El reciente anuncio del gobierno en torno a la nueva proyección de recaudos del Secretario de Hacienda, por debajo del estimado original en más de $500 millones para el año fiscal en curso, representa el empeoramiento de la crisis fiscal y económica de la Isla, según coincidieron varios economistas del país.

Los mismos aseguran que esta tendencia a la baja es reflejo de una sobreestimación de los recaudos, sin haberse tomado en cuenta la emigración y el efecto real en el consumo, ante la consistente alza en impuestos.

El economista Alfredo González sostuvo que continúa la tendencia de empeoramiento de la crisis del país, aclarando que esa merma es un reflejo de causa y efecto. Por un lado la economía se sigue contrayendo, lo que permite que los recaudos disminuyan y como reacción de ello, los negocios reducen sus actividades y los consumidores hacen lo propio en sus compras. “La economía se sigue contrayendo y no es una estrategia, son procesos normales que se han ido empeorando desde el 2006 y que no importa las medidas que se tomen seguirá su curso al deterioro hasta que llegue al fondo. Contrario a lo imaginado, aun no se ha tocado fondo, este proceso todavía se prolonga por unos seis a siete años más. Se trata de una crisis estructural, donde las instituciones se siguen deteriorando hasta que no funcionan, para entonces comenzar su recuperación. Al fondo, aún no se ha llegado”.

Para muchos economistas, como es el caso de José J. Villamil, este desfase en los recaudos responde a una economía que se contrajo más de lo proyectado por la Junta de Planificación. “Nadie estimó que la contracción económica iba a ser tan abrupta, producto de un sistema contributivo tan complejo, que invita a la evasión y una emigración tan elevada, que reduce el consumo y por ende el recaudo por efecto del IVU. No se tomaron las debidas previsiones para el tipo de contracción económica que ocurrió y se estimaron los recaudos en torno a un número poblacional irreal”.

Asimismo, otro sector de los economistas opina tratarse de sobreestimados para cuadrar el presupuesto basado en partidas irreales. Jaime Benson, entiende ser la práctica y no excepción del gobierno en mantener el patrón de sobre estimar los recaudos, creando una falsa realidad económica. Aclaró que la imposición de tantos impuestos lejos de incrementar los recaudos los reduce, porque abruma la actividad económica, contrayendo todos los sectores económicos. “A mayor la tasa impositiva, menor los recaudos. Estamos convencidos que a fuerza de impuestos no se levanta una economía en contracción, se necesita incentivar para allegar inversión y generar confianza”.

En un sentido muy similar se expresó el economista Antonio Rosado, quien sostuvo que esta merma en recaudos es reflejo de que el déficit gubernamental es más grande que lo proyectado. “En momentos donde no existe la posibilidad de tomar prestado, se acrecienta la posibilidad de incumplir en todo tipo de responsabilidad y darle continuidad a la operación gubernamental. El gobierno tiene que entender que es imperante reducir el gasto, si quieren mantener el aparato gubernamental funcionando, aunque sea bajo una causa perdida”.

Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.