El desgobierno de la actual administración bajo el PPD no tiene rumbo para encaminar los intereses del Pueblo. El desgobierno solo le guía su afán para auto-perpetuarse, con el único propósito de alimentarse a si mismo; mientras aniquilan los bolsillos y esperanza de los demás. Cualquier reclamo de sensatez y prudencia por parte del Pueblo, se rebota con la punto de la bota de hierro de quienes buscan aferrarse al poder. Hace años que una escaramuza entre manifestantes en el Capitolio rajó la bóveda de cristal que artificialmente preserva la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico (ELA). Hoy, sale a relucir como los(as) administradores del territorio-colonial a través del tiempo hacían añicos las garantías de la Carta Magna de nuestro contrato social. El despilfarro, robo y – o corrupción tornó creativos a los(as) administradores coloniales inventando al margen de la ley, la consabida “deuda extra-constitucional”.
La austeridad que hoy día se nos exige al Pueblo, no encuentra eco en quienes ven en las arcas públicas su alcancía personal. El gasto millonario en consultores externos y campañas de medio de relaciones públicas, sin proveer informes financieros auditados para justificar esquilmarnos el último centavo en nuestros bolsillos, es disonante. Sus acciones hablan por si solas. Veamos.
¿Cómo es que casi $27 millones más tarde de una contratación de recursos externos para “re-organizar” la deuda pública de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), al día de hoy en una isla tropical en que abunda el sol, el viento y el mar, no hay una propuesta contundente de cambio hacia energía renovable? Por el contrario, se pretende invertir en una infra-estructura para cambiar una fuente de combustible fósil por otra; ahora gas natural. ¿Cómo luego del ajetreo legislativo para crear una entidad fiscalizadora para mantener a la raya la tarifa de electricidad, la contratista externa Lisa Donahue, como si fuese una czarina, insiste en lo contrario o amenaza con que se caerá el plan negociado con los acreedores de la AEE? ¿Cómo permitió que esa ficha de alza tarifaria se colara en el acuerdo con los acreedores? ¿En qué parte del contrato social democrático se utiliza de sello de goma a la Rama Legislativa– la rama del poder que representa al Pueblo– para acuerdos tomados a sus espaldas a puerta cerrada por contratistas externos?
De otra parte, la licenciada Melba Acosta, Presidenta del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), tira sus últimas cartas sobre la mesa. En el juego de las apariencias, la licenciada Melba Acosta baraja su paca de cartas del nuevo juego “voluntario”. Su estrategia parece ser la de consolidarlo todo. Primero, propuso que se depositaran en el BGF la mayor cantidad de fondos públicos dispersos en otras instituciones bancarias para tener “liquidez”. En segundo lugar, se pretende consolidar la mayor parte posible de la deuda pública de casi $73 billones, intercambiada por un “superbono criollo”. En tercer lugar, en vista de que el gobierno federal de los EEUU no les compró su propuesta de garantizarlo, ahora trasluce que como posible fuente de re-pago, ¿el ELA pondrá en un solo pote los distintos tipos de recaudo? ¿Cuál es la nueva estructura de pago que se cocina? ¿Los fondos de COFINA, los impuestos sobre el petróleo (“cruditas”), entre otros, legislados para un propósito específico de repago, se consolidarán en un “super-fondo” ? ¿Se revocarán los contratos con los(as) acreedores que habían invertido su dinero en unas partidas de deuda, garantizadas con unas fuentes legisladas de re-pago específicas? Es decir, ¿las fuentes de repago de COFINA y la “crudita” están generando recaudos por encima de sus expectativas originales, cuyo sobrante se pasará para pagar otra deuda? ¿Cuál va a ser la estructura del orden de pago? ¿Se desviará todo recaudo hacia el pago de esta nueva estructura de deuda, obviando el orden de prioridades anteriores, al distribuirse por partes iguales a través del espectro de deuda? ¿Quiénes van a tener preferencia de pago al amparo de la Constitución del ELA? Por otro lado, los tenedores de bonos que no quieran hacer el intercambio al nuevo “superbono criollo”, ¿les honrarán el pago de sus bonos bajo los términos y condiciones originales? ¿Qué ocurrirá con estos bonistas individuales, si no se someten al nuevo orden?
La estrategia de la czarina de electricidad se repite a más grande escala. Bajo la amenaza de posible impago, se va en secreto ante acreedores con una oferta, mientras la legislatura se usará como sello de goma para cerrar acuerdos con broche de sangre. ¿Dónde quedó la transparencia?
You must be logged in to post a comment Login