Escuelas sin recursos para atender alumnos autistas

Escuelas sin recursos para atender alumnos

Reportan falta de maestros y problemas estructurales. Vídeo

Por Keila López Alicea / keila.lopez@elnuevodia.com

“Yo no puedo tener a mi niño en mi casa hasta agosto, él tiene derecho a recibir su educación. Él está en el salón contenido a tiempo completo y ahí recibe sus terapias sensoriales, del habla, ocupacional… Fue en las vacaciones de Navidad y presentó un rezago de lo que ya había aprendido, imagina si se queda sin tomar clases hasta agosto”, expresó Pagán Cruz sobre su hijo de 10 años.

Contrario a lo anunciado por el Departamento de Educación a principios de año, a dos semanas de iniciado el semestre escolar, quedan planteles que aún no cuentan con los recursos necesarios para atender a los estudiantes de las escuelas públicas.

Para muestra, un botón

La escuela elemental de Tallaboa Poniente en Peñuelas, la escuela Agapito López de Humacao, la escuela José Gautier Benítez de Caguas y la escuela Juan Ponce de León de Humacao son solo algunos de los planteles que a estas alturas aún esperan que se llenen plazas que siguen vacantes.

Mientras, las escuelas Francisco Hernández Gaetán en San Juan, la Segunda Unidad de Sabana Hoyos en Arecibo y la Francisco Isern Jiménez en Humacao, entre otras, batallan contra plagas, filtraciones y problemas eléctricos.

A pesar de múltiples peticiones, al cierre de esta edición Educación no había suministrado información sobre la cantidad de maestros contratados para este semestre ni las plazas que permanecen vacantes a dos semanas de iniciado el segundo semestre escolar.

En diciembre pasado se retiraron 913 maestros del sistema público de enseñanza, según anunció Educación. A principios de enero, el secretario Rafael Román aseguró que “la mayoría” de esas plazas ya habían sido cubiertas.

Pero esto contrasta con la realidad que se vive en diversos planteles. Uno de ellos es la escuela elemental bilingüe Francisco “Paco” Dávila en Canóvanas, donde solo se ha cubierto una de las dos vacantes que surgieron por jubilación.

“Si desde octubre sabían que la maestra se iba a ir, ¿por qué no empezaban a buscar a un sustituto?”, cuestionó ayer José Rodríguez, padre de una niña de kínder de la escuela canovanense.

La maestra de kínder de este plantel se retiró en diciembre y sus casi 30 estudiantes no han entrado a un salón de clases desde el 13 de diciembre, indicó Nilka Iglesias, madre de otra de las niñas afectadas.

Para complicar la situación, en la región educativa de Humacao ya se han realizado varias convocatorias en busca de maestros interesados en llenar la plaza, pero aún no se ha contratado a nadie y a los padres no se les brinda explicaciones del porqué, comentó Iglesias.

“A nosotros no nos han reunido para decirnos que no hay maestro, no nos han informado qué sucede. Yo llegué el primer día de clases después del paro de maestros y me entero por otro padre que no había maestro. Pero al sol de hoy, el director… ni una llamada para decirnos lo que pasa”, expresó María Alejandra Quiles, madre de un varón que se supone asista al plantel.

La contratación de maestros para cubrir los puestos de educadores que se retiran a mitad del semestre o los que se acogen a licencias por enfermedad, maternidad, políticas o por trabajo militar siempre ha sido un reto para el Departamento de Educación. La burocracia que rodea la liberación de una plaza y el reclutamiento de educadores alarga el proceso.

Para los padres, esta situación no tan solo ha representado un reto imprevisto pues cada día deben buscar a alguien que cuide a sus hijos, sino también que en ellos reina la preocupación por el futuro académico de sus hijos.

“Me han dicho que no los pueden colgar en kínder ni pasarlos a primer grado y darle clases de kínder el año que viene, pero son niños que van a tener unos rezagos porque hay destrezas que no van a dominar. Si los sacamos de esta escuela y los ponemos en otra para primero van a estar atrás”, sentenció Iglesias.

Ratones y goteras

Pero más allá de la falta de maestros, en algunas escuelas el inicio del segundo semestre ha estado enmarcado por serios problemas de infraestructura y salubridad.

Durante los primeros días del semestre, una inspección del Departamento de Salud en la escuela elemental Francisco Gaetán Hernández resultó en que se ordenara el cierre de su comedor escolar luego que se detectaran filtraciones y excremento de ratones en el almacén donde se guardan los alimentos que luego se sirven a los estudiantes, indicó la directora, Kenia Caraballo.

A raíz de esto, en la escuela no se ha servido desayuno desde entonces y el almuerzo se confecciona en un plantel cercano y se sirve a los menores en los salones, explicó la directora.

“Nos pidieron que se cambiaran las tablillas de madera que teníamos por unas tablillas plásticas y que se pusieran unas cubiertas plásticas. Ya se hicieron los cambios, ahora esperamos que regrese Salud para que certifiquen que podemos reabrir”, dijo Caraballo.

Mientras, en la escuela Francisco Isern Jiménez de Humacao aún esperan que Educación atienda sus reclamos para corregir las filtraciones que obligó a los maestros a convertir un almacén en el nuevo salón de tercer grado y problemas con la trampa de grasa del comedor.

“Si aquí viene un inspector de seguridad nos cierra la escuela”, aseguró el maestro Ralphie Torres.