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Medalla de Oro

Es lamentable la poca importancia que la Prensa y el Gobierno le han dado al valor, al  sacrificio, al heroísmo de  miles de puertorriqueños que sirvieron en el glorioso 65 de Infantería durante la guerra de Corea. Era la época en que las fuerzas comunistas pretendían hacer sus conquistas con la guerra. Corea del Norte, con el respaldo de China y Rusia combatían contra Corea del Sur que tenía el respaldo de Estados Unidos y los aliados. Fue una guerra extraña la cual al día de hoy no existe un documento que declare que terminó y que se firmó la paz.

Cuando la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó la condecoración para el Regimiento Boricua la Prensa lo  mencionó pero no con la importancia histórica que acreditaba la gesta de nuestros soldados. Quizás porque el autor de la medida Congresional lo era Pedro Pierluisi.

Cuando el Senado Federal aprobó el otorgamiento de la Medalla de Oro del Congreso, la Prensa fue casi silente.

Si lo anterior ha sido bochornoso, por razones extrañas y que desconozco, el Presidente Obama no ha firmado la medida y nuestro gobernador, nuestro gobierno, nuestra Prensa guardan total y absoluto silencio.

Les debería dar vergüenza.

El énfasis de la Prensa, que pretende forjar el futuro de Puerto Rico, no debió ser las calamidades de la guerra, que son ciertas; no debió ser el discrimen que permeaba entonces, que fue cierto; no debió ser el juicio de Corte Marcial al cual 90 de ellos fueron llevados, que fue cierto. La noticia tenía que ser, resaltar y agradecer lo que miles de puertorriqueños hicieron por nosotros, arriesgaron sus vidas todos y ofrendaron sus vida muchos, por defender los principios de libertad y democracia.

En Corea del Norte no hay libertad de palabra, libertad de Prensa, libertad de religión, libertad de sufragio. Corea del Sur si tiene dichas libertades y las tiene porque sangre boricua se derramó en sus suelos. Sangre que detuvo el avance  comunista de entonces y que garantizó además el que en Puerto Rico podamos disfrutar dichas libertades.

Aunque suene gracioso o quizás ridículo, es una vergüenza que la Prensa se siga entreteniendo y escribiendo del Alcalde de Canóvanas y en sentido contrario ya guarda absoluto silencio del 65 de Infantería. Nuestra Prensa  guarda silencio de los puertorriqueños que arriesgaron y ofrendaron sus vidas para que pudiéramos tener hoy libertad de PRENSA.