Agustín Santiago/EL VOCERO

En el pasado la política del Estado Libre Asociado de Puerto Rico (ELA) también fue desvirtuada con eventualidades que consiguieron cambiar la percepción pública de los electores sobre los principales partidos políticos.

La reciente intervención de las autoridades federales en el Partido Popular Democrático (PPD) no fue una excepción, según las opiniones de algunos analistas políticos del País.

Sus reacciones fueron diversas y hasta incluso, algunos han recomendado que los líderes del Partido Popular Democrático (PPD) deben reclamar la renuncia del gobernador Alejandro García Padilla, quien mantenía una relación bastante cercana con el empresario Anaudi Hernández.

El primero en ofrecer sus declaraciones a este medio fue el exsenador, Eudaldo Báez Galib, quien sin tapujos reconoció que el Partido Nuevo Progresista (PNP) también pasó por varias eventualidades donde la imagen de sus principales fuguras fue afectada negativamente por los propios integrantes de la colectividad.

“Mi impresión de esto es que en cualquier partido político esto tiene efectos negativos, hemos pasado por esto en el pasado. Recordamos como en el PNP ocurrió algo más amplio de lo que ocurrió aquí”, afirmó.

Para Báez Galib hay dos factores que impiden que oficialmente se forme una idea sobre las repercusiones de las acusaciones del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés). El primero de los factores que mencionó fue que todavía no se ha comprobado las acusaciones contra las diez personas implicadas en el esquema de corrupción pública y la segunda es que todavía hay algún tiempo para que los funcionarios del PPD reaccionen al suceso.

Señaló además que gran parte de lo que sucede se debe a las decisiones del electorado en cuestiones políticas. “Tenemos un electorado que en gran medida es responsable de todo lo que está ocurriendo”, añadió.

Respecto a la respuesta del gobierno ante lo ocurrido, Báez Galis opinó que hubo fallas.

“La primera (reacción) debería ser enérgica, cuando digo enérgica me refiero en grandes proporciones. Yo creo que el liderato máximo debería reaccionar inmediatamente inyectándose en estas investigaciones”, abundó.

A su juicio, la parte débil de todas las administraciones de la Isla ha sido en la respuesta y que debido a esto es que se continúan repitiendo estos esquemas. “Esa es la parte débil de que aunque la gente ha ido a la cárcel, nunca han tenido que reponer de una forma visible y real”, puntualizó.

Entretanto, el profesor de Derecho y analista político Carlos Díaz Olivo, no dudó en comentar que la operación “Botín de Guerra” afectó “irremediablemente” al PPD.

“Mientras más se prologue esto con Alejandro siendo candidato afecta el partido y lo sigue marcando, mientas Alejandro siga allí, lo sigue afecta. A medida que toda esta situación crea una imagen negativa las posibilidad de triunfo del partido se complica’, dijo Díaz Olivo a EL VOCERO.

Incluso, Díaz Olivo dijo ayer durante su programa de análisis transmitido por WKAQ que la moral del gobernador fue destruida en su totalidad. Agregó que la figura del poder ejecutivo carece de respeto intelectual.

“Yo no sé cómo el país y el PPD pueden lidiar el país con un muerto en términos de viabilidad operacional gubernamental de política pública porque no hay manera de que el gobernador, no tiene nada. Lo digno aquí sería que el gobernador no aspire a la reelección, es que no puede gobernar. Debe renunciar a la gobernación”, sostuvo en su programa radial.

Asimismo, mencionó que el hecho de que aún le quede un año a García Padilla bajo el mandato no solo afectará la imagen del PPD, sino que la del pueblo en general.

Entretanto, el licenciado Luis E. Pabón Roca consideró en ese mismo espacio radial que solicitar la renuncia del gobernador es un acto de extremismo que no traería grandes consecuencias. Además, anticipó que el futuro del PPD bajo el mandato se hará más complicado cada vez.

“Yo creo que hay que distinguir entre lo que es ser gobernador de Puerto Rico y cómo esto lo afecta políticamente. Para empezar, ha sido muy cuidadoso las autoridades federales en dispararle tiros cercanos sin dispararle a él (el gobernador)”, indicó.

Destacó además que el operativo federal fue hecho con la intención de redefinir el futuro político de Puerto Rico y señaló que el discurso del jefe del FBI en Puerto Rico, Carlos Cases, le pareció un lenguaje meramente político. 

De cuatrienio en cuatrienio

Las expresiones de los analistas políticos abordados por este medio están en la misma línea con lo que mencionó la exsecretaria de la Gobernación, Ingrid Vila Biaggi, sobre el modo operacional del PPD y del PNP y su experiencia como exfuncionaria de alto perfil de la administración de turno.

Las expresiones de Vila se desprenden de su portal digital llamado “Cambio”, espacio que la exfuncionaria escogió para expresar su indignación por la política partidista mediante un escrito que tituló “Por la puerta de atrás”.

“Y aunque hay que reconocer que en ambos partidos hay personas que se indignan y denuncian el inversionismo político, la realidad es que tanto el PNP como el PPD se han tornado en instituciones por cuyas venas corre la ambición desmedida del lucro”, escribió.

Agregó que “no importa que a la mona la vistan de seda: no importa a quien estos partidos postulen como sus candidatos. Pues cuando usted vota hoy en día por esos partidos, no está votando por el candidato, está votando por el grupo de personas que está detrás, listo para recibir el batón y correr para ver quien obtiene los contratos de las agencias o quien logra acceso por el portón de atrás”.

A su juicio,  en cada año eleccionario aparecen nuevos cabilderos para mover las fichas a su conveniencia.

“La transición oficial entre el gobierno entrante y el saliente no se da en el Departamento de Estado; se da tras bastidores, entre contratistas e inversionistas políticos que salen y entran de un partido y otro. Por eso también vemos reacciones tan cautelosas y generales de los políticos ante situaciones como esta”, manifestó.

Vila Biaggi recordó sus comienzos como secretaria de la gobernación, los cuales describió como una experiencia difícil y en la cual tuvo que “nadar contra la corriente” para revertir prácticas en la estructura gubernamental.  Detalló que se dedicó a trabajar para que el gobierno hiciera bien las cosas, sin embargo otros encontraron las vías para salirse con la suya.