Tenemos un serio problema de emigración, no solo de médicos, pero también de enfermeras, policías, maestros bilingües, técnicos y profesionales. Con los vagos no tenemos ese problema. Esos se quedaron y los que se han ido han regresado porque en el continente los ponen a trabajar o les quitan los beneficios. Aquí no.

Si queremos resolver el problema de la emigración tenemos que ver cuál es la raíz de la misma. Si queremos que los médicos regresen o no se vayan, también tenemos que ver la raíz, la razón de esto. Yo les digo que no son los impuestos de Hacienda.

El proponer bajar la tasa contributiva a un grupo específico o a grupos necesitados no resuelve el problema, no resuelve la enfermedad.

Los médicos, las enfermeras, los policías y los maestros, por mencionar algunos de los muchos que se han ido, no se fueron por los impuestos que pagaban aquí. Se fueron porque allá, en el continente, es más barato vivir que en Puerto Rico y de paso te pagan mejor, te pagan rápido, TE PAGAN.

En adición a la paga, puedes enviar a tus hijos a escuelas públicas que enseñan inglés, francés, alemán, entre otros idiomas. El sindicato de maestros en el continente no se preocupa porque sus maestros no estén preparados para enseñar una asignatura, como por ejemplo aquí la Asociación de Maestros ha levantado la preocupación con el inglés porque muchos o algunos de sus miembros no están aptos para enseñar en ese idioma.

En el continente, además de que las escuelas públicas son inclusive mejores que muchas privadas aquí, la luz y el agua son mucho más económicas. Las carreteras no tienen cráteres como la luna. Los servicios que te ofrece el “county” los da, no son un mero anuncio o propaganda.

En fin, lo que pagas lo ves.

En el caso de los médicos y la propuesta del 4% de impuestos, pues lamento decirles que esa no es la solución. La gran mayoría de los médicos se han ido de Puerto Rico porque no tienen contratos con los planes médicos. La fiebre no está en la sábana.

Aun cuando reconozco que la medida del 4% es un primer paso y que tiene áreas muy buenas para la salud de Puerto Rico, yo no le entregaría al Colegio de Cirujanos Médicos ninguna responsabilidad. ¿Dónde queda el secretario de Salud? A mi entender el secretario de Salud velará más por la salud de los puertorriqueños que cualquier grupo.

Este problema lo tenemos que ver desde el principio y me refiero al recinto de Ciencias Médicas. Todos los graduados en la escuela del estado han disfrutado de un subsidio que lo pagamos todos aquellos que rendimos planillas. El estudiar medicina en Puerto Rico es baratísimo en comparación con el continente. Por ende todo médico graduado con ese subsidio debe de quedarse aquí y contribuir a la causa.

Otro problema es la impericia médica. Hay carniceros por ahí que viven de eso mismo y no les pasa nada. Sin embargo la mayoría que no lo son, pagan justos por pecadores. La impericia hay que atacarla, no solo desde el punto de vista legal, pero también procesal. Al que no sirva, hay que quitarle la licencia, y ese sí que queremos que se vaya.

Y por último… los planes médicos.

Los planes médicos han hecho su agosto en estos últimos cuatro años, la saliente comisionada de seguros los apoyó. Quienes han pagado los platos rotos han sido los pacientes, los médicos, los proveedores de servicios, en fin todo el mundo menos los planes médicos.

Al igual que en la AEE y la AAA – que los gastos nos los han divido entre los pocos que nos hemos quedado- los planes médicos han hecho exactamente lo mismo. Las primas han subido, los contratos a los médicos se han reducido y por último… el aumento en los fondos para 2017 en los planes Advantage no se lo quieren pasar a los médicos.

Por lo tanto, de qué vale que le den una tasa contributiva de 4% si no tiene contrato con un plan médico. El 4% de 0 sigue siendo ZERO.

¿Por qué no hacemos una buena reforma contributiva, una buena reforma de salud, una buena reforma de educación, en fin una buena reforma para tener una mejor calidad de vida? Para que todos nos quedemos. Hagamos lo que otros no se han atrevido a hacer.

Esa es la solución rápida y permanente.

Ante nuestro panorama, no hay soluciones rápidas ni mágicas. Porque sino al final les preguntaré… ¿cuál es la magia?