Lo único seguro en este mundo imperfecto, es la muerte. Todo lo demás esta sujeto a la agencia efectiva de las fuerzas políticas en contienda en la arena de nuestra democracia o a las contingencias espontaneas de la dinámica política, social, económica y natural. Lograr la Estadidad es contingente a que los estadistas adoptemos una sabia, prudente, pragmática y efectiva estrategia política encaminada a conquistarla. En otras palabras, el juego político local, nacional e internacional hacia la resolución de nuestra condición territorial- colonial “is for us statehooders to win or loose”.
Y nos encontramos en las últimas y decisivas entradas para ganar de forma contundente y decisiva el juego o para perderlo en la raya por errores de juicio, novatadas, improvisaciones y/o caer ante la seductora tentación de privilegiar el objetivo de administrar el cada vez más insuficiente presupuesto del gobierno colonial. La realidad es que en los últimos 6 años el movimiento estadista ha dado pasos significativos y decisivos hacia la conquista de la plena igualdad política y ciudadana.
En el 2008 ante una elecciones en que el gobernador incumbente del PPD, Aníbal Acevedo Vila, las convirtió en plebiscitarias al afirmar que de ganar las mismas nos encaminábamos a la soberanía, la papeleta compuesta por el dúo estadista Luis Fortuño y Pedro Pierluisi, barrió por sobre más de 200,000 votos. Y ante la debacle fiscal, económica y crediticia del ELA que heredó, la administración de Fortuño obró con cautela, prudencia y sabiduría en el manejo de la política fiscal, de tal forma que no solo pudo evitar la degradación a chatarra de la deuda del ELA sino también mejorar su clasificación crediticia y propiciar una débil recuperación de la actividad económica.
A la vez nuestro comisionado residente, Pedro Pierluisi, logreo que por segunda ocasión en nuestra historia la Cámara de Representantes federal aprobara por un margen bien amplio su proyecto HR-2499 que mandataba un plebiscito federal para resolver nuestro status político.
El presidente Obama encomendó un informe a su Grupo de Trabajo Sobre el Status Político de Puerto Rico, que ante el atraso económico que resulta de la incertidumbre sobre nuestro futuro político recomendó que nuestro pueblo se expresara claramente en un plebiscito local en torno a que opción no territorial favorece para salir del centenario impasse político territorial y colonial.
El gobernador Luis Fortuño y el comisionado residente, Pedro Pierluisi lograron que la legislatura local aprobara la celebración de un plebiscito que cumplía con los parámetros de inclusión, justeza y transparencia recomendados por la Casa Blanca. Lo demás es historia conocida. El pueblo rechazó claramente el status territorial y se expresó abrumadoramente por la estadidad el 6 de noviembre del 2012. A los pocos días la Casa Blanca reconoció los resultados y a iniciativa de nuestro comisionado residente, Pedro Pierluisi y el experimentado congresista puertorriqueño José Serrano, sometió un proyecto de apropiación de presupuesto para la celebración de un plebiscito federal para resolver finalmente nuestro status político.
Apropiación presupuestaria que fue aprobada por la Cámara de Representantes de mayoría republicana, el Senado de mayoría demócrata y firmado en ley por el pre
sidente Obama (y la misma no tiene fecha de expiración). Hemos dado pasos firmes y decisivos hacia el logro de nuestro ideal de plena igualdad.
Sin embargo, algunos líderes estadistas se han tomado iniciativas desacertadas como reflejo de su inmadurez e inexperiencia política, que afortunadamente hasta el momento no han tenido mayores consecuencias. Pero que de no rectificar a tiempo pueden minar y menoscabar algunos de los pasos de avances que hemos dado para alcanzar la estadidad.
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