El exgobernador Carlos Romero Barceló tiene la solución, según asegura, para lidiar con la crisis económica que atraviesa el país.

“Es obvio que el problema básico es uno de status y la solución es clara: es lograr la igualdad política y de oportunidad económica. Lo que está pidiendo el gobernador Alejandro García Padilla y el Partido Popular Democrático son migajas de la estadidad comparado con la igualdad política que se logra al día después con la estadidad”, dijo el también excomisionado residente en Washington.

Recalcó que tan pronto el país obtenga la estadidad, se consiguen todos los beneficios para programas como el Medicaid. Al cuestionarle sobre cómo lograr la estadidad, Romero Barceló dijo “hay que exigirla”.

“Es cuestión de exigirla. El Plan Tennessee está fuera de época, obsoleto. Hoy día es mejor y cuesta menos unos buenos cabilderos y abogados, y una buena firma de publicidad para que Estados Unidos entienda. Lo logramos si lo exigimos. No implorando, ni pidiendo migajas”, recalcó.

Calificó como “una falta de respeto” que el gobierno de Puerto Rico acuda a Washington en busca de ayuda para lidiar con la crisis fiscal. Sin siquiera tener datos precisos sobre las finanzas del país.

Pese a los reclamos de ayuda del liderato del país, encabezado por el gobernador Alejandro García Padilla, el Congreso negó al gobierno de Puerto Rico un mecanismo para reestructurar su deuda o decretar una moratoria para que los acreedores no pudan demandarle.

Para Romero Barceló  lo que impera es exigir la estadidad, y en el ínterin exigirle a cada agencia de gobierno que ahorre un 10% en gastos.

“Para evitar el despilfarro y el mal uso de fondos”, afirmó. 

Igualmente, dijo que hay que detener la imposición de nuevos arbitrios hacia la clase media y pobre del país. En cambio, propuso que se le suba el impuesto de 4% que tienen las empresas foráneas y se lleve a un 12%.

“No podemos seguir imponiéndole más contribuciones a la clase media, a policías, enfermeros, maestros a los empleados de la empresa privada”, sentenció.

Aseguró que al subirle la tributación a las empresas foráneas, el gobierno allegarían a sus arcas aproximadamente $4,000 millones adicionales que ayudarían a “capitalizar el Sistema de Retiro de los empleados públicos”.  “Hay que buscar dinero donde hay y no donde no lo hay, y no seguir perjudicando la economía imponiendo contribuciones por consumo al pueblo”, agregó.