EL VOCERO / Archivo

Desde hace meses la rama judicial no para de recibir ‘cantazos’, y creo que muchos son buscados por el propio sistema. Por largos años esta rama de gobierno fue controlada por el Partido Popular Democrático. Si no fuera así, ¿cuál era la necesidad del expresidente del Senado, Miguel Hernández Agosto, de advertir a los populares que si perdían las elecciones de 2008, perderían la influencia en el sistema judicial de la isla?

Bajo su administración, al gobernador Luis Fortuño le correspondió nombrar jueces que obviamente simpatizan con su ideología, tal cual lo hizo el PPD por cerca de 57 años, casi alcanzando el tiempo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobernando México. El Tribunal Supremo de Puerto Rico sirvió al PPD para mantenerse en ‘el poder’, aun perdiendo las elecciones. Bajo la administración del gobernador Pedro Rosselló el Supremo detuvo la Ruta 66. Luego, bajo la administración de Sila Calderón se autorizó su continuación. También bajo la gobernación de Rosselló el Tribunal Supremo paralizó el ‘Superacueducto’. En este caso el entonces gobernador le ‘buscó la vuelta’ y culminó la obra. Hoy vemos que el proyecto era determinante para evitar un desastre en el futuro, respecto a una sequía. Hace unos meses dialogaba con un alto ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, quién me indicaba que en la reciente sequía, si no existiese ese proyecto, hubiese comenzado el racionamiento de agua en el primer trimestre de este año. ¿Porque el Supremo, bajo el mando de José Andreu García, detenía estos proyectos? Usted no se ‘chupa el dedo’.

Regresando al tema principal de este escrito, en el 2008, Aníbal Acevedo Vilá, conociendo que perdería desastrosamente las elecciones, decidió aspirar a la reelección, poniendo en riesgo (para el PPD), el control del Tribunal Supremo, la Oficina del el Contralor y la Oficina de Ética Gubernamental. Todos esos nombramiento venían en el cuatrenio 2009-2012. No obstante, si Acevedo Vilá no aspiraba, se le ‘trancaba’ la ‘maquina ATH’ para pagar su caso federal por corrupción. En ese sentido Acevedo Vilá empeñó el ‘bienestar’ de su partido por un caso personal. Pasaron las elecciones y el Partido Nuevo Progresista hizo fiesta en el Supremo. No solo nombraron las vacantes que surgieron con sus jueces, sino que aumentaron la cantidad y pintaron más azul el alto foro.

La realidad es que hoy, están comenzando a salir cosas que se sospechaban, pero nadie se atrevía, o quería decir. En el Tribunal Supremo le esconden cosas al pueblo y están saliendo a la luz pública. Si no fuera por jueces de reciente nombramiento, esas ‘nébulas’ seguirían debajo de la alfombra con las cucarachitas.

Tengo que reconocer a los jueces Luis Estrella Martínez y Erick Kolthoff Caraballo, quienes, a mi juicio, han sido honestos con el pueblo al señalar lo que allí ocurre, de una forma respetuosa y responsable. Por años el Tribunal guarda silencio y solo responde en voz de del juez presidente. Este habla a nombre de los demás, estén o no de acuerdo con él o ella. Puede decir que todo está ‘inmaculado’, aunque no sea verdad y los demás tenían de ‘morderse la lengua’, conociendo la verdad.

Hace unos días, el juez Estrella Martinez requirió una información y documentación pública sobre la aprobación de los reglamentos que rigen los procesos de subastas. En estas subastas es que corren los millonarios contratos para obras, alquileres, etc… En esa junta de subastas hay un representante del Tribunal Supremo que es un total desconocido para los jueces asociados, que no eligieron ellos y que tampoco les rinde informes. Los otros dos miembros son nombrados por la directora de administración. Lea que solicitó el juez Estrella a la presidenta del Supremo, Liana Fiol Mata:
1. Identidad de los miembros de la Junta de Subastas, 2. quién es el representante del Tribunal Supremo en dicha junta, 3. cuándo fue electo, y 4. mediante qué mecanismo fue elegido. ¿Cómo es posible que la jueza presidenta se niegue a brindar esa información a un juez asociado y al pueblo de Puerto Rico?

Luego que el juez Estrella brindara una entrevista exclusiva a Noti Uno 630, el juez Kolthoff nos concedió otra en Jugando Pelota Dura TV (Sistema TV) explicando la situación. Una de las situaciones que levantó ‘bandera roja’ a los jueces asociados fue un informe de la Oficina del Contralor donde se hace unos señalamientos, entre los cuales se menciona que no se celebró subasta para el alquiler del edificio que alberga las oficinas de la Oficina de Administración de Tribunales (OAT) y el Tribunal de Apelaciones, y que el precio que están pagando por el mismo resulta ser ‘irrazonable’. ¡Ufff! Este ejemplo es solo un ‘botón de muestra’: dentro del contrato, la OAT paga ¡$565.00¡ mensualmente por cada estacionamiento (cuando se inició el contrato) con un aumento de 15% al cabo de 10 años ($621.50 mensual). Un abono de estacionamiento en la ‘Milla de Oro’ debe promediar los $130.00 mensuales, así que juzgue usted si ese contrato de la OAT es uno ‘leonino’. ¿Amigos del alma? ¡Quién sabe!

La pregunta es: ¿Qué esconde el Tribunal Supremo? O más bien, la jueza presidenta, Liana Fiol Mata, que es la que pareciera estar ocultando la información de las subastas al negarle la información del juez Estrella. Su posición en este asunto echa por la borda hasta la apariencia de un compromiso por ‘sanear’ el sistema judicial de la corrupción, sea de gran o menor magnitud. Entiendo perfectamente porque el juez Estrella le da un ‘Cc’ al FBI. Si así actúa la presidencia del Supremo, ¿cómo podemos confiar 100% en que se está trabajando correctamente? Ante la duda se saluda, y si no podemos confiar 100% en que la rama judicial se fiscalice a sí misma, ¡que pasen los federales! ¿Que espero? Que digan que todo está corriendo bien y si no, que lo digan también. Lamentablemente, luego de examinar las veces que la presidencia del Supremo y la administradora de OAT, Sonia Ivette Velez, dijeron que todo estaba bien, cuando no era cierto, pues sus palabras ya no merecen mi credibilidad total. Prefiero el ‘doble check’ federal. Mientras, creo lo mejor que le ha pasado al Supremo ha sido la entrada de jueces que están dispuestos a fiscalizar el propio sistema judicial, y sobre todo, que le hablen al pueblo directamente, sin la intervención de un juez o jueza presidenta que acomode los hechos para brindar una falsa percepción de que ‘todo está bien’.

Cierro esta columna con unas expresiones del juez Kolthoff en Jugando Pelota Dura TV: “Yo entiendo que la primavera de la rama judicial con el pueblo de Puerto Rico finalizó. Nosotros no podemos seguir con la actitud, y esa es la actitud errada de la juez Fiol, de que tenemos que mantener la confianza del pueblo en el sistema judicial. ¡El pueblo ya no tiene confianza en nosotros! Esa confianza se perdió y tenemos que tomar medidas extraordinarias para volver a tomar esa confianza.”. Estoy totalmente de acuerdo con el juez Kolthoff. La confianza del pueblo no se mantiene tapando las cucarachas con la alfombra. Cuando se habla de justicia, la verdad debe ir por encima de la apariencia y ese mensaje todavía no parece ser bienvenido en la presidencia suprema.

Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.