En un momento en que la crisis fiscal y económica es de tal magnitud que estamos a ley de una quiebra total y un cierre parcial del gobierno, los alcaldes populares, sectores del PPD y del pueblo entienden que la administración de Alejandro García Padilla ha sido un desastre y que él no es reelegible. Se rumora insistentemente que habrá de optar por no volver a la Fortaleza y que decidió dejarle la papa caliente a David Bernier.
Señalamos desde un principio que AGP era un riesgo para Puerto Rico por lo que nada de lo que ha sucedido debe de extrañarnos. Dejándose llevar por cara simpática en lugar de intelecto y capacidad, el pueblo voto a favor del epitome de la ineptitud, inmadurez e irresponsabilidad y ante la peor situación en nuestra historia, eligió al peor gobernante posible. Ahí tenemos los resultados.
Bajo circunstancias normales sería el colmo de la irresponsabilidad, tener un gobernador que se juye un año antes de las próximas elecciones y se convierte en “pato cojo” sin poder alguno, lo que representaría tirar al país a una especie de estado anárquico de sálvese el que pueda y a una parálisis gubernamental por todo un año. El gobernador entiende que no puede hacer dos cosas a la vez: gobernar y hacer campaña y que debe dejarle el lio que ha creado a otro para que lo resuelva.
Independientemente de su incapacidad, la renuncia del Gobernador a aspirar a un nuevo término en medio de las actuales circunstancias, transmite un nefasto mensaje a los mercados y al Congreso de los EEUU de que Puerto Rico está al garete. Las implicaciones de esta acción agravarán más la actual crisis.
A pesar de que esta crisis no la crea ni la resuelve un hombre, ni un partido pues es estructural, causada por el colapso del ELA colonial. Esta no se resolverá hasta que se resuelva el problema del estatus como lo señala el informe de Obama del 2011 y lo señaló el Senador Ron Wyden en las vistas del pasado 22 de octubre en Washington DC. Podemos quitar a AGP y poner a Bernier a Bhatia o a quien sea, y esto se pondrá peor si no se resuelve el estatus colonial que tenemos sin mecanismos ni poderes para un desarrollo económico sustentable. No importa a quien se ponga, bajo el actual estatus, la crisis se va a profundizar. No es el jockey, es el caballo.
Ante este escenario renuncia David Bernier a la Secretaría de Estado para posicionarse como opción ante la posible renuencia de AGP a revalidar.
En una encuesta plagada de cuestionamientos sobre su objetividad y de dirigismo político, el Nuevo Día pretendió vendernos a David Bernier como el único candidato capaz de ganar la gobernación a cualquiera de los candidatos del PNP. Eso está por verse una vez se tire al ruedo político y sea candidato. Si Bernier pretende constituirse en candidato, líder y dirigente del pueblo tiene que hablar claro y dejarse de generalidades como hasta ahora. Tiene que expresarse claramente respecto a cómo va a resolver la actual crisis fiscal y económica, cómo va a pagar la actual deuda de $73 billones o decir si no la va a pagar, cómo va a resolver el problema de la tormenta perfecta en los servicios de salud que se nos viene encima tan pronto como el próximo año, cómo va a reestructurar el enorme e ineficiente gobierno actual, si endosa o no una Junta de Control Fiscal Federal que sería un requisito para cualquier ayuda Congresional, cómo va a propiciar el desarrollo de la economía y finalmente, cuál es su posición respecto al desarrollo del ELA.
Bernier intentará desligarse de las nefastas políticas y decisiones de AGP pero no puede pues ha sido el segundo en mando en la línea de sucesión. Ha sido cómplice de las políticas nefastas y del desgobierno que padecemos. Si no comulgaba con ellas ha debido hacer lo que hizo Bhatia, Yulín y los disidentes: objetarlas. O lo que hizo Ingrid Vila: Renunciar.
Ya se lo señaló el portavoz de la mayoría en el Senado, Aníbal José Torres, criticándolo por pretender desvincularse de la administración AGP por aspiraciones políticas: “Lo que pasa es que no podemos ser populares por conveniencia. Uno es popular y es miembro de la administración que dirige Alejandro García Padilla. Si hay políticos que piensan distanciarse de eso, cometen el error de aferrarse a una campaña personalista”, opinó acerca de Bernier. Ya veremos si este aguanta lo que viene…
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