El economista experto en asuntos de energía y director asociado del Maguire Energy Institute de la Southern Methodist University en Dallas, Texas, Dr. Bernard Weinstein retomó la idea de construir un gasoducto como la alternativa más económica para iniciar la diversificación energética de la Isla.
Weinstein fue enfático en que urge diversificar las fuentes de energía y el gas natural es lo más económico y viable, por lo que el gobierno debe retomar el tema del gasoducto para llevarlo de un punto de la Isla a otro. Aclaró, que si la Isla quiere abaratar sus costos de energía como fuente de desarrollo económico, tiene que depender del gas natural. Aunque está consciente de la precaria situación económica de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y del gobierno, entiende que el plan que en seis meses tenga esa corporación pública para enderezar sus finanzas es un primer paso, aunque necesita mucho más.
También visualiza la privatización de la agencia como una opción, aunque no en este momento porque no rompería con el monopolio existente. “Primero tendría que arreglar sus finanzas o reestructurarse para incrementar su valor, que hoy está en unos 55 centavos por dólar. La agencia tiene que reevaluar su sistema de subsidio, de manera que los reduzca o simplemente los elimine. Igualmente tiene que mirar su estructura gerencial y compararla con otros modelos de Estados Unidos. La agencia tiene demasiados empleados, excesiva cantidad de pagos en horas extras, un oneroso sistema de retiro, entre otras situaciones que aunque son difíciles de resolver tienen que ser atendidas. En una privatización, quizás se pueda lograr tener una mejor administración, pero sería una opción a largo plazo. La situación de la agencia no es un asunto de electricidad sino de desarrollo económico y creación de empleos”, explicó.
El ejecutivo comentó que aunque baje el costo del combustible, eso no se traducirá en reducción del costo energético, ya que el costo por combustible representa en dicha ecuación un 11%.
Weinstein hizo alusión a un estudio de 2012 realizado por la firma Alvarez & Marsal, el cual recomendaba cambiar la fórmula tarifaria de la AEE, y otras medidas para lograr ahorros y mejorar las finanzas.
“Es también imprescindible que la AEE reduzca sus gastos generales y de pensiones. El estudio A&M identifica casi $100 millones en ahorros anuales de costos operacionales que podrían ser implementadas en el corto plazo, a pesar de que conseguirlo representará un fuerte reto frente a los sindicatos. Si la AEE puede implementar con éxito las recomendaciones de reestructuración, de conversión de combustible y reducción de costos del informe de A&M, no sólo va a mejorar su flujo de caja marcadamente, pero el valor de la empresa podría aumentar en hasta $1,200 millones. Estas mejoras, a su vez, facilitarán el proceso de reestructuración de la deuda y harán posible que la AEE p
ueda regresar al mercado de bonos municipales para asegurar el financiamiento del programa de diversificación de combustible que es medular para la Isla”, acotó el economista.
Ileanexis Vera Rosado, EL VOCERO
Graduada de Maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez y egresada de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, con más de 20 años de experiencia como periodista en prensa escrita, radial y televisiva.
Las leyes son para cumplirlas
“Como no vamos a cumplir con la ley, mejor cambiamos la ley”. Eso lo dice uno de los que hacen la ley. Y luego nos preguntamos por qué Puerto Rico está como está.
Hace apenas una semana lo advertimos: aunque la Ley de Política Pública de Diversificación Energética por Medio de la Energía Renovable Sostenible y Alterna de 2010 requiere que el gobierno alcance metas específicas de producción de energía mediante recursos renovables (12% para el 2015, 15% para el 2020 y 20% para el 2035), el año que viene ya estaremos en incumplimiento de nuestra propia ley.
Y ¿cuál es la respuesta del presidente de la Comisión de Asuntos Energéticos y Recursos de Agua del Senado, Ramón Luis Nieves? “Si como país vamos a incumplir esta legislación, a lo mejor sea mejor revisarla”.
Gracias, senador. Recuérdenos no llamarlo la próxima vez que algún ciudadano tenga que demandar al gobierno por violarle sus derechos constitucionales. A lo mejor a usted se le ocurre la brillante idea de suspender la Constitución.
Repetimos, no estamos hablando de una ley federal, sino de nuestra propia ley local, producto del consenso entre nosotros de que urge encaminar a Puerto Rico en la dirección de la diversificación energética y las energías renovables.
No importa hacia donde miremos, en esto de la energía renovable estamos bien atrás con respecto al resto del mundo. Durante el pasado cuatrienio se vio un verdadero impulso en la dirección correcta, no solo aprobando la mencionada ley, sino toda una reforma energética que aprovechaba los incentivos que el gobierno federal dispuso para promover el desarrollo de esta industria. Pero todo se paró.
Seamos sinceros. Esta administración le dio la espalda a la agenda de energía renovable desde el principio. Incluso como candidato, el gobernador buscó cada oportunidad para desmerecer los logros de Fortuño en este renglón. Por ejemplo, optó por develar su plataforma agrícola en medio de la Finca de Vientos de Santa Isabel para decir “molinos sí, pero en tierras agrícolas no”. Como si una cosa tuviera que ver con la otra, cuando en todas partes del mundo la agricultura y las turbinas eólicas coexisten perfectamente. Así lo han comprobado los agricultores de Santa Isabel. Hoy, luego de dos años de inaugurado ese proyecto, las cosechas de tomate, pimiento, papaya, mangó, guineo, entre muchos otros, rompen record, como lo testimonia uno de esos agricultores en una conocida campaña comercial.
Pero aquella crítica del candidato García Padilla nada tenía que ver con defender la agricultura, sino con complacer a los líderes de los grandes intereses sindicales de la Autoridad de Energía Eléctrica que desde adentro siempre han boicoteado toda iniciativa de desarrollo de fuentes alternas de energía. Y eso, lo sabe cualquiera que sabe cómo verdaderamente se bate el cobre en la AEE, no importa lo que se diga públicamente.
Ya en su cuatrienio, a mediados del año pasado, en presencia del expresidente Bill Clinton durante la visita de éste a Puerto Rico para promover precisamente la energía renovable, el gobernador dijo que “esa misma mañana” acababa de aprobar los primeros proyectos de energía renovable de su administración y que éstos estaban próximos a comenzar. Todavía estamos esperando.
La burda excusa de que había que investigar los contratos que había dejado negociados y firmados la pasada administración no ha sido más que una táctica dilatoria que ya ha tenido como efecto que algunas compañías con recursos propios de financiamiento, acabaran tirando la toalla en frustración con un gobierno que dice una cosa y hace otra.
Esa falta de credibilidad nos está matando. El gobernador lo niega diciendo que todo es producto de una campaña de descrédito urdida por la oposición política.
Y entonces viene alguien como el senador Nieves y confirma que “en su gobierno” cuando se va a incumplir una ley lo que se hace es que se cambia.
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