Cada día son más las personas que buscan alternativas para lidiar con los altos costos de la electricidad. Pero para algunos, la situación se ha convertido en una decisión de supervivencia, ya que a veces tienen que escoger entre pagar la factura de la luz o comprar los alimentos para sus familias.

Con las noticias recientes de que la situación en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) no es la más halagadora y que podría darse un aumento en la tarifa, no son pocos a los que se les trinca el estómago ante la posibilidad de que esa advertencia se haga realidad.

Ante esa situación, lo más recomendable es que todos hagamos ajustes en nuestro diario vivir, para lograr que la facture nos baje, por lo menos, un poco.

Para el economista José Alameda, en la ecuación del servicio de energía hay dos partes, el que la produce y el que la consume. Y nosotros, como consumidores, tenemos que poner de nuestra parte y buscar alternativas para que el servicio sea uno más costo-eficiente.

Una de las recomendaciones del economista es “evitar los fantasmas”. Sí, así como lo oye. Y esto es tan sencillo como desconectar los aparatos eléctricos que no esté utilizando.

“No se puede dejar el celular pega’o en el enchufe; se dejan muchos aparatos electrodomésticos pegados”, dijo Alameda. Así que desconecte el acondicionador de aire, la plancha, el horno de microondas y otros aparatos que no esté utilizando. Aunque no lo crea, estos sí consumen energía y también emiten calor.

Por ejemplo, si va a planchar, planche primero la ropa que necesite menos calor. Apáguela y utilice el calor para terminar de planchar. No la deje encendida innecesariamente.

En cuando al calentador, según recomienda la página Web de la AEE, considere instalar un interruptor de tiempo o “timer” para tener agua caliente cuando la necesite. Si no puede instalar un “timer”, utilice un interruptor piloto para encenderlo 15 ó 30 minutos antes de usar el agua caliente y luego apáguelo.

Según el sitio Web espacioliving.com, los electrodomésticos que más energía consumen (en términos generales) son: el acondicionador de aire, la secadora, el lavaplatos y el microondas.

También una práctica sencilla, pero que le puede ayudar, es apagar la luz cuando no esté ocupando una habitación.

Alameda agrega que otra alternativa para ahorrar es, si aún no lo ha hecho, cambiar las bombillas por lámparas de bajo consumo. O sea, cambiar las bombillas incandescentes por fluorescentes o por las LED. Aunque las últimas son más caras, la inversión vale la pena, porque incluso su vida útil es mucho mayor.

“También es importante cotejar el sistema eléctrico de tu casa. Cotejar que el contador de tu hogar tenga la lectura correcta”, mencionó el economista.

Otras recomendaciones y no menos prácticas son comprar productos que tengan el símbolo de Energy Star y cambiar su estufa eléctrica por una de gas. La AEE recomienda que considere reemplazar el refrigerador si tiene más de 10 años de uso, ya que unidades nuevas son más eficientes y consumen menor energía. También le ayudará ajustar el nivel de enfriamiento de la nevera y congelador.

Si no tiene posibilidad de aprovechar el sol para secar su ropa, la AEE recomienda mantener limpio el filtro de la secadora y asegurarse de que está limpio antes de activarla; y mantener una ventilación adecuada para que la ropa seque más rápido.

Consumidor. Nadie mejor que usted para saber qué ajustes puede hacer para ahorrar electricidad en su hogar. Pero, otro consejo: cuando salga de su hogar, no deje el televisor encendido. “Hay gente que se va y lo deja prendío”, dijo Alameda. “Digo, eso algunos lo hacen cuando se van para que los pillos crean que hay alguien en casa”, agrega. Así que ya sabrá usted qué recomendaciones son útiles en su diario vivir.