Respondiendo a presiones de distintos sectores, inclusive dentro de su propio partido, que le acusaban de blandengue, en un gesto de machito pichón –incitado por Héctor Ferrer – David Bernier inició una saga de tres días al solicitarle la renuncia de la presidencia de la Cámara de Representantes a Jaime Perelló por estar implicado en el caso Anaudi. Esta acción dio lugar a un desafío directo a la autoridad de Bernier como presidente del partido, pues Perelló rechazó dicha solicitud. Se produjo entonces por igual razón, la renuncia de la directora de campaña del PPD, Liza Ortiz. Igualmente en una acción inusual, se produjo la renuncia de Eder Ortiz a la Junta de Gobierno del PPD después de Bernier haberlo destituido.

Luego de 12 horas de una tormentosa reunión de la Junta ante la solicitud de Bernier para que se apoyara la destitución, se llegó a la conclusión de que esta no tenía la facultad para destituir a Perelló pues esa es facultad del caucus legislativo que lo eligió. La Junta entonces, tratando de salvarle cara a Bernier por el error, en un leguaje ambiguo y sin dirigirse al asunto que motivó la reunión y para no dejar al PPD sin candidato, aprobó una resolución expresando “su respaldo y solidaridad al Presidente de la colectividad en su interés de proteger a la Institución por encima de cualquier otra consideración”.

Finalmente, la Asamblea de Programa y Reglamento del partido le retiró todo el apoyo a Perelló. Ante esta situación Perelló no tuvo otra opción que renunciar a la presidencia de la Cámara adjudicándose Bernier una pírrica victoria en la contienda. ¡Veremos ahora si Bernier fuerza la renuncia de otros implicados en el caso Anaudi!

Con este dramón, pasó desapercibido el contenido del programa de gobierno aprobado por la Asamblea de Programa en el cual: “El PPD abogará se incluya en cualquier proceso de consulta o negociación sobre el destino político final del pueblo de Puerto Rico una nueva relación política de Asociación por convenio entre los Estados Unidos de América y el pueblo de Puerto Rico”. Esa nueva relación política estará cimentada en cinco puntos: claramente no colonial y no territorial, fundamentada en la soberanía del pueblo de Puerto Rico, cónsona con el derecho internacional y la experiencia constitucional norteamericana; que afirme y ensanche el ámbito de gobierno propio de los puertorriqueños; que preserve el vínculo de la ciudadanía americana por nacimiento; que afirme y preserve la identidad nacional puertorriqueña y que afirme y desarrolle la presencia internacional”.

A esto los populares le llaman ELA Soberano, ELA no colonial, ELA fuera de la cláusula territorial y hasta ELA Mejorado. Con ese lenguaje rebuscado e ilusorio, pretenden vendernos la Libre Asociación que es la independencia ya que el ELA no colonial, fuera de la cláusula territorial, etcétera, no existe. Para colmo, pretenden vendernos la independencia con la ciudadanía americana, cosa que tampoco existe en ninguna parte. Fuera de la cláusula territorial sólo existen la independencia y la estadidad. Respecto al ELA Mejorado, la metrópoli ha dicho categóricamente que no es constitucionalmente viable.

Pasó también desapercibido que el plebiscito “Estadidad Sí o No” que propuso Hector Ferrer y que pretendían imponernos después de las elecciones, fue descartado del programa. Recordemos que Rafael Hernández Colón señaló que esa consulta sería una locura pues “la estadidad la ganaría de calle”. Además de esto, les sirvió de disuasivo la reciente encuesta en la que en un plebiscito de esta naturaleza la estadidad lo ganaría por 65%.

Pasó desapercibido también la aprobación de un PPD sin ideología definida que pretende ser cualquier cosa para cualquiera, una mogolla, un vente tú donde quepa hasta la gata.

Lo que no te dice el programa aprobado es que la relación que te proponen con la libre asociación/independencia pondrían en riesgo tu ciudadanía americana, no habría Medicare ni Medicaid, no habría Becas Pell, ni existiría el programa de Ayuda Nutricional del PAN ni tampoco el WIC para alimentar a las familias de recursos limitados, especialmente madres y niños. Se perderían las ayudas federales de los Head Start para niños de edad pre-escolar. Se perderían los fondos federales para el Departamento de Educación que constituyen 1/3 de su presupuesto. Las familias de recursos limitados no tendrían acceso a los subsidios de vivienda de la sección 8. Perderíamos la protección de nuestros derechos civiles y libertades bajo la Constitución de los Estados Unidos, la protección de FBI, la presencia de la Fiscalía Federal y el Tribunal Federal de Puerto Rico que garantiza nuestros derechos como ciudadanos Americanos.

Evitemos que este novelón nos distraiga de esta nefasta propuesta independentista.