El pasado jueves 24, el Gobierno de EE.UU. aseguró en el Tribunal Supremo de los EE.UU. que Puerto Rico es un territorio.

En una acción contundente, el procurador general de Estados Unidos, Donald B. Verrilli Jr., representando al gobierno federal ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en el caso Puerto Rico v. Sánchez Valle, emitió un alegato de 43 páginas en oposición a la posición del actual gobierno de Puerto Rico que entiende que la isla tiene soberanía separada por lo cual puede juzgar a un acusado independientemente que este ya haya sido juzgado en el tribunal federal.

Ese alegato es el documento más completo publicado por el gobierno de Estados Unidos sobre el tema del estatus político de Puerto Rico. En él -sin ambigüedades- el Gobierno de Estados Unidos rechaza la afirmación hecha por los líderes del PPD de que con la aprobación de la Constitución de Puerto Rico en el 1952, se cambió el estatus colonial de Puerto Rico. Rechaza la afirmación hecha por los líderes del PPD por décadas, de que la relación entre Estados Unidos y Puerto Rico es un ‘pacto’ que los Estados Unidos no pueden modificar unilateralmente. Rechaza además la afirmación hecha por el PPD de que Puerto Rico tiene un estatus ‘especial’.

Lo señalado por el procurador general no es nada nuevo. Todo esto reafirma lo que en 1950, refiriéndose al proyecto que Truman convirtió en la Ley 600, el comisionado residente Antonio Fernós Isern manifestó que dicho estatuto “no cambiaba el estatus de Puerto Rico en lo referente a los Estados Unidos… no alteraría los poderes soberanos adquiridos por los Estados Unidos bajo los términos del Tratado de París”. Esta realidad de subordinación consta además en todos los informes presidenciales de la Casa Blanca de Bush y Obama. Veamos: en la página 6 del informe de 2007 de la Casa Blanca de Bush, se señala…”El Departamento de Justicia Federal en 1959 concluyó que Puerto Rico permanece como territorio incorporado (colonia) y que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos aunque reconoce que PR ejerce una autonomía política sustancial bajo el presente sistema de Commomnwealth, permanece totalmente sujeto a la autoridad congresional bajo la cláusula territorial”. En la página 28 del Informe de la Casa Blanca de Obama de 2011 se señala que “Con la opción de Estado Libre Asociado, Puerto Rico seguirá regido, como lo está ahora, por la cláusula territorial de la Constitución de Estados Unidos”.

Como vemos, desde el mismo instante que comienza a regir la ley 600 se aceptaba y se tenía claro que esta le otorgaba a Puerto Rico el derecho de establecer un gobierno y una constitución solamente para la administración estrictamente local o interna del gobierno de Puerto Rico. Parece que el liderato del PPD no lee, o no le conviene entender lo que lee. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Inmediatamente los populares pusieron el grito en el cielo y manifestaron que no están de acuerdo con ese escrito. En actitud desesperada, el gobernador, mediante una carta -que él posiblemente no escribió- acudió a la ONU a quejarse alegando que hace 60 años el gobierno de los Estado Unidos engañó a Puerto Rico y al mundo al solicitar remover la isla de los territorios coloniales. Bueno pues habrá que darle pan pan o regañar a los Estados Unidos, pero eso no cambia la realidad de que seguimos siendo un territorio no incorporado (colonia) bajo los poderes plenarios del congreso. En última instancia, no creo que a los Estados Unidos le importe mucho lo que diga la ONU sobre la isla.

Bhatia señaló que ante esta situación es necesario un cambio en nuestra relación con los Estados Unidos. ¡Por fin se han dado cuenta de lo que desde hace tiempo es evidente y que los populares han querido ocultar para seguir engañando al pueblo! Que el ELA es, y siempre ha sido, una colonia… que ya esta colonia implosionó y que es necesario un cambio de estatus. Para descartar el actual estatus colonial, solo tenemos dos opciones convertirnos en un estado o en una nación independiente y soberana con o sin asociación, lo que significaría -en este último caso- que las futuras generaciones de residentes de la isla no serían ciudadanos norteamericanos y habría que decirle adiós a los derechos y beneficios que esta ciudadanía nos brinda así como a la paridad en fondos federales a los que con la estadidad tendríamos derecho. ¡Popular… piénsalo bien! No dejes que te engañen más.

Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.

José M. Saldaña   Ex presidente de la Universidad de Puerto Rico.

LA CARTA DEL GOBERNADOR

por Israel Roldán 

Ante el revuelo que ha causado el escrito del Procurador General de los Estados Unidos ante el Tribunal Supremo, el Gobernador le dio las quejas al Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, quien es de Corea. La carta de tres páginas es una sucinta relación histórica de la creación del ELA y una queja parecida a la del niño que su hermano mayor le agredió y sale corriendo a darle la queja a sus padres. Yo me temo que con todos los graves problemas mundiales que tiene el Secretario Ki-Moon, poca atención si alguna le dará a la carta del Gobernador. Es increíble que ante la trascendencia histórica de lo que está ante la consideración del Tribunal Supremo, lo único que se le ocurrió al Gobernador es la dichosa queja. Mi padre decía que no se le puede pedir peras al olmo. Tenía que venir el «americano» a decirle a los populares, lo que los estadistas y los independentistas venimos diciendo desde 1952, el ELA es una colonia. Y sigo citando los refranes de mi padre, la mona aunque se vista de seda, mona se queda. Puerto Rico está sujeto a los poderes plenarios del Congreso por disposición expresa de la Cláusula Territorial de la Constitución de los Estados Unidos. O sea somos y hemos sido una colonia de Estados Unidos desde 1898. La misma Constitución no permite que pueda haber un ELA fuera de la Cláusula Territorial. O sea solo podemos ser Estado, República o colonia. Lo que venimos diciendo desde 1952 ahora se lo dice el «americano» y el Gobernador sale corriendo a darle la queja a Ban Ki-Moon. Que falta de liderato, verticalidad y valentía.   Señor Gobernador aprenda de Pierluisi que le dijo al Congreso,  darme la Estadidad o la Independencia. Basta ya de la denigrante condición de ser una colonia. Muñoz Marín gritó en el 1940, » vergüenza contra dinero», señor gobernador que le pasó a usted con la vergüenza.