Ser amigos justos es el segundo concepto desarrollado en el libro de Robert Kennedy. Mi coyuntura con el mismo es, que estamos haciendo internamente con los problemas y las ambiciones de candidaturas. Aquí no me refiero solo a que está haciendo el partido  y sí que estamos haciendo todos y también que estamos permitiendo que se esté haciendo.Un compañero de partido se me acercó para pedirme ayuda económica para un «candidato» que pretende retar a un incumbente. Le pregunté por que querían retar al incumbente y me dió varias razones todas de índole personal. Le pregunté entonces su opinión sobre el trabajo que el incumbente había desarrollado en el descargo de las funciones para las cuales había sido electo. Me admitió que era un buen alcalde. Le pregunté si el alcalde  que querían retar, era un persona honesta e íntegra y me admitió que sí. Le pregunté si esas «razones» que él me daba para su acción las había dialogado con el alcalde y me dijo que no.

Las primarias serán en el 2016 y ya hay candidatos levantando dinero para desbancar un alcalde electo de nuestro partido. Predicando en contra de unos de los nuestros. Minando las oportunidades de ganar en el 2016.Fomentando la división interna. Invirtiendo tiempo y recursos en una candidatura totalmente prematura y con ello limitando el trabajo de organización, inscripción y recusación de electores y reduciendo la capacidad de levantar fondos para el partido. Estamos siendo «amigos justos».

Son las ambiciones personales más importante que la victoria del partido. Derrotar a un alcalde por razones de ambiciones desmedidas e irracionales es ser «amigos justos».

No saben que fomentar la división por tres años va a generar heridas profundas que no se podrán sanar para poder ganar las elecciones. Si perdemos será solo por esas ambiciones que nos dividen. Solo nosotros seremos los responsables de una victoria popular. Unos por su actividad divisoria y otros por complicidad al no hacer nada para impedir la división.

Yo creo en las primarias, pero en su momento. Si estos «candidatos» vienen a trabajar por el partido, a ganar galones con su participación dentro de la colectividad, a demostrar desde adentro que son los líderes que nos llevarán al triunfo, bienvenido sean. Pero creando organizaciones paralelas al partido, levantando dinero para sus ambiciones, fomentando la división y la derrota, no son » amigos justos».

Volviendo al compañero que me pidió ayuda, con mucha propiedad le dije porque no lo iba a ayudar y le advertí del daño que estaba haciendo. Me dijo» tú tienes razón» y nos despedimos. Él sabe que tengo razón. Lamentablemente yo sé que él lo seguirá haciendo.

Si no somos «amigos justos», le estamos haciendo el trabajo fácil al PPD. Es tan difícil entender esto.

Los que me conocen saben que soy un amante del deporte, especialmente del Béisbol.
Creo firmemente en que es un gran vehículo para fomentar la unidad familiar, la unidad como pueblo y combatir la criminalidad. Todavía recuerdo el comentario del superintendente de la policía cuando el primer Clásico Mundial de Béisbol que se celebró en Puerto Rico en el 2006. Al notar que durante las, casi, dos semanas que duraron las dos rondas de juegos la criminalidad bajó considerablemente, él dijo que parecía que hasta los criminales habían echo un alto en sus actividades delictivas para ver los juegos.

Yo sostengo que el Béisbol es el deporte nacional de Puerto Rico. Tengo que admitir que la política está desplazando, como tal, al Béisbol. Hace apenas un año que fueron las elecciones y ya los «candidatos» están en carrera faltando tres años para las próximas elecciones. El no haber resuelto el problema centenario de nuestro status colonial es en gran medida responsable de que la política sea el pan nuestro de cada día.

Dicho lo anterior tengo que admitir, además, que en el 2016 se perfila una contienda fuerte, sin límites, costosa y más importante será su resultado, crucial y determinante para el futuro de los partidos políticos y de Puerto Rico.

El PPD si no opta por retirar a García como candidato, sabe que su posibilidad de victoria es ínfima. Un gobernador que ha sido simplemente un desastre, sin capacidad, sin inteligencia y que nuevamente solo apuesta a su narcisismo.

En el PNP se perfila como nuestro candidato a gobernador Pedro Pierluisi. Pierluisi es precisamente todo lo contrario a García. Fue Secretario de Justicia a los 33 años, abogado prominente, como Comisionado Residente ha demostrado un conocimiento y una dedicación con unos resultados extraordinarios. Está centrado en el descargo de sus responsabilidades en una forma seria, honesta y responsable.

El contraste para el 2016, no puede ser mayor. Por el PPD un García narcisista sin inteligencia. Por el PNP  un Pierluisi inteligente, con capacidad, madurez y experiencia.

Será una contienda larga, costosa y que me temo desplazará al Béisbol como nuestro deporte nacional. Por Puerto Rico apuesto a Pierluisi.