Para realizar una evaluación balanceada y desapasionada del desempeño en su cargo del presidente Barack Obama a 5 años y medio de su primera juramentación, debo remitirme a los datos y hechos según aparecen en las fuentes oficiales y han sido reseñados por los medios de comunicación masiva de mayor credibilidad. Debo comenzar por el hecho de que cuando juramentó en enero del 2009, los Estados Unidos se encontraban en la peor crisis económica desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, como secuela de la crisis financiera y bancaria que se desató a partir del 15 de septiembre de 2008 con el colapso del Banco de Inversiones, Lehman Brothers. Se perdieron alrededor de 8 millones de empleos entre septiembre del 2008 y julio del 2009, alcanzando la tasa de desempleo un 10%. A ello debo añadirle que heredó un déficit presupuestario de $1.4 trillones que representaba el 9.8% del Producto Interno Bruto (PIB) de los Estados Unidos.
El presidente Obama, al poco tiempo de juramentar logró que un Congreso demócrata aprobara su paquete de estimulo económico de sobre $800 billones en fondos ARRA, entre aumentos en gastos gubernamentales y reducciones impositivas para la clase media trabajadora. Ya para el segundo trimestre del 2010 el efecto multiplicador del paquete de estimulo había sacado a los Estados Unidos de la profunda contracción en la que había caído al restablecerse el crecimiento económico. Un tiempo récord si consideramos que a Franklin Delano Roosevelt le tomó una década sacar a los Estados Unidos de la Gran Depresión.
Desde entonces se han creado 109.8 millones nuevos empleos netos, un promedio de 225,000 empleos por mes durante los últimos 8 meses bajando la tasa de desempleo de 10% en julio del 2009 a 6.2% en julio del 2014 y subiendo la tasa de participación laboral de 62.4% a 66.7% durante el mismo periodo. A la misma vez redujo el déficit fiscal de $1.4 trillones a $ 492 billones (en $921 billones o en un 65.2%), reduciendo su peso relativo respecto al PIB de 9.8% en julio del 2009 a 2.8% en abril del 2014. La economía estadounidense creció a una vigorosa tasa de 4% el segundo trimestre del corriente año.
Luego de prácticamente un siglo de que el presidente republicano, Theodore Roosevelt, fracasara en su intento de establecer un sistema de salud universal para los estadounidenses y de que muchos otros presidentes demócratas y republicanos fracasaran en el intento. Barack Obama se convierte en el primer presidente en la historia en encaminar a los Estados Unidos hacia una cubierta universal de salud al lograr en el 2010 la aprobación de su singular reforma de salud (conocida como Obamacare). Con la reforma se han reducido las personas sin seguro médico en los Estados Unidos de 47.9 millones en el 2010 a 30 millones en el 2014. Un estudio de la independiente Congressional Budget Office (CBO) estima que Obamacare generará ahorros de hasta $165 billones en los próximos 10 años en gastos en subsidios de pólizas de salud vendidas en los mercados creados por la ley a la luz de un manejo más eficiente de la opciones de tratamiento y de menores costos en los medicamentos recetados en el programa de Medicare. Contribuyendo a reducir los futuros déficits presupuestarios.
Que pudo haber hecho más, consignado. Que hay problemas y limitaciones con sus iniciativas, sin duda. Pero no se pueden menospreciar sus logros, sobre todo tomando en cuenta las circunstancias en las que comenzó su mandato y el hecho que desde el 2010 enfrenta un Congreso hostil y obstruccionista. (Continuará)
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