Por: Rafael Santiago Medina, periodista independiente

El 2017 podría ser un año precipitante de la agudización del éxodo boricua a Estados Unidos que ha ido despoblando y envejeciendo demográficamente a Puerto Rico. La razón: el salario mínimo se incrementará en 19 estados de Estados Unidos a partir de este año.

Siendo inherente a los puertorriqueños la ciudadanía americana desde 1917, su entrada a territorio estadounidense lo mediatiza únicamente la adquisición de un boleto a un vuelo comercial de una línea aérea hacia esa nación.

En Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo firmó en abril la legislación para ajustar el salario mínimo en ese estado. Hay otros 18 estados que harán lo mismo a partir de 2017. En el caso de Nueva York, el aumento será de nueve a $9.70 por hora y de ahí subirá en incrementos de 70 centavos hasta alcanzar los $12.50 a finales de 2020.

California irá en incrementos del salario mínimo un poco más rápidos. El aumento será a $10.50 en 2017, pero con una meta de llegar a $15 en 2022. Las pequeñas empresas tendrán un año más de margen para cumplir con estos aumentos.

Colorado llegará a los $12 en 2020, al igual que Arizona. Maine y Massachusetts comenzarán por elevar el salario mínimo a $11 en enero de 2017.

Al menos 22 ciudades elevarán el salario mínimo por su cuenta. En el caso de la ciudad de Nueva York, subió de $9.00 a $11.00 el 31 de diciembre de 2016. Subirá $2.00 más al acabar 2017 y otros $2.00 a final de 2018 en los negocios con más de 10 empleados. En el caso de las empresas más pequeñas, los $15 se alcanzarán un año más tarde.

Contrario a obturar la válvula de escape de puertorriqueños a territorio estadounidense, se dilucida como alternativa a la crisis fiscal y económica sin precedentes que agobia a Puerto Rico la posibilidad de reducir el salario mínimo a jóvenes puertorriqueños que tengan 25 años o menos a $4.25 la hora, en lugar de los $7.25 del mínimo federal que reciben ahora. Esto equivale a $30 menos por día en un turno de ocho horas, reduciendo el salario que un joven obrero a $680 al mes. La medida forma parte de los ajustes económicos para paliar la crisis, y abrirá todavía más esa válvula de escape, intensificando la fuga de puertorriqueños a Estados Unidos.

Puerto Rico enfrenta una deuda pública de $70,000 millones y la debilidad de su economía no produce suficientes fuentes de recaudos fiscales para las operaciones del gobierno y el pago de la deuda, sumiendo a la otrora “vitrina de América” estadounidense en el Caribe en la inopia.

Al primero de julio de 2016, la población de Puerto Rico se estimó en 3,411,307. Hace 12 años, la población de Puerto Rico llegó a ser de 3.8 millones de habitantes. Empero, en esos últimos 12 años, la población de Puerto Rico mostró una reducción global de 10.9%, a razón promediadamente de 0.8% cada año.

La razón principal para ello es que la economía de Puerto Rico sigue decreciendo año tras año. Se agotó su potencia generatriz. Y ahora no solamente estamos detenidos, sino que se está produciendo un retroceso. El país está descapitalizándose y el desempleo es alto, amén de otros males como la alta tasa de criminalidad.

La fuga a Estados Unidos en esta última década ha sido mayor que la que se produjo el siglo pasado. Puerto Rico no únicamente decrece económicamente, sino también demográficamente, con el efecto de que su población envejece, porque la salida de puertorriqueños a Estados Unidos es mayormente de la gente más joven y en edad productiva.

Con el aumento del salario mínimo en muchos estados y ciudades de Estados Unidos, versus lo que se augura para la clase trabajadora de Puerto Rico, la fuga de boricuas a territorio estadounidense será incontenible a partir de 2017.