El comisionado residente Pedro Pierluisi aseguró ayer estar listo para la contienda electoral de cara a las primarias del Partido Nuevo Progresista (PNP).
Pierluisi presentó ayer lo que constituirá su primer proyecto de administración en enero de 2017, que consta de una consulta de admisión sí o no, la cual ha promulgado consistentemente, pero atado a la elección de siete delegados que reclamarían la admisión de Puerto Rico como el estado número 51, como propone el Plan Tennessee.
“Como debemos resolver el tema del estatus es de esta manera. Una combinación de la consulta del sí o no, como la que hubo en Alaska y Hawái, y la elección de unos delegados en Washington para lograr admisión. Cinco para la Cámara y dos para el Senado federal”, detalló el comisionado residente en entrevista con EL VOCERO.
Estratégicamente, Pierluisi adelantó su proposición para resolver el problema territorial de los pasados 117 años, al apostar por la combinación entre el plebiscito y el Plan Tennessee, aprobado por la Junta Estatal del PNP en 2006.
“Esto definitivamente debe ser un ‘issue’ trascendental en las elecciones y de igual manera en las primarias que tendremos en el PNP con toda probabilidad. Sí, esta es mi manera de decir: ‘aquí nos vamos a todas’. No hay nada más contundente, no hay manera más clara de proceder que esta, que estoy combinando lo que se hizo en Hawái y en Alaska con el concepto del Plan Tennessee y en una sola gestión”, sentenció.
El proyecto de Pierluisi propone que a través de la Comisión Estatal de Elecciones, se realice una consulta de pueblo el último domingo del mes de abril de 2017 bajo el título: “Consulta sobre la admisión de Puerto Rico como estado de Estados Unidos de América y elección de delegados especiales al Congreso”.
El proceso consistirá de dos papeletas. La primera papeleta contendrá la siguiente pregunta: ¿Debe Puerto Rico ser admitido como un estado de Estados Unidos de América? Sí o No . La segunda papeleta tendría dos columnas y está destinada a que los electores escojan a dos delegados especiales al Senado de Estados Unidos y cinco delegados especiales a la Cámara de Representantes de Estados Unidos
De concretarse una mayoría a favor de la admisión de Puerto Rico como Estado de Estados Unidos, los delegados elegidos comenzarán sus labores de cabildeo en Washington DC a partir del 1ero de julio de 2017; tendrán el cometido de exigir que el Congreso proceda a admitir a Puerto Rico como Estado de Estados Unidos; y sus sueldos y gastos permitidos serán sufragados por la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (PRFAA, por sus siglas en inglés).
Sobre los delegados, enfatizó que su función en ley será abogar por la estadidad. “Como va a tener la carta de triunfo un voto del sí va a tener ya una herramienta que nunca hemos tenido”, sentenció, convencido de que el sí será aprobado por la mayoría de los electores, al igual que el plebiscito de noviembre de 2012.
A preguntas de este diario sobre la necesidad de designar delegados, cuando la consulta estaría avalada por el secretario de Justicia federal, por la Ley P.L. 113-76 que asignó $2.5 millones para una consulta de estatus, aseguró que se trata de “dar la milla extra” para lograr el fin de la estadidad.
“Un sí adelanta muchísimo, pero como sabemos que en el Congreso hay grandes fuerzas y que hay que convencer a todo el Congreso, que son 435 representantes y 100 senadores. Definitivamente el tener a siete delegados trabajando a tiempo completo en esto sería muy bueno”, justificó.
Tras la presentación del plan, Pierluisi urgió por unidad de propósito en las filas estadistas. “Algunos hablan del Plan Tennessee, otros hablan de la consulta del sí o no, vamos a unirnos con la consulta de sí o no con la designación de miembros para que vayan a la Cámara y el Senado a aprobar esto. Creo que de esta manera todos estamos unidos y podemos lograr ese cambio de estatus que necesitamos a la brevedad posible”, apostó el pre candidato a la gobernación.
Explicó que en el caso de que el gobernador hiciera la consulta sí o no antes de que culmine su mandato, lo que restaría es la elección de los delegados.
Para Pierluisi, esta es la única solución, ante la falta de crecimiento económico y la inequidad en la otorgación de fondos. Según el comisionado, si Puerto Rico fuera un estado recibiría $10 mil millones adicionales por año en fondos federales. “Hablar de la crisis fiscal y económica es ilusorio, por no decir irresponsable, si se deja el tema del estatus a un lado”, indicó. Agregó que a su entender el gobierno actual no celebra el plebiscito sí o no, por “miedo a perder”.
Al referirse a los casos de Alaska y Hawái, los últimos dos estados en ser admitidos a la unión tras las consultas de sí o no, manifestó que aumentaron su ingreso per cápita 69% y 52%, respectivamente, en los primeros 10 años. Garantizó además que la estadidad ofrece un estatus digno y permanente, en ruta a un desarrollo económico sustentable, como reza la exposición de motivos de la pieza legislativa.
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