EL VOCERO/Eric Rojas

Por Luis Fortuño, Exgobernador

Nuestra nación se crea basada en el principio de que el poder emana del pueblo. Es ese pueblo el que crea un gobierno a quien le delega dicha autoridad temporeramente para que maneje ciertos asuntos. En nuestro sistema republicano de gobierno existen los principios de respeto a la ley y la separación de poderes. Cuando estos principios se violan, es responsabilidad de todos defenderlos. Es ésta la razón que me mueve a escribir esta columna.

Primeramente, en Puerto Rico hace años se crearon varias Procuradurías para proteger los derechos de ciertos grupos en nuestra sociedad (veteranos, pacientes, envejecientes, impedidos,  mujeres). Cuando les serví como gobernador, respeté los términos que les restaban en dichas procuradurías a personas designadas previo a mi elección. Aún cuando se expresaban en abierto desafío de la política pública establecida de recortar gastos para evitar nuevos impuestos y una degradación de nuestro crédito (como en el caso de Rossana López que llegó a demandar nuestra administración y luego aspiró a la Legislatura por el PPD). Lo hice por el principio del respeto a la ley.

En los pasados 22 meses el gobierno ha legislado para sacar a las personas que legalmente manejaban dichas procuradurías antes del final de su término. El Procurador del Veterano llevó su caso ante el Tribunal de Distrito Federal y prevaleció. El Procurador del Impedido también ha batallado contra este abuso de poder. Los ataques contra la Directora de Etica Gubernamental y el Panel del Fiscal Especial Independiente no han cesado.

Como si esto fuera poco, en varias ocasiones el Poder Judicial también ha sido atacado recientemente. Contrario a lo que ha sucedido este cuatrienio, durante mi incumbencia, respeté el por ciento que por ley le corresponde a dicha rama gubernamental. Esto a pesar de las serias limitaciones presupuestarias que enfrentamos. Mi relación con el Juez Presidente fue de respeto mutuo entre pares. No siempre estaba de acuerdo con las decisiones de los tribunales, pero me reservaba mi opinión en respeto al principio de separación de poderes. En los pasados meses los ataques destemplados del Gobernador y otros contra dicha rama de gobierno, aún en ocasiones en que dichas expresiones fueron prematuras, pues la decisión del Tribunal Supremo fue favorable a la postura del gobierno (enmienda a dos de los sistemas de retiro), son preocupantes. Estas acciones, claramente de corte partidista, violentan nuestros principios democráticos y socavan la confianza de nuestro pueblo en las instituciones.

Recientemente han acusado injusta y abusivamente a  la Juez Grace Grana de violar la ley por participar en la coordinación de un viaje de empleados públicos a una reunión de LULAC. Esta es la organización latina más antigua de la nación. LULAC fue clave en cabildear a nuestro favor para lograr paridad en los Fondos ARRA, aumentos dramáticos en Medicaid para mejorar la salud de nuestra gente, y en infinidad de proyectos adicionales que representaron miles de millones de dólares para Puerto Rico. Empleados públicos federales y estatales participan anualmente de sus adiestramientos. Cómo no va a haber un interés público en esto? iClaro que era política pública de mi administración participar en las actividades de una institución apolítica tan distinguida y tan comprometida con los puertorriqueños! Con todos los puertorriqueños, sin distinción de partidos. Si quieren eliminar el Panel del FEI o sacar a una juez por haber sido nombrada por este servidor, díganlo abiertamente; sean valientes. A lo que no hay derecho es a atacar a una ejemplar madre de familia y excelente abogada y profesional como la Juez Grana, con quien tuve el honor de laborar, por trabajar y ejecutar una política pública que ahora al PPD no le gusta. iEso no la hace ilegal, ni antes ni ahora!

Algunos lectores preguntarán por qué deben preocuparse por estos atropellos y hacer sentir su indignación. Otros pensarán que mejor se lo dejan a los políticos y que ellos se encarguen del asunto. Sin embargo, el poder que ostentan temporeramente algunos hoy viene de cada uno de nosotros. Nos corresponde a todos defender los principios en que se basa nuestra democracia. Si aún no está convencido le dejo con un pensamiento que expresara al final de la 2da Guerra Mundial Martin Niemoller, un pastor alemán encarcelado de 1937 a 1945 por el gobierno de Hitler. Dijo éste: ”
Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista”.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por los estudiantes, y yo no me preocupe, pues era parte del sistema.
Luego vinieron por los periodistas, y yo me quedé callado, pues no me interesaba enterarme de nada.
Luego vinieron por los homosexuales y yo ni siquiera quise enterarme, pues soy heterosexual.
Luego vinieron por los negros, pero como soy blanco, tampoco hice nada.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie al que le importara ni que quisiera hacer nada por mí”.