Propuestas en contra de la Naturaleza PPD/AGP: Blindaje fiscal – Por JUAN LARA

{El PPD por Medio Siglo se ha caracterizado por su Mentalidad de Agigantar el Gobierno, el Batateo o repartir los fondos públicos a sus Parientes del Club 600 y Esclavisados Coliniales, Ser Anti-USA-  Anti-Libre Empresa, No Tener Disciplina Fiscal y No Hacer Obras. Lo que se sugiere va en contra de la Naturaleza del PPD.}

Blindaje fiscal

JUAN LARA

Ante la degradación de la deuda pública, hay que blindar el presupuesto del Gobierno. El blindaje significa asegurar que se puede mantener una posición de liquidez adecuada para cumplir todas las obligaciones del Estado -incluyendo el servicio de la deuda- por lo que resta del año fiscal corriente y durante la primera parte del próximo año. Esto ayudará a calmar a los mercados financieros, pero, sobre todo, nos permitirá a los puertorriqueños concentrarnos en el proyecto central de estabilizar las finanzas públicas y reactivar la economía.

El primer paso para el blindaje es balancear el presupuesto gubernamental lo más pronto posible. No olvidemos que la verdadera causa de este alto endeudamiento que todos lamentamos hoy no es que los gobiernos sucesivos del pasado se hayan vuelto locos tomando prestado, sino que tuvieron que hacerlo porque no pudieron mantener un balance estructural sano entre ingresos y gastos. La deuda no es más que la acumulación de un déficit que se volvió habitual en la administración pública puertorriqueña.

Para balancear el presupuesto, la primera línea de acción tiene que ser la generación de ahorros en todas las agencias gubernamentales y la intensificación de las acciones de fiscalización contributiva de Hacienda. Si resultan necesarias otras medidas, habrá que considerarlas, pero éste no es el momento de especular sobre ese tema.

Otra medida crucial para blindar la liquidez del Estado es negociar con los acreedores para prorrogar los pagos que vencen de inmediato por la degradación, los cuales podrían sumar cerca de $900 millones. Por lo menos algunos de los acreedores se sienten lo suficientemente confiados en nuestra capacidad de repago que están dispuestos a extender el vencimiento de sus préstamos, aunque, por supuesto, nos cobrarán alguna prima por ese favorcito.

Por otro lado, el que nos hayan degradado no quiere decir que hemos perdido completamente el acceso al financiamiento. Se debe continuar con el plan de levantar una suma considerable de financiamiento nuevo, para ensanchar lo más posible el margen de liquidez disponible. Nos costará lo que cuesta una emisión de grado especulativo, pero el simple hecho de que podamos hacer una colocación va a tener un efecto favorable en la sicología de los mercados y en la ciudadanía.

Balancear el presupuesto no debe verse meramente como una medida de emergencia, sino como el logro, -¡por fin!-, de lo que ha debido ser un objetivo central de la política fiscal: establecer un balance estructural en las finanzas públicas que no hemos tenido durante más de una década.

Si lo logramos, eso ayudará en gran medida, no sólo a sobrevivir esta tormenta, sino a recuperar, lo más pronto posible, la clasificación de grado de inversión. No debemos pensar que nos vamos a quedar para siempre con una nota de “chatarra”. Hay que recuperar el buen crédito, y si bien es cierto que esto no se puede hacer de inmediato, debe proclamarse como objetivo desde ahora.

Estamos en una situación difícil que no se debe subestimar, pero tenemos que enfocarnos en objetivos viables de política económica. El blindaje fiscal es la mejor ruta en este momento. No es momento para debates estériles sobre propuestas fantasiosas, ni para histerias inútiles. La deuda pública de Puerto Rico no se acumuló en un día; por suerte, tampoco hay que repagarla en un día.

No tenemos tiempo que perder en cuanto a corregir nuestro desbalance fiscal, pero sí tenemos tiempo para pensar, actuar y recuperarnos.

Fórmula del crecimiento

MILDRED DÍAZ COLÓN

La fórmula para crear alto nivel de crecimiento resulta un tema de gran interés Utilizar los análisis económicos hacia la toma de decisiones óptimas, requiere el manejo de variables económicas tales como consumo, ahorro financiero, gastos de Gobierno, entre otros, para alcanzar la meta firme de la maximización del beneficio económico.

En Puerto Rico, el valor de sus bonos ha sido degradado a nivel “chatarra”. Moody’s estuvo indicando que se había debilitado la liquidez del gobierno, que había un aumento en la dependencia de préstamos y del acceso al mercado continuo restringido. Se ha observado a su vez, que las actividades fiscales del Gobierno han llegado a ser altamente complejas, reduciendo la capacidad de éste para administrar efectiva y eficientemente sus recursos financieros.

Una coordinación sistemática de la administración financiera, es decir, entre la inversión, el financiamiento y la administración de los activos debe existir para la obtención de los resultados propios a la sana administración de estos últimos. Ahora es necesario recuperar la capacidad financiera de nuestros recursos, con un balance entre ingresos y gastos que permitan una gestión de inversión hacia la capitalización de recursos.

Se han tomado decisiones de ajustes fiscales para reformar la estructura financiera del país, los cuales han sido necesarios y deben continuar realizándose para sostener una sana administración financiera que nos permita acceso a mercados, con valores hacia mercados no restringidos. Nuestro norte debe ser aumentar la liquidez, continuar operando, obtener acceso a mercados no restrictos y lograr que la economía dé señales de recuperación económica. La fórmula para lograr esto es un aumento de la demanda agregada que implica la relación adecuada de variables económicas, entre las cuales se destacan gastos de Gobierno, consumo, inversión y exportaciones netas.

Debemos buscar mejorar el recibimiento de los mercados e ir valorando los resultados de todas las medidas fiscales necesarias dirigidas a ello, de forma sistemática y adecuada. Todo ello para lograr del aumento de la liquidez, la atracción de capital y la exposición de empresas que lo generen para el país.