ENRIQUE CRUZ: Error humano

Error humano

ENRIQUE CRUZ

Según algunos diccionarios, error humano se define de la siguiente manera: es una expresión que indica que un suceso desfavorable está fuertemente condicionado por la actividad de las personas que participan directa o indirectamente en la realización y control de un proceso.

Usualmente, si como resultado del error humano hay muertes o daños, la persona o las personas responsables del mismo tienen que enfrentar un proceso de investigación y luego las consecuencias, ya sean penales o administrativas. Aquí en Puerto Rico, parece ser que hay sectores gubernamentales que no pasan por ese crisol, aun cuando haya muertes.

Mirando el caso de el Hospital de la UPR de Carolina, luego de que botaron a un popular (el secretario de Salud ) y a un penepé (el administrador del hospital ), la conclusión a la trágala y sin consecuencias a la que llegaron fue que hubo error humano. Así de sencillo y ya. ¿Nos tomarán por idiotas? Lo peor de todo es que nadie, nadie pidió más información. Pues claro que fue error humano, allí no hay robots que se encarguen de la higiene del hospital. Ese error costo más de 35 vidas y al parecer a nadie le importa.

La peor parte no termina ahí, pues el pasado lunes en la primera plana de El Nuevo Dia se anuncia una situación de contagio generalizado de influenza. Al lunes por la mañana no se había declarado ninguna epidemia, y hasta la 1 de la tarde que la designada Secretaria de Salud no dio el alerta. O sea, el periódico El Nuevo Día nos alertó del peligro de la influenza que hay en las escuelas, en las áreas de trabajo y en otros lugares que frecuentamos, antes que las autoridades estatales.

La designada secretaria de Salud no lleva ni 45 días, aunque a ella le toca resolver esto; pero la administración del gobernador Alejandro García Padilla, su gabinete y sus asesores de salud llevan 9 meses. Y lo primero que paren es una epidemia. Tanto el asesor principal del gobernador como el resto del Departamento de Salud tienen conocimiento, como lo tengo yo, de que los números de influenza y de dengue mes a mes están por encima de los del 2012 y, en algunos casos, por encima del 2011.

La pregunta es ¿a qué rayos estaban esperando? ¿Por qué han sido tan irresponsables en el tardío anuncio? ¿Por qué desde un principio y hace meses no se dio la voz de alarma de una epidemia? ¿Cómo pueden estas personas dormir tranquilas y pensar que no son responsables de estas muertes? ¿A ese nivel de falta de sensibilidad hemos llegado? Todas estas preguntas la puedo contestar con sólo dos palabras: error humano.

A la epidemia de influenza se le atribuyen 14 muertes, a la bacteria de Carolina se le atribuyen 35 muertes, para un estimado total de 49 muertes. Digo estimado porque ¿quién le va a creer a esta gente que esos números son correctos? Yo no y seguramente nadie. La duda esta sembradita, abonada y dando frutos a tutiplén.

Dentro de todo, esto es tal y como lo dije en una columna anterior aquí titulada “No hay consecuencias” para los que cometen el ya reiterado error humano. Al contrario, lo tapan, es como si trataran de limpiar el piso metiendo el sucio, la basura, la ineptitud debajo de la alfombra.

Cuando luego de también 9 meses, el gobernador nombró al superintendente de la Policía, Héctor Pesquera, nos dijo: “Cuando yo les diga algo, créanme”. Gobernador, yo quiero creerle; yo quiero que usted eche pa’lante, porque si usted echa pa’lante Puerto Rico echa pa’lante. Pero cada vez que pasa algo malo en Puerto Rico usted, o le echa la culpa a la administración pasada, por no mencionar al exgobernador Luis Fortuño, o levanta la alfombra y mete el sucio debajo para taparla.

Gobernador son 49 muertos que su administración está enterrando. No queremos los cementerios llenos y las camas vacías.