El Tribunal Supremo de Puerto Rico – Politiqeando los Populares que No Respetan la Constitución Ni las Leyes

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by Israel Roldán  El Tribunal Supremo de Puerto Rico está compuesto por 9 jueces cuya integridad, capacidad e imparcialidad debe de estar libre de toda sospecha.

Bajo las administraciones de don Luis Muñoz Marín y don Roberto Sánchez Vilella  todos los jueces eran abogados identificados con el Partido Popular Democrático. Hubo un juez que luego fue representante por acumulación del PPD. Nadie protestaba por el control del PPD en la judicatura.

Cuando fue gobernador don Luis A. Ferré surgieron vacantes y sus nominados no fueron confirmados por el Senado que lo controlaba el PPD, con Rafael Hernández Colón como su presidente. El primer Juez del Tribunal Supremo que no era popular lo nombró Carlos Romero Barceló en su primer cuatrienio.

El dominio absoluto del PPD sobre el Tribunal Supremo terminó con el Gobernador Fortuño. Los populares pusieron el grito en el cielo. Atacaron al PNP por querer controlar los Tribunales. Acusaron que se trataba de un golpe a la Democracia. Que era una burla a la Justicia, etc.,etc. Claro está cuando ellos lo hicieron años antes, estaba bien hecho que todos los Jueces del Tribunal Supremo fueran del PPD. Tuvieron un ataque de el síndrome de memoria corta.

Lo mejor fue cuando dijeron que el Partido Popular no politizaba la judicatura.
Ahora resulta que hay seis Jueces del Supremo nombrados por un gobernador PNP y tres por un gobernador PPD. Los jueces tienen que retirarse por mandato de Ley a los 70 años. La actual Jueza Presidenta, que la nombró la gobernadora Sila Calderón, cumple la edad de retiro semanas antes de las elecciones. Como saben que el PPD va a perder las elecciones, hoy se anunció que ella va renunciar para así permitir que García Padilla nombre a su sustituto. La consigna es no permitir que Pierluisi nombre a un Juez del Tribunal Supremo.

Si lo que dice la prensa es cierto la Jueza Presidenta le hará un gran servicio al PPD. De igual forma habrá politizado la Judicatura de Puerto Rico como ningún gobernador, juez o político lo hizo o intentó hacerlo en nuestra historia. Que luego no se quejen.
Como decía mi padre, es predicar la moral en calzoncillos.