Detractores aseguran «perdió el control del PPD» al ser derrotada su candidata a la Cámara
La derrota de la candidata endosada por el gobernador Alejandro García Padilla en la elección especial a representante por acumulación que se realizó anoche demuestra que el primer ejecutivo perdió su liderato en el Partido Popular Democrático (PPD), a juicio de los expresidentes camerales, Jenniffer González y José Aponte.
Los líderes del Partido Nuevo Progresista (PNP), en comunicados de prensa, cuestionaron el liderato de García Padilla y su capacidad para mantener el control en su colectividad.
“Anoche quedó demostrado que el gobernador Alejandro García Padilla perdió el control del PPD y que, como barco hundiéndose, sus miembros están saltando por la borda para no estar a su lado en el 2016”, aseguró el expresidente cameral.
La candidata de García Padilla, Claribel Martínez, perdió por 44 votos contra el abogado soberanista Manuel Natal.
La mujer no solo recibió el apoyo del gobernador, sino que también de los presidentes legislativos, Eduardo Bhatia y Jaime Perelló, así como de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.
El ganador de la contienda sustituirá a Eduardo Ferrer, quien renunció el pasado 1 de julio por razones personales y descontento por la eliminación del beneficio del pago de dietas legislativas.
“El presidente del PPD que vive en La Fortaleza aburrió hoy al pueblo con su desesperado media tour pidiendo apoyo para su candidata. Sin embargo, lo que recibió fue un voto castigo por los impuestos que le afectan a PIP (Partido Independentista Puertorriqueño), al PNP y al propio PPD. Los impuestos no tienen colores y su partido se lo dejó saber. También le dejaron claro al pueblo que su presidente no tiene liderato. Hoy no ganó Alejandro, Perelló, Bhatia ni Carmen Yulín porque todos han sido parte de los más de 40 nuevos impuestos que todos y todas tenemos que pagar gracias a ellos”, sostuvo González.
Entretanto, Aponte alegó que “ante el respaldo ofrecido por el gobernador y presidente del Partido Popular a una candidata y la no elección de ésta, queda evidenciado lo erosionado que está el liderato de García Padilla, en tan solo ocho meses, debido a lo errático de las decisiones tomadas en contra del pueblo”.
Mencionó, además, que la victoria de Natal pudo ser como una represalia al mandatario de parte de aquellos integrantes de la llamada ala soberanista que desafió su supuesta orden de votar por Martínez.
“Lo peligroso de ese ‘cantazo’ político, es que ahora veremos la persecución y el desquite contra aquellos populares que ahora se les señala, no por ser ‘plumitas liberales’, sino por tener ‘déficit de palabra’ como dijera el propio García Padilla”, agregó Aponte.
Por último, el representante estadista dijo que la derrota de la cúpula de la Pava es un preámbulo de lo que se aproxima para el partido.
“No cabe la menor duda que el déficit de liderato que todos observamos ayer es una muestra adicional de lo que se avecina para García Padilla y el grupo que está dirigiendo hoy en día los destinos el partido popular. El mismo pueblo popular rechazó a su gobernador sólidamente, ¿imagínese qué sucederá cuando éste coloque su candidatura ante el pueblo completo? Aquí el barco se está hundiendo y todos los populares están tratando de escaparse del mismo”, concluyó.
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Prueba de la Defensa de los Neo-Comunistas en Puerto Rico:
12 de marzo de 2014
Comida de perro
Catedrático de la Universidad de Puerto Rico
Tribuna invitada
El representante Manuel Natal ha sido víctima de un entrampamiento, orquestado en dos direcciones. Primero, al ser invitado a participar como panelista en un programa de radio. El mismo está moderado por el periodista Normando Valentín y cuenta con la participación de notorios representantes del PNP, como lo son Carmelo Ríos y Gary Rodríguez.
La intención era evidente: que Natal y los otros se tiraran a matar para ganar “rating”, para así competir con programas parecidos de otras estaciones de radio.
Ríos y Rodríguez no perdieron tiempo. Acostumbrados como están a la politiquería vulgar e irrespetuosa y a los golpes bajos y traicioneros, arremetían en cada ocasión contra Natal, para satisfacción de la estación.
Solo una cosa no cuadraba. Natal no es inescrupuloso ni politiquero; mucho menos es irrespetuoso. Es un joven egresado de la Universidad de Puerto Rico, forjado en las luchas estudiantiles, ecuánime y culto. Para frustración de los directivos de la emisora, no estaba dispuesto a promover la “tiraera” a muerte que ansiaban éstos, para ganar audiencia a costa de agresividad, violencia e insulto.
Hasta que un día Natal no aguantó más y renunció. Porque, como debe ser, tiene la piel fina para enfrentar la falta de respeto y la insolencia. Porque no padece de la indiferencia y el cinismo de los que reclaman que hay que tener piel de cocodrilo para soportar agresiones inmorales como si tal cosa.
Fue en ese contexto que se fraguó el otro entrampamiento: la acusación contra Natal de haber participado en una actividad durante la reciente huelga universitaria, que alegadamente ofendía la integridad de la Policía.
Como parte de una actividad de protesta, un grupo de estudiantes colocó comida de perro a los pies de numerosos miembros de la Fuerza de Choque que habían invadido violentamente la UPR.
Natal negó haber participado en aquella actividad e incluso expresó diferencias con la misma.
Pero de nada le valió. Los legisladores anexionistas quisieron arrinconarlo, micrófono en mano, y él se fue.
Carmelo Ríos, Gary Rodríguez y otros han pretendido criminalizar a Natal y a través suyo al estudiantado universitario, presentando como víctima a la Policía. Se trata de una vulgar maniobra para manipular la historia.
Lo cierto es que en la pasada huelga de la UPR la Policía de Puerto Rico fue enviada por la Administración Fortuño-PNP a maltratar, abusar, golpear; a hacer daño. Numerosos estudiantes, profesores y trabajadores de la UPR, y otros ciudadanos, fueron objeto de atropellos por parte de la Fuerza de Choque y otros cuerpos represivos de la Policía. Lo mismo en la Universidad y sus once recintos, que en el Capitolio o en el Centro de Convenciones.
La intención premeditada era doblegar a una institución —la Universidad— que les aterra porque es fuente transparente de debate, participación y lucha, e imponer un estado policiaco, atentando contra derechos fundamentales a base de fuerza bruta e intolerancia.
Ello explica que tiempo después apareciera un contundente informe que denuncia los abusos cometidos por la Policía y exige cambios profundos en esa institución.
¿Ofendida la Fuerza de Choque porque colocaron comida de perro a sus pies, simbolizando su brutalidad y salvajismo? Que perdonen los perros, que no hacen daño a nadie. Fueron la Universidad y el pueblo los verdaderos ofendidos por los desmanes de la Policía. En justicia, mucho más que un acto simbólico es lo que merecían esos agresores.
La gente digna no tiene agua en las venas; ni perdona ni olvida el atropello y la injusticia. Ni tolera la mentira.
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