Cada vez que Donald Trump sonaba para la Presidencia de Estados Unidos, yo decía que era un chiste. Hoy, es una trágica realidad. No puedo ni imaginarme cómo es que alguien como él ha llegado virtualmente a agarrar la nominación del Partido Republicano. Cómo es que una personaje que durante años se conoció más por sus extravagancias, su actitud pendenciera, sus infidelidades y sus escándalos, logró colarse del modo que lo hizo. Y nada más y nada menos que en competencia real por la Presidencia de Estados Unidos.

Yo no sé usted, pero a mí me preocupa grandemente. De hecho, me da terror. En el análisis estadounidense se ha discutido mucho este fenómeno. Se habla del hastío del estadounidense de todas clases- principalmente del trabajador blanco-, con el sistema que se tiene y con la

Al PPD lo desune las diferencias ideológicas y los unen los intereses personales; al PNP lo unen su ideología Estadista Americanista y lo desume los intereses personales.

filosofía de la administración de Obama. Cómo es que eso se traduce en semejante respaldo hacia el candidato más incendiario, más insultante, más homofóbico, más racista y más de todo posible? La verdad, no lo comprendo. Me rasco la cabeza y ya casi necesito botox para el ceño.

Pero ante esa posibilidad real de que un ser humano como Trump tenga chance de ser Presidente de Estados Unidos, y por ende, “mandador” de este territorio al que de seguro verá tan suyo como una de sus lujosas torres en Manhattan, se me ocurre que en Puerto Rico tenemos que coger bien en serio esta próxima elección, que tenemos que escoger un líder que tenga la seriedad para pararse de frente ante cualquier presidente electo, sea Trump, o sea quien sea, para exigir y reclamar por Puerto Rico.

Pedro Pierluisi tiene una trayectoria de pararse ante el Presidente por las cosas que cree. Como cuando a todos los estados le incluyeron en el plan de recuperación económica, ARRA, y el borrador decía $0 para Puerto Rico. Como cuando en la elaboración más ambiciosa de la reforma de salud federal, salió el primer proyecto diciendo $0 para Puerto Rico. Y Pierluisi se fue a Casa Blanca, no a reunirse con sus ayudantes, sino con el Presidente, a decirle cuán injusta era esa acción. Lo convenció, se incluyó a Puerto Rico, y si no hubiera sido por eso, estaríamos fritos. La recesión se hubiera acelerado y el sistema de salud habría colapsado. Claro, después vino la administración del Partido Popular e hizo todo lo correcto para precipitar el descalabro de prácticamente todas nuestras áreas prioritarias. Ese es otro cantar.

Pedro Pierluisi se ha plantado a reclamar acción y respeto para Puerto Rico siempre, ante funcionarios del Ejecutivo, ante el Congreso, y ante el Presidente. Y ha tenido resultados. Esos resultados no se dieron de manera silvestre. Se dieron porque el hombre tiene la seriedad y la madurez de llevar sus causas a término. Unas más difíciles que otras. Todas con pasión.

Definitivamente, esta elección de noviembre es importante, pero los novoprogresistas saben que la primaria del 5 de junio lo es aún más.

Hay que abrir los ojos. Seamos sensatos y veamos las cosas como son. Donald Trump fue capaz de retratarse ante tacos en la celebración del Cinco de Mayo, sí, porque para él los mexicanos son eso, un taco. Nadie dijo que se los comió. Y ante esa charrería, seamos bien serios aquí. La política no es un reality show. Voten por Pedro Pierluisi. #YoDigoQueSí.