Trump, el nuevo Tea Party – Por: José A. Delgado 06 de marzo de 2016

DESDE WASHINGTON

Por:   José A. Delgado    06 de marzo de 2016

Trump, el nuevo Tea Party

Importantes sectores del llamado ‘establishment’ republicano cierran filas para tratar de frenar al empresario Donald Trump.

Les causa ansiedad la posibilidad de que el magnate estadounidense – impredecible-, sea imparable y se convierta en el candidato del Grand Old Party (GOP) a la Casa Blanca.

Los pasados candidatos del GOP a la presidencia de Estados Unidos, John McCain y particularmente Mitt Romney, por ejemplo, han salido a embestir a Trump, como parte de un esfuerzo que incluye millones de dólares en publicidad de comités de acción política.

Marco Rubio (horizontal-x3)

Marco Rubio arrazó en Puerto Rico

Los epítetos vuelan.

“Donald Trump es un farsante, un fraude”, ha indicado Romney.

El senador Marco Rubio (Florida), ahora el precandidato del establisment, ha acusado a Trump de ser un “estafador” y de querer secuestrar los “ideales conservadores” del Partido Republicano de EEUU.  Trump llama a Rubio “un peso liviano”. Al senador Ted Cruz (Texas), ahora  su principal oponente, Trump lo describe como un “mentiroso”.

Pero, la primera prueba no les dio buenos resultados a la campaña de la maquinaria republicana en contra de Trump.

El empresario Trump ganó anoche dos de las cuatro contiendas de las primarias del GOP. Obtuvo el premio mayor en Luisiana y triunfó en Kentucky, para dividirse la noche con el senador Ted Cruz, quien obtuvo otras dos victorias (Kansas y Maine).

Rubio no tuvo presencia real anoche en el horario estelar de las cadenas CNN y Fox, que  presentaron breves imágenes de que estaba en Puerto Rico – con poca asistencia según un vídeo de CNN-, pero sin sonidos de su mensaje.

En momentos en que la contienda parece ser entre dos, Trump y Cruz, el magnate estadounidense le pidió anoche a Rubio que se retire. Pero, un portavoz de Rubio sostuvo que Trump quiere evitarse una derrota en Florida.

Al terminar la noche del llamado súper sábado, Trump lidera aún las primarias presidenciales republicanas. El objetivo real de sus oponentes es realmente evitar que logre los 1,237 votos que necesita para ser proclamado el 21 de julio como el candidato del GOP para las elecciones del 8 de noviembre. Los que así piensan apuestan a que se pueda seleccionar en la convención otro candidato.

Para lograr eludir a Trump y proclamar en julio otro candidato, de acuerdo a las normas del Partido Republicano de EEUU, un precandidato debe haber ganado por lo menos ocho contiendas. Hasta el momento, Trump  ha ganado 12, Cruz 6 y el senador Rubio solo una.

Los estrategas de Trump advierten que los que persiguen una convención abierta van a fallar porque el empresario no es un candidato tradicional y se ha convertido en un movimiento dentro del GOP. Dicen que las próximas semanas le consolidarán.

Sus oponentes critican a Trump que haya cambiado de posición o emitido posiciones conflictivas sobre varios asuntos. Resaltan además su falta de profundidad al tratar asuntos de política pública doméstica e internacional.

Pero, Trump parece seguir ganando gracias a sus duras – y prejuiciadas- expresiones sobre inmigración, la insistencia en resaltar su defensa del derecho a portar armas, la afirmación de que nadie será más fuerte que él en la lucha contra terrorismo, y su insistencia de que es el candidato desvinculado de cabilderos y la maquinaria republicana.

“Los otros políticos están comprados”, dijo ayer Trump, en un foro en Orlando (Florida), donde intenta sacar de carrera al senador Rubio, a quien ha aventajado en las encuestas de ese estado.

Trump – un precandidato presidencial que inició su campaña denigrando a los indocumentados mexicanos-, se percibe cada vez más como el ‘Tea Party’ de 2016.  Los ataques recientes de Rubio y la maquinaria no parecen haber debilitado su base, dependiente en gran medida de los electores blancos no hispanos sin educación universitaria, insatisfechos o con coraje con el gobierno. El apoyo que ha generado su precandidatura de parte de grupos xenófobos avivan los temores.

En Puerto Rico, la mayor parte de la estructura directiva del GOP  – como en otras jurisdicciones-, está ahora con Rubio, después de haber estado con Jeb Bush.

Hoy, en la Isla, la esperanza de los seguidores de Trump es evitar que Rubio gane el 50% más de uno de los votos  que aseguran a un  precandidato los 20 delegados que se disputan en los caucuses de la isla.

Ha llamado la atención cómo los principales dirigentes del grupo que se vincula con los republicanos de EEUU han eludido al otro precandidato hispano del GOP, el senador Cruz, quien en este momento se perfila como la alternativa a Trump.

Tras Cruz ganar Iowa a principios de febrero, la presidenta del Partido Republicano de EEUU en Puerto Rico y precandidata a comisionada residente en Washington, Jenniffer González, prefirió destacar los resultados obtenidos por Trump y Rubio. “No tan solo es significativo la posición de casi ganador que obtuvieron Donald Trump y el senador Marco Rubio, sino que también tiene un gran significado político el que un latino alcanzara el tercer lugar entre aproximadamente una decena de aspirantes”, dijo entonces González.

Nada sobre el otro precandidato hispano, Cruz, de padre cubano, quien fue el ganador.

Esta semana, la delegada Zoraida Fonalledas sostuvo que “nosotros somos latinos y somos americanos” y “de todos los candidatos en ambos partidos, solo (Rubio) sabe lo que esto significa”.

Rubio estuvo perdido en acción en el debate sobre la estadidad tras el plebiscito de noviembre de 2012, pero en septiembre pasado, en su primera visita de la campaña presidencial a la Isla, apoyó  que Puerto Rico se convierta en el estado 51 de EEUU.

El senador Rubio no ha comprado el plan de Ricardo Rosselló y Jenniffer González para que la próxima consulta sea una oferta formal del Congreso para admitir a Puerto Rico como estado 51.

En vez, parece coincidir con la idea del comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, quien es demócrata, para utilizar los $2.5 millones asignados por ley federal para que la Legislatura de Puerto Rico reglamente un referéndum estadidad sí o no.

Sin Jeb Bush ni Ben Carson en la contienda y con Hillary Clinton teniendo que complacer a penepés y  populares, Rubio, sin embargo, es  en estos momentos el precandidato presidencial más cercano a los estadistas.

Rubio ha sido además el único de los  precandidatos presidenciales republicanos que queda en la contienda que se ha expresado sobre la crisis fiscal de Puerto Rico, al rechazar consecuentemente que el Congreso legisle ahora para incluir a las empresas públicas puertorriqueñas en el capítulo 9 de la ley federal de quiebras. En eso choca con el gobierno de Puerto Rico, pero también con el responsable de su campaña en la Isla, José Fuentes Agostini, y el exgobernador Luis Fortuño, que favorecen el proyecto 870 del comisionado Pierluisi a favor del acceso de las empresas públicas de la Isla al capítulo 9.

El senador Rubio, quien ha recibido importantes donativos políticos de ejecutivos de firmas de inversiones, coqueteó inicialmente con la posibilidad de apoyar legislación a favor de la inclusión del gobierno de Puerto Rico en el capítulo 9, según su colega demócrata Richard Blumenthal (Connecticut).

Rubio se ha expresado además a favor de que Puerto Rico tenga paridad en el programa Medicare y acceso al crédito contributivo por ingresos devengados (Eitc).

Pero, Rubio se juega la vida de su campaña presidencial el día 15 en Florida y su futuro está nuboso, aún ganando su estado.

Los principales líderes republicanos boricuas de la Isla seguramente estarán en los próximos días dándole la mano a Rubio en Florida central. Si Rubio se les cuelga en Florida,  se le agotan los aliados naturales. A menos que Rubio o John Kasich tengan un repunte en los próximos nueve días, pueden tener que escoger entre Trump y Cruz,  desvinculados de la estructura oficial del GOP que ellos representan.

UNCATEGORIZED

DESDE WASHINGTON

Por: José A. Delgado    07 de marzo de 2016

Cruz se consolida como el perseguidor de Trump

El senador Ted Cruz (Texas) consolidó este fin de semana el segundo puesto en las primarias presidenciales republicanas y fortaleció el argumento de que es la alternativa para tener un uno contra uno frente a Donald Trump.

Con sus cómodas victorias en los caucuses de Kansas y Maine, y sus segundos puestos en las primarias de Luisiana y los caucuses de Kentucky, Cruz obtuvo la mayoría de los delegados republicanos del “súper sábado”, con un total de 68, según los cálculos de CNN.

Trump evitó un golpe al ganar las primarias de Luisiana y los caucuses de Kentucky. En total logró 54 delegados, para mantener su liderato 389-302 frente al senador Cruz.

El senador Marco Rubio (Florida) ganó ayer los caucuses de Puerto Rico y los 23 delegados de la Isla, luego de tener una mala noche el sábado. No se esperaba que ganara algún evento el sábado, pero quedó en un distante tercer lugar en tres contiendas e incluso por debajo de John Kasich en Maine.

Rubio sigue en un lejano tercer puesto, con 149 delegados.

Kasich, gobernador de Ohio, está último, con 37 delegados.

Tanto Trump como Cruz han pedido a Rubio que se retiren. Pero, Rubio ha hecho claro que espera vencer a Trump en Florida, el gran premio de las primarias del 15 de marzo y donde las encuestas en este momento auguran una victoria del magnate de bienes raíces.

Florida y Ohio, la semana próxima, tienen las primeras contiendas republicanas en que el ganador se lleva todos los delegados, 99 y 66, respectivamente.

Como Rubio en Florida, Kasich apuesta a revivir su campaña en su estado de Ohio.

Trump es por el momento el gran favorito de Florida. El promedio de encuestas de Real Clear Politics le otorga 44.7% frente al 26% de Rubio. La encuesta más reciente en Ohio – realizada en febrero  por el Instituto Electoral Quinnipiac-, otorgaba a Trump 31%, frente al 26% de Kasich y el 21% de Cruz.

“Si el partido quiere frenar a Trump…tienen que conseguir (que Kasich y Rubio se quiten ya), ahorrándole a Rubio la vergüenza de perder su estado”, indicó la estratega republicana Mary Matalin, en el programa Meet the Press(NBC).

Pero, la fórmula que abre más la puerta a que ningún precandidato presidencial republicano llegue a la convención de julio en Cleveland (Ohio) sin la mayoría de los 2,272 delegados necesarios, es que el gobernador John Kasich gane su estado de Ohio y Rubio en Florida.

Si Trump pierde en Ohio y Florida, NBC calcula que necesitará ganar las demás primarias con al menos 67% de respaldo, lo que parece improbable. Mañana, los republicanos se enfrentarán en Michigan (con 59 delegados), Mississippi (40) e Idaho (32).

“Espero que Rubio gane Florida, Kasich Ohio. Pero, si tengo que apoyar a Ted Cruz sobre Donald Trump lo haré”, dijo el senador Lindsey Graham (Carolina del Sur), quien afirmó que tras vencerlo en seis ocasiones, Cruz “ha presentado el mejor caso de que puede derrotar a Trump”.

Las expresiones de Graham son importantes pues ha bromeado que tan malas son las relaciones de Cruz con sus colegas en el Senado que si alguien le matara frente a ellos y tuvieran que ser el jurado, no habría un veredicto de culpabilidad.

Mañana, los republicanos tienen contiendas en Michigan, Mississippi, Idaho y Hawai. Trump ha estado al frente en las encuestas de Michigan y Mississippi, cuyos eventos son primarias, las que suele dominar.

Trump ha ganado 12 contiendas, frente a 6 de Cruz y dos de Rubio.

Las normas del Partido Republicano de EEUU indican que para poder tener opción a ser elegido en la convención presidencial de julio, un precandidato tiene que haber ganado por lo menos ocho eventos.

HILLARY CLINTON. Entre el supersábado demócrata y el domiongo, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton logró la mayoría de los delegados ( 81-69), principalmente gracias a su amplia victoria en Luisiana, otro estado en el que el voto de la minoría afroamericana votó abrumadoramente por ella.

Pero, Bernie Sanders logró ayer su octava victoria de la campaña – frente a 11 de Clinton-, al vencer en los caucus de Maine en proporción de 2 a 1 (64% a 35%). Con su triunfo en Maine, Sanders logró 15 delegados, frente a 9 de Clinton.

Clinton ha ganado en las primarias 676 delegados, frente a 476 de Sanderes, de acuerdo al conteo de CNN.

Pero, su ventaja en este momento es de  1,147 a 493, gracias a los ‘superdelegados’ (447) que la han respaldado de antemano independiente a las votaciones.

Clinton y Sanders andan en busca de la mayoría de los 4,474 delegados que irán a la convención presidencial demócrata de julio en Filadelfia, Pensilvania.

Anoche tuvieron quizá su debate más personal, mostrando sus diferencias sobre los rescates financieros de la década pasada, Wall Street y los acuerdos de libre comercio.

Sanders ha reafirmado que seguirá en la contienda, aunque mañana Clinton sea la gran favorita en Michigan (147 delegados) y Mississippi (41).

“Voy a permanecer en esta campaña hasta la convención de julio. Cada estado- sostuvo el senador Sanders-, tiene el derecho a votar por el candidato que prefiere”.

Para trabajar por la Estadidad: https://estado51prusa.com Seminarios-pnp.com https://twitter.com/EstadoPRUSA https://www.facebook.com/EstadoPRUSA/

You must be logged in to post a comment Login

Para trabajar por la Estadidad: https://estado51prusa.com Seminarios-pnp.com https://twitter.com/EstadoPRUSA https://www.facebook.com/EstadoPRUSA/
Para trabajar por la Estadidad: https://estado51prusa.com Seminarios-pnp.com https://twitter.com/EstadoPRUSA https://www.facebook.com/EstadoPRUSA/