL VOCERO obtuvo copia de la Certificación 45 (2012-2013) de la Junta de Gobierno de la UPR en la que el organismo designa a Sánchez como representante de esta Junta de Gobierno ante la Junta de Directores de la Corporación de Servicios Médicos Universitarios que administra el hospital. La certificación fue aprobada por la Junta de Gobierno el 29 de mayo de 2013.

Al momento, Sánchez no ha identificado la fecha exacta en que conoció que la bacteria tenía una presencia ‘anormal’ en la institución.

Sánchez además fungió hasta el mes de mayo –según informó el lunes– como asesor sénior del gobernador Alejandro García Padilla en asuntos de Salud.  No obstante, la Oficina de Prensa de La Fortaleza confirmó –a preguntas de este rotativo– que “aunque el doctor Sánchez ya no funge como asesor sénior del Gobernador en el área de Salud, él se mantiene disponible para dar su consejo cada vez que surge algún asunto relacionado a su área de pericia”.

Difícil sacar la bacteria del hospital
Mientras, Rullán informó que aunque la bacteria ‘acinetobacter baumannii’ no se riega a través del aire, sí será difícil erradicarla del hospital. Explicó que es complicado estimar el tiempo que tomará la desinfección de la institución hospitalaria.

“Ese brote empezó en junio del 2012. Este brote lleva en el hospital casi un año y medio, por lo tanto no va a ser tan fácil sacarlo. En Irak y Afganistán, en sitios que ha habido guerra, en Walter Reed Hospital (en Washington) esta bacteria fue bien difícil de erradicar”, adelantó Rullán.

Pese a esto, el epidemiólogo indicó que es seguro que la ciudadanía acuda al hospital para solicitar servicios médicos. Informó que ya las áreas infectadas fueron cerradas y se establecerían los controles para que no se propague más la bacteria.