La Oficina de la Contraloría General (General Accountability Office) hizo público un informe que le comisionara los congresistas republicanos Doc Hastings y James Flemings, líderes de la Comisión de Recursos Naturales. Esta comisión es la que tiene ante su consideración el proyecto de Ley, presentando ante el Congreso de los Estados Unidos por nuestro Comisionado Residente Pedro Puerluisi, sobre el sistema de Puerto Rico.El informe relaciona el aumento en las aportaciones que el Gobierno Federal vendría obligado a hacer. También señala el “posible” éxodo de algunas fábricas que perderían unos beneficios contributivos.
En cuanto a los aumentos de las aportaciones federales se estima que anualmente llegaría a Puerto Rico más de cinco mil millones de dólares adicionales ($5,000,000.00). Si algunas fábricas se van, ello representaría pérdida de empleos y menos contribuciones para el estado y los municipios.
La estadidad al igual que la independencia y el ELA (mejorado o no), tiene ventajas y desventajas. El análisis tiene que residir en el balance final de las mismas. Si hacemos un repaso de la historia lo mismo se dijo cuando se estudiaba la admisión como estado de Alaska y Hawaii. Nadie en su sano juicio va a negar el progreso económico de los últimos dos Estados.
El Comisionado Pierluisi mostró una vez más su capacidad y madurez política al comentar el informe delGAO cuando dijo que el informe no considera «el argumento moral a favor de la estadidad».
Al decidir nuestro futuro como pueblo es importante el estudio económico sobre el status político que vamos a seleccionar. Es importante además decir la verdad o sea las ventajas y las desventajas. Pero la parte moral, la importancia de nuestra integridad y nuestro respeto como pueblo, eso no es cuantificable en pesos y centavos. El continuar siendo una COLONIA, es denigrante e inmoral.
Constituye una vergüenza y una falta de respeto al pueblo puertorriqueño que solo se estudie cuanto vamos a recibir y cuánto va a costar la estadidad (al igual que la independencia y el ELA). La integridad, la moral y el respeto a nuestro pueblo no debe y no puede ser negociable.
Dejar ya de ser una colonia es un asunto de principios, de derecho, de moral colectiva. Quien no defienda la moral de su pueblo y solo piense en dinero, no merece el respeto de nosotros los puertorriqueños.
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