El colonial ELA, sus contradicciones y sus desventajas son realmente la causa de esta crisis insalvable.Por: Thomas Rivera Schatz, Vicepresidente PNP 

La semana pasada, en mi columna «Burundanga colonialista I» nos quedamos en la pregunta: ¿Por qué las deudas de la inversión de $73 mil millones en infraestructura y las desventajas de la colonia, nos ha llevado a esta quiebra? Establecimos que la falta de igualdad de esta colonia frente con los estados de la Unión en la distribución del presupuesto federal, ha obligado al ELA a tomar miles de millones en préstamos para satisfacer sus necesidades infraestructurales y las aspiraciones de calidad de vida de los puertorriqueños al estilo USA.

Nuestro nivel de endeudamiento público es mucho mayor que los estados de la Unión que tienen poblaciones similares a la nuestra. Una gran parte de la enorme infraestructura que esos estados han logrado desarrollar ha sido con fondos federales porque anualmente reciben más del doble en fondos federales que el ELA; porque como estados tienen derecho a recibir más que una colonia.

Para tratar de parecerse a un estado de la Unión, la colonia ha tenido que desarrollar su infraestructura con préstamos, emisiones de bonos y, sobre todo, imponiendo las tasas contributivas y tarifarias más altas de los Estados Unidos para poder pagar esas embrollas. El relajo de los préstamos coloniales, sin embargo, se acabó. El intento de hacerle creer a la gente que la estadidad no era necesaria porque aquí ya vivíamos al nivel de un estado, se derrumbó. Era el único callejón al que podía llegar una colonia como esta que quiere vivir el estilo de vida americano, pero sin tener los mismos derechos, responsabilidades y beneficios que un estado de la Unión. Lo repetiré miles de veces más porque esa es la verdad, aunque les mortifique a los burundangueros colonialistas.

El colonial ELA, sus contradicciones y sus desventajas son realmente la causa de esta crisis insalvable. Una crisis sin remedio dentro de la misma colonia. Esta colonia es un círculo vicioso suicida al estilo masivo de Jim Jones en la Guyana. Ahora, este desgobierno nos da el Kool-Aid envenenado de la Crudita, el IVA y todo lo demás. Eso es lo que los burundagueros colonialistas quieren ocultar con los cuentos de que si «somos creativos» y «administramos bien», entonces podemos salvar la colonia. Su «creatividad» y su «buena administración», sin embargo, es continuar destruyendo la economía de familias y de Puerto Rico con los impuestos más altos, los salarios más bajos, el costo de vida más alto y los niveles de pobreza y desempleo más altos dentro de la nación de la que somos ciudadanos.

Es un espectáculo de circo escucharlos en su frenesí intelectual cuando argumentan que la estadidad no es la solución porque ciudades como Detroit en el estado de Michigan y New York City en New York quebraron. Botaron la pelota. Así distorsionan la verdad. Con simplismos con ese es que le toman el pelo a alguna gente. Nunca mencionan que en los Estados Unidos hay más de 13 mil ciudades, 120 de estas con más de 250 mil habitantes. Claro que entre tantas ciudades haya habido algunas pocas en quiebra y las que haya en el futuro. Algunas de esas ciudades en quiebra han caído por mala administración y otros factores que en nada se parecen a los de esta colonia, pero no por la falta de recursos económicos del Tesoro federal. Distinto a los casos de esas ciudades, la quiebra de la colonia ha sido por la falta de recursos económicos y de poderes políticos por no ser un estado y por pretender vivir al nivel de uno. Si Puerto Rico, por ejemplo, recibiera anualmente los $20 mil millones adicionales en fondos federales a que tendría derecho como estado, les aseguro que no estaríamos en la quiebra y ninguna de nuestras ciudades. Esos $20 mil millones anuales adicionales duplicarían el presupuesto consolidado actual de la colonia, incluyendo su gobierno central y todas sus corporaciones públicas. Así de potente sería nuestra economía como estado, sin contar el incremento en otras actividades de desarrollo que se fortalecerían con la estadidad.

Basta ya de tanta burundanguería colonialista. No se puede continuar con la consigna de «colonia o muerte», la que nace de un acomplejado antiamericanismo y un fanatismo nacionalistoide. El cuento ese de que «somos distintos» a otros seres humanos y que por eso debemos vivir separados y fastidiados.

A los burundangueros colonialistas les duele que el tiempo le haya dado la razón al movimiento estadista. Quisieran hacer desaparecer a la estadidad como lo que es, la alternativa real, efectiva y permanente a los problemas económicos y políticos de Puerto Rico, pero no pueden. Ellos saben la verdad y les revienta. Ni la mencionan. Todo se les va en análisis e idioteces creyéndose que lucen intelectuales y que algo resuelven. Mientras no se reconozca que la colonia es el problema y que la estadidad es la solución política y económica, entonces seguiremos de mal en peor.

Cuán rápido podemos lograr la estadidad, solamente depende de la presión que ejerza el pueblo de Puerto Rico. De eso se trata todo esto. A mayor presión, mayor rapidez. Mantenernos en medio de esta burundanga colonialista solo nos conduce a problemas mayores. Cuán rápido podemos ver el mejoramiento de nuestra economía con la estadidad, tan pronto Puerto Rico reafirme masivamente su reclamo de igualdad política y económica. Desde ese momento, todas las proyecciones de los mercados financieros sobre Puerto Rico cambiarían a rango positivo, pues verían con certeza que Puerto Rico se encamina a lograr los recursos para pagar sus obligaciones, sostener a su gobierno, realizar obra e inversión pública, frenar la emigración masiva y fortalecer su actividad económica. Esa, es la solución.

by Israel Roldán