Dos peritos en impuestos advirtieron ayer que elImpuesto sobre el Valor Añadido (IVA)que contempla establecer la administración de Alejandro García Padilla tomará tiempo, será costoso para el Gobierno y para las empresas y no es infalible, cuando de evasión y fraude contributivo se trata.

Teresita Fuentes, socia principal de Ernst & Young y Carlos E. Serrano, socio del estudio legal Reichard Escalera, señalaron que si Puerto Rico falla en el diseño y en la implementación del IVA, ello afectaría considerablemente a las empresas, laceraría en mayor grado la economía y como resultado, se afectarían las finanzas públicas.

Los contadores públicos hicieron sus expresiones durante un foro del Colegio de Contadores Públicos Autorizados (CCPA) y donde las preguntas de los profesionales en esa disciplina superaban las respuestas en torno al impacto que tendrá la reforma contributiva que trabaja el Departamento de Hacienda y que estaría lista para discutirse en la Legislatura en poco más de dos semanas.

Impuestos versus eficiencia

No New Taxes

Según Serrano, en un intento por establecer el IVA, Puerto Rico ha comenzado a crear “capas adicionales de tributación”, cuyo efecto ulterior ha sido disminuir considerablemente el flujo de efectivo de las empresas y aumentar las ineficiencias a la hora de fiscalizar el sistema contributivo.

“Prefiero cualquiera de las cosas que había antes”, dijo Serrano al señalar que en tiempo reciente Puerto Rico ha terminado con un sistema híbrido de tributación.

Tras la adopción de la ley 40 de 2013, se legisló para comenzar a cobrar el Impuesto a la Venta y Uso (IVU) en los muelles.

A cambio del pago del IVU a la entrada, se estableció un sistema de créditos para que los comercios puedan amortiguar el impacto de sacar dinero propio para pagar un impuesto que debe pagar el consumidor.

Pero, según Serrano, el sistema de créditos solo permite recobrar el 75% del impuesto pagado, aún cuando se trata de la compra de insumos comerciales.

Pagando antes de cobrar

“Uno termina pagando (a Hacienda) antes de que hayas cobrado el servicio rendido o de que hayas vendido”, agregó el otrora secretario auxiliar de Rentas Internas bajo la administración de Aníbal Acevedo Vilá.

“Me pregunto cuánto más se va a levantar en recaudos cambiando a un IVA cuando se supone que las empresas grandes quedan fuera de esa tributación. Me pregunto si se van a materializar más recaudos vis a vis los costos que tiene ese sistema”, dijo por su parte, Fuentes.

Del dicho al hecho…  De acuerdo con Fuentes, en teoría, se dice que el IVA “se fiscaliza solo” porque existe un mecanismo de facturas entre comercios o empresas que documentan cuánto se pagó por el impuesto.

Sin embargo, la otrora secretaria auxiliar de Rentas Internas bajo la administración de Pedro Rosselló, manifestó que hay múltiples reportes e investigaciones académicas que concluyen que el IVA no es “infalible” y que se trata de un sistema de difícil fiscalización.

La contadora pública hizo referencia a un informe de la Oficina de Gerencia y Contabilidad de los Estados Unidos publicado hace unos seis años y en el cual se concluye que el IVA tiene serios riesgos de implementación y establecer el sistema toma entre 15 y 24 meses.

“El IVA es particularmente costoso para las pequeñas y medianas empresas”, agregó la contadora al señalar que las empresas tendrán que hacer grandes inversiones para poder cumplir con el cobro del IVA y a su vez, para poder reclamar el crédito a Hacienda.

Horas antes de que Fuentes y Serrano ofrecieran su análisis acerca del IVA, el secretario de Hacienda, Juan Zaragoza, reconoció que adoptar el nuevo impuesto no será cosa fácil.

Aceptó que administrar un IVA requiere muchos recursos e inversiones sustantivas en tecnología.

Pero al mismo tiempo, Zaragoza indicó que la administración del IVA en Puerto Rico no sería muy compleja porque en la mayoría de los casos, la cadena de distribución es muy corta. Es decir que el producto que llega al muelle, a lo sumo, pasa un intermediario. Es decir, del importador al comercio y al consumidor  o del importador al consumidor.

Administración muy costosa

“Si la cadena (de distribución) es tan corta para qué nos vamos a mover al IVA», insistió Fuentes mientras destacaba el alto costo tributario que ya existe en Puerto Rico.

Según Fuentes, administrar el sistema contributivo vigente en Puerto Rico cuesta $2.20 por cada $1,000 de recaudos. En Nueva Zelanda, administrar el sistema contributivo cuesta unos 75 centavos por cada $1,000 en recaudos y en Estados Unidos cuesta unos 45 centavos.

Si Puerto Rico adopta el IVA, de acuerdo con Fuentes, dado que Hacienda no tiene suficientes herramientas se verá forzado a hacer grandes inversiones o en su lugar, contratar a un tercero para que le ayude a fiscalizar el nuevo impuesto.

Una tasa alta por obligación.  Aparte de encarecer la administración tributaria, Fuentes indicó que la literatura en el tema ha concluido que la administración del IVA es tan costosa que para que sea factible tiene que partir de una tasa mínima de 10%. El promedio del impuesto a nivel global ronda 18%, subrayó.

A preguntas de la audiencia en torno a qué tasa se aplicará y qué bienes o servicios, Serrano sostuvo que se desconoce, a la fecha, que tasa aplicará.

El abogado y CPA dijo, sin embargo, que partiendo del informe que radicó el comité de Reforma Contributiva al Gobernador, la tasa que se aplicará será alta, pues se pretende reducir considerablemente la contribución sobre ingresos.

La postura de Hacienda es que el IVA aplicará  a servicios corporativos y que no haya exenciones en los bienes que entren al muelle.

Exenciones y servicios  En ese sentido, tanto Fuentes como Serrano subrayaron que una consideración importante en el IVA es que haya ciertas exclusiones como serían los alimentos, ciertas transacciones financieras o los servicios corporativos o B2B, en inglés.

Fuentes explicó que en distintos países, incluyendo a Singapur e Irlanda, el sector industrial suele estar excluido del pago del IVA si se cumple con un criterio de exportación.

“En el diseño del IVA, Puerto Rico tiene que tener mucho cuidado porque aunque tenemos un sector industrial sólido, ese sector tiene unos retos y la Isla compite con esos países para retener las operaciones”, subrayó Fuentes.

“La diferencia grandísima aquí es se piensa tributar los servicios. Los servicios siempre fueron tributables para los consumidores bajo el IVU, pero no para los comercios”, subrayó Serrano.