EL VOCERO / Agustín Santiago

Aunque Puerto Rico llegó al punto de raspar la olla y el Gobierno ha tomado medidas para que la situación mejore, hay escepticismo de que esas medidas puedan evitar una degradación del crédito del Estado Libre Asociado (ELA) y el descalabro total de la situación del País.

Economistas dialogaron con EL VOCERO y coincidieron en que hace falta un líder o una lideresa que tome con seriedad y fuera de políticas partidistas las decisiones difíciles. Pero como se acaba el tiempo, entienden que debe ser la administración actual la que le haga entender al pueblo la gravedad del asunto y lo que se necesita una reforma económica total. De lo contrario, el futuro augura un Puerto Rico de adultos mayores empobrecidos.

“La raíz del problema es que se erosionó la plataforma de producción, por varias razones, la más importante el deterioro de la manufactura. Segundo, que el gobierno ha crecido a una escala tan grande, que ha ido engullendo al sector privado. Hay una falta de capacidad productiva y una productividad marginal pequeña que esta próxima a cero y en el sector público es negativa”, argumentó el economista Elías Gutiérrez.

“Para salir de una situación de esta naturaleza solo hay una salida, inversión de capital privado porque el gobierno no tiene la capacidad financiera para hacer la inversión que se necesita. Si no se reconstituye la plataforma del sector privado, vamos dirigidos a convertirnos en un ‘gueto’ de viejos pobres, que es lo que ya está ocurriendo”, continuó Gutiérrez.

El economista Ángel Rivera Montañez agregó que inclusive Puerto Rico perdió la capacidad de responder a los estímulos tradicionales, como las bajas tasas de intereses, disminución en los precios del petróleo y estímulos para la compra de vivienda. “Cuando se calcula el Índice de Actividad Económica desde 2006 se han hecho muchas intervenciones y los indicadores en vez de responder demuestran que la caída es cada vez más profunda. Se necesita una reestructuración total de la estructura económica y gubernamental de Puerto Rico. No vamos a salir de este problema mientras no se haga una reestructuración comprensiva y a gran escala”, sostuvo Rivera Montañez.

Por su parte, el economista Carlos Colón de Armas entiende que hay una diferencia entre la falta de desarrollo económico y la crisis fiscal, que aunque están relacionadas, no se deben a lo mismo.

“El comienzo deterioro fue en los años 70. Desde el 1948 al 1979, la economía creció en promedio 5.6% al año, cada década crecía más aceleradamente que en Estados Unidos. Desde el 1980 hasta el presente, ese 5.6% bajó a 1.39% al año y empezamos a crecer menos aceleradamente que la economía de Estados Unidos. Aun dentro del deterioro económico no es hasta el presupuesto de 2004-2005 que esas curvas de ingresos y de gastos se divorcian. (…) Hasta el presupuesto de 2004-05 que se cuadró con un préstamo desde el inicio de $550 millones, para elevar la estructura de gastos por encima de los ingresos. Por cuatro años la estructura de gastos se mantenía mil millones por encima de los ingresos”, manifestó Colón de Armas. “Es cierto que tenemos unos problemas de desarrollo económico brutales pero no puedo, con los datos que tengo, achacar el problema fiscal al problema económico aunque tengan cierta interrelación. El problema fiscal es una crasa irresponsabilidad de aprobar consistentemente presupuestos por encima de los ingresos”, añadió.
Gutiérrez aclaró que el gasto público se justificó como creación de empleos, sin importar si eran productivos.

Perjudicial pensamiento asistencialista y estatus colonial

A pesar de que no todos los expertos consultados estuvieron de acuerdo en que resolver el estatus político es trascendental para la economía, sí coincidieron en que el pensamiento asistencialista y la dependencia del gobierno estatal y federal es un escollo para resolver los problemas económicos.

“Se necesita alguien que de forma valiente atienda la situación del estatus, de forma transparente y democrática y sin estrategias político partidistas. No es una panacea, no con el mero hecho de resolver el estatus se resuelve todo, pero es un paso necesario”, aseguró el economista Jaime Benson.

“Un inversionista no sabe a qué atenerse mañana, se va a permanecer en esta situación o va a ser una república y qué tipo de república sería, será parte del alba o un estado de la unión? Los inversionistas a largo plazo se tienen que hacer esas preguntas clave. No lo podemos seguir postergando”, aseveró Benson.

El economista detalló que el marco jurídico político de una economía es esencial, ya que traza las normas de la actividad económica. “El modelo siempre fue de que éramos parte del mercado de Estados Unidos. Se nos dan unas exenciones a nivel federal y esa era la base del crecimiento económico, si tuvo relativo éxito fue en ese contexto, eso ya no está y hay que reconocerlo. (…) Los malos manejos administrativos y fiscales han sido importantes, pero no se puede obviar este aspecto”, recalcó Benson.

Colón de Armas entiende que no hay que resolver el estatus para mejorar la economía, porque piensa que los inversionistas no están pendientes de este asunto. Sí considera que Puerto Rico no se integró adecuadamente a la globalización y eso aporta al poco desarrollo económico. No obstante, cree que el “modelo actual tiene como consecuencia el promover un sentimiento de que nuestro futuro no está en nuestras manos sino en manos de otros”.
Gutiérrez declaró que tiene que ver con la sociología de la dependencia del gobierno federal, que ocurre inclusive en algunas ciudades de Estados Unidos.

“El verdadero modelo que Puerto Rico adoptó es el modelo de la dependencia al gobierno, el asistencialismo, y lo hemos financiado con los fondos federales. Esos $29 mil millones que gasta el gobierno consolidadamente lo que ha provocado es una economía de ‘gueto’, dependiente, que no construye ni produce, sino que consume y destruye. Genera una población que se niega a aceptar que eso se cambie, que ven los cambios como amenazantes. No vemos la necesidad de competir con nadie, sino de estarle pidiendo al gringo”, reiteró Gutiérrez.

Qué se puede hacer

Aunque algunos más pesimistas que otros, todos los economistas estuvieron de acuerdo en que la precaria situación no ha ‘tocado fondo’ y se puede poner peor. Consideran que para muchos la opción es emigrar, como ha hecho gran parte de la población en los pasados ocho años.

“La solución es irnos. El valor monetario lo controla el banco central y la única manera de controlar los desequilibrios regionales es la migración. Y somos parte de ese sistema y por eso es que la gente se va. Y quien se queda? Me voy a quedar yo empobrecido, con dos misiones pagar la deuda de todos lo que se han ido y pagar la luz. Mis cinco hijos se fueron, los 10 nietos también, no tengo nada, me quedé fastidiado, los activos financieros se evaporaron, el retiro está en peligro, el valor de la propiedad se fue por 40% hacia abajo, institucionalmente no hay forma de controlar el crimen, etcétera”, declaró Gutiérrez. “Esto es una escalera y no hemos tocado fondo. Puede mejorar, pero en dejar de caer. El problema es crecer a la velocidad que se necesita. Los estimados indican que para salir de esto, en términos numéricos, necesitamos por 12 años $10 mil millones de inversión por año”, continuó.

Para Puerto Rico, explicaron que la solución sería que dentro de una concertación político partidista, la presente administración tome las decisiones difíciles, le acepte al público los errores pasados y le haga entender la gravedad del asunto. Entonces pactar que independientemente de que ocurra un cambio de administración, las políticas económicas se mantengan para así seguir un camino hacia la recuperación.

“Hay que romper con las cosas y empezar otra vez, una parte es el estatus y la otra es la parte institucional. Tiene que llegar alguien con el temple de tomar una serie de decisiones y mantenerse en esto constantemente. Había una vertiente de política económica que estaba funcionando con la pasada administración. Cambia el gobierno y toma otras decisiones y la recesión se empeora Hay que tener una línea fuerte de llevar las cosas y no estar dando tumbos”, aclaró Rivera Montañez.

“Necesitamos un cambio trascendental y no podemos creernos que podemos hacerlo ignorando a los partidos. Tenemos un gobernador al que le quedan tres años. Si este gobernador sigue proyectando al público que esto está mejorando y mantiene a su equipo, esto va a seguir hacia abajo y a Dios que reparta suerte. Debería pararse ante el público y les dijera ‘acepté consejos errados, y me he ido por un camino que no está dando resultados, voy a limpiar casa, empiezo en cero y voy a traer a la mesa a los partidos principales para hacer esto en conjunto’. Porque estamos en el momento de inclusión”, argumentó Colón de Armas.

“Se necesita un acuerdo de los dos partidos principales, el Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Nuevo Progresista (PNP), para hacer lo que ninguno haría solo, con la promesa de que el otro no lo va a atacar”, agregó Gutiérrez.
De igual forma, Benson admitió que “estamos en una situación de que nuestro futuro como sociedad está en riesgo. Se requiere la concertación de la clase política, que por poner por encima intereses táctico para mantener el control del aparato del estado y manejo del presupuesto no están dispuestos a hacer. Tendremos que llegar a una situación mucho más seria, y lo que preveo, va tener que venir una degradación con todas las implicaciones, para tomar las decisiones. Quizás haya que tocar fondo. Debería ser antes de llegar a ese punto, pero esta administración está en negación”.

“Se necesita patriotismo”

Los expertos reconocieron que se necesita disciplina, madurez y voluntad política del estado y del público para asumir los retos, proponer soluciones y encaminarlas. No obstante, consideran que no hay tiempo que perder, por lo que estos esfuerzos deben comenzar de inmediato. Pero sobre todo, hay que hablarle con honestidad a la gente.

“Se necesita liderato, patriotismo y reconocer lo serio, lo grave. Decir que ‘esto es por Puerto Rico’, hay que echar a un lado los intereses particulares y hacer sacrificios. ‘Vamos a tomar tales y tales medidas, estoy convocando al liderato político’, y esa iniciativa no la veo venir”, aceptó Benson.

“Los partidos tienen que estar en la mesa en el desarrollo de cualquier plan, porque es la única garantía de que lo van a aceptar. Hay que ser serio, tiene que ser una convocatoria genuina, que debe empezar con un acto de contrición”, recomendó Colón de Armas.

Los economistas aseguraron que si el gobernador Alejandro García Padilla aceptara la gravedad del asunto y comenzara a dar los pasos difíciles pero necesarios, se alzaría como el líder que actualmente carece Puerto Rico.
“(Y con el gabinete) estar dispuesto a cambiarlos. Lo que se ha hecho no está funcionando. Comunicar que ‘la situación es más seria de lo que preví y estoy dispuestos a hacer los cambios que sean necesarios y por eso convoco al liderato’. Porque esto es serio”, reiteró Benson.

“Se necesita la concertación en la política económica (y en su ejecución). Que lleguen a un acuerdo y pase lo que pase que continúe, porque los rompimientos de política pública traen demasiados problemas”, subrayó Rivera Montañez.