Se recoge continuamente, pero en pocos días se forman las montañas de basura en algunos sectores de la Península de Cantera. Mucha de la chatarra es arrojada tanto por residentes, aunque se cree que la gran mayoría de los infractores provienen de comunidades cercanas.

En una misma carretera se puede evidenciar el contraste entre terrenos rescatados que lucen una fauna vibrante y aceras que se han convertido en vertederos clandestinos. A esto se suma una marcada reducción en la rondas que realizan los camiones del ayuntamiento capitalino para recoger las pilas de desechos que se amontonan sobre la vegetación, las carreteras y los solares baldíos.

A pesar de los numerosos esfuerzos realizados por la Compañía para el Desarrollo Integral de la Península de Cantera (CDIPC) para limpiar los basureros, los residentes de algunos sectores se ven inundados por los residuos que son desechados a cualquier hora del día. La basura, que históricamente se utilizó en la comunidad para rellenar los terrenos donde se construyeron  residencias, ahora representa uno de los mayores obstáculos para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

“Nosotros hemos logrado reducir la recurrencia en la basura, pero los residentes se han convertido en víctimas de estas personas inescrupulosas que se aprovechan de su buena fe”, indicó el director ejecutivo de la CDIPC, Luis Cintrón.

Batallan contra la basura en Cantera

Áreas de la comunidad se han convertido en vertederos clandestinos

Los basureros se concentran en tres de los 16 sectores de la Península, no obstante, algunas de las montañas de residuos imponen por su densidad. Por ejemplo, en el sector El Guano hay un vertedero clandestino que se confunde con la vegetación y un paseo lineal.

Por otro lado, en la entrada del proyecto El Mirador Las Casas, escombros de construcción cubren una extensión de vegetación por donde corta una quebrada mugrienta.

En otro de los sectores más apartados de la península, Condadito Final,  algunos vecinos subrayaron que la basura es arrojada por adictos que son pagados para cometer la infracción de ley.

“Los muchachos que están en el vicio la tiran para ganarse un peso. Las autoridades se tardan en venir, ya que esto está bien adentro”, sostuvo el líder comunitario Ángel Ascencio.

“Nosotros tratamos de llevar el mensaje de la limpieza a los jóvenes y a otros residentes de la comunidad. Pero se sigue arrojando la basura y nos afectamos todos”, sostuvo la residente del Mirador Las Casas, Loraine Carrasquillo.