Esa acción pesa sobre $161.87 millones en bonos de la serie A exentos de impuestos, con vencimientos a junio de 2026, y se incluyeron otros $33.100 millones de la serie B sujetos a impuestos, del Fondo de Cogeneración de Ingresos, con maduración a junio de 2022.
Esta semana Fitch degradó hasta el nivel chatarra y con vigilancia negativa el crédito para unos $8.7 mil millones en bonos de la AEE y resaltó el riesgo de que la agencia no pueda cumplir con sus obligaciones. La AEE tiene pendiente la maduración de una línea de crédito de $250 millones y el vencimiento de otra línea de crédito por $550 millones, cuyos pagos deberá producir para julio y agosto próximo. Si no mejora la liquidez para la AEE podría conllevar una nueva degradación.
Mientras tanto, la AES, con planta en Guayama, fue degrada por Fitch en 2012 de BB+ a BB (que es un grado especulativo o chatarra), al cuestionar el rendimiento de la planta ante los costos operacionales, como el mantenimiento y las reparaciones que requiere.
La empresa, que pertenece a AES Corporation y opera desde 2002, posee un contrato de 25 años con la AEE mediante el cual le vende energía.
Ante la total dependencia de su contrato con la AEE, prácticamente cualquier dificultad financiera de la corporación pública incide sobre las evaluaciones de la empresa privada, además de sus situaciones operacionales que le puedan ser señaladas.
En el pasado se le ha señalado a AES que sus costos de operación han excedido las proyecciones originales, precisamente por sus gastos en áreas de mantenimiento, reparaciones y a las fluctuaciones en el precio del carbón que utiliza para generar energía.
En febrero de este año, la agencia Moody´s degradó los bonos de AES a Ba2, un segundo escalón en la categoría chatarra. En este caso Moody´s dijo que tomó la decisión en consecuencia a la degradación que hiciera días antes a la AEE, ante la alta dependencia de los ingresos de la AES en la corporación pública.
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