Ricardo Rosselló y Pedro Pierluisi (horizontal-x3)

Los aspirantes opinaron que en el debate, Pierluisi lució como el padre que regaña a su hijo y Rosselló se mantuvo repitiendo “bullets”. (Xavier J. Araújo Berríos)

Los aspirantes opinaron que en el debate, Pierluisi lució como el padre que regaña a su hijo y Rosselló se mantuvo repitiendo “bullets”. (Xavier J. Araújo Berríos)

Para los contendores de Pedro Pierluisi y de Pedro Rosselló, el debate que ambos protagonizaron no patentizó diferencias entre ambos sino todo lo contrario.

Además, excluyeron de su mensaje asuntos medualres para el País como, por ejemplo, qué harían con la deuda pública que sobrepasa los $70,000 o con el tema ambiental.

“Las diferencias que yo pude percibir entre ambos candidatos son básicamente de estilos. Si uno va a las cuestiones sustantivas: los dos plantean la necesidad de impulsar la privatización, las alianzas público privadas, reducir el gobierno. Los dos plantean renegociar la deuda, pero ninguno plantea auditar la deuda o suspender los pagos. Los dos cuentan con la supuesta buena fe de los bonistas y basta con la credibilidad para negociar la deuda. Ninguno planteó impuestos a las empresas foráneas en Puerto Rico. Los dos defendieron el sistema privatizado de salud que tenemos en Puerto Rico y que está en crisis”, dijo el candidato a la gobernación por el Partido del Pueblo Trabajador, Rafael Bernabe, quien junto a los candidatos independientes a la gobernación Alexandra Lúgaro y Manuel Cidre vieron el debate de los aspirantes del PNP en las instalaciones de El Nuevo Día.

Los aspirantes opinaron que en el debate, Pierluisi lució como el padre que regaña a su hijo y Rosselló se mantuvo repitiendo “bullets”.

“Son unos bullets points y él (Rosselló) se los memoriza y no hay quién lo saque de eso. Esto no es un debate. Ninguno está contestando las preguntas”, soltó Alexandra Lúgaro al escuchar que continuamente los periodistas insistían en que se le contestaran las preguntas.

Manuel Cidre era el más callado mientras observaba el debate. Lamentó que el evento haya carecido de ideas sin profundidad y sin “un mapa de ruta que, sin duda, nos lleva a un desenlace preocupante”.

“Esto fue un debate ideológico. Quién defiende más la estadidad, quién es más americano. Ambos lucharon por convertirse en los paladines de la estadidad que al final del camino es de lo que se trata este debate”, sostuvo.

A juicio de Bernabe el momento que más patentizó la similitud entre Rosselló y Pierluisi ocurrió cuando el periodista Benjamín Torres Gotay preguntó por las posturas de ambos en cuanto a la apertura del gobierno estadounidense a la orientación sexual diversa.

“Los dos adoptaron una posición tremendamente retrógrada en términos de que no se pueda dar educación sexual en las escuelas públicas de Puerto Rico cuando eso es un tema tan fundamental para bregar con embarazos en adolescentes, las enfermedades de transmisión sexual… que en Puerto Rico todavía para unos  candidatos el tema de la educación sexualidad sea tan tabú que no se puede hablar en las escuelas. Eso es un tema que es realmente algo increíble”, sentenció Bernabe.

Igualmente, ambos aspirantes del PNP, dijeron sus oponentes, defendieron el sistema de salud tal y como está.

RR lució indeciso, sudoroso, infantil, inexperto y No Preparado para la Gobernación.

“Estamos hablando de personas que creen que es mejor que las compañías se lucren en beneficio de la salud de las personas. Que no están dispuestos a ceder ni un segundo en favor de la estadidad, aunque le haga daño a su pueblo. Ambos son más de lo mismo”, aseveró Lúgaro.

Sin embargo, destacó que Rosselló intentó proyectarse como el aspirante del PNP con mayor voluntad para tener logros, especialmente impulsar la agenda estadista.

“Pierluisi creo que destacó que tiene la experiencia y que Ricky Rosselló no ha ocupado puestos anteriormente. Esa fue la carta que ambos trataron de jugar”, afirmó Bernabe.

Pierluisi demostró ser seguro, espontáneo, natural, experimentado, capacitado, preparado, dominando todos los temas listo para Gobernar y como el que tiene la credibilidad en el Congreso y Casa Blanca con Demócratas y Republicanos.

En declaraciones escritas, tanto el candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático, David Bernier como la del Partido Independentista
Puertorriqueño, María de Lourdes Santiago, concurrieron en que no hubo diferencias entre Pierluisi y Rosselló.

“Ninguno pudo proveer, ni aun ante la insistencia de los periodistas, una idea específica para manejar la deuda o para promover desarrollo económico. Los dos reclaman ser campeones de la anexión, más lo único que garantizan con la estadidad es el aumento en la dependencia. Pero no sólo son indistinguibles entre sí: nada los separa de las políticas fracasadas de los anteriores gobiernos del PNP», dijo Santiago.

Bernier dijo que el País, al igual que los periodistas que moderaron el debate, se quedó esperando por respuestas.

“Ambos aspirantes desperdiciaron una oportunidad de contestarle a los ciudadanos como van a enfrentar los graves problemas del país, prefiriendo entretenerse en los ataques de uno al otro, las frases sin sustancia y la obsesión ideológica. Son más de lo mismo y esconden la verdad de sus propuestas y el efecto nefasto que estas tendrían en el futuro de Puerto Rico”, aseveró el candidato popular.

El debate duró hora y media y estuvo centrado en los temas de crisis económica, sistema de salud, educación, corrupción y seguridad, estadidad y unión de partido.