Lcdo. Iván Rivera

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Ramón, los efectos adversos a la economía del País que produciría la propuesta reforma contributiva federal nos obliga a reflexionar. El lenguaje aprobado apretadamente tendría el efecto de imponer una carga contributiva a un importante sector manufacturero del País. Independientemente del lenguaje que finalmente se apruebe en comité de conferencia, la discusión y aprobación misma de la medida tiene otra consecuencia. Descarta los cantos de sirenas de aquellos que le vendían la idea al País que dentro del modelo político colonial actual era cuestión de atraer una nueva sección 936 -ahora le llamaban 245 (a)- para mejorar la economía.

En más de una ocasión he conversado contigo que las fórmulas de estatus político no son ideologías. Si no más bien se trata de “conformaciones” temporeras sobre la distribución territorial del poder político para conformar proyectos económicos específicos de acuerdo a la realidad del territorio del que se trate vis a vis el resto del mundo. Me atrevo a razonablemente inferir que lo más que se logrará en comité de conferencia en cuanto a Puerto Rico será una exención temporal por un corto periodo de tiempo. Ello con la intención de brindarnos el tiempo y espacio suficiente para erigir un nuevo y diferente modelo económico al margen de los tratos contributivos preferenciales.

Aunque algunos no les guste, en el levantamiento de ese nuevo modelo económico del País habrá que hablar de estatus. Y cerrarle la puerta a la discusión y demagogia de unas nuevas 936 en la variante numérica que sea. Tenemos que ponernos las pilas y realizar una convocatoria multisectorial amplia para hablar de ese proyecto o alternativas de proyectos económicos y bajo cuál estatus político sería viable. Hay que comenzar a pensar a largo plazo y dejarnos de la politiquería chiquita de la inmediatez de las próximas elecciones. Ya para el próximo año la propia Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. ubica a Puerto Rico en un decrecimiento económico similar al de Haití y Zimbawe. Incluso peor que el de Venezuela a pesar de su problema inflacionario. Llegó la hora de enrollarnos las mangas.

USA Nunca Le Ha Fallado a Puerto Rico – Este es el momento de demostrar tu disposición al sacrificio por la Igualdad – 

Iván, como bien señalas, la discusión de la reforma contributiva en el Congreso pone nuevamente a flor de piel nuestra relación colonial y las deficiencias del estatus territorial del ELA. Hoy, el Congreso discute tratar a P.R. como si no fuéramos parte de Estados Unidos para imponernos contribuciones corporativas que provocarán la salida de nuestro sector industrial que sostiene el 42% de nuestra economía y aporta el 33% de los ingresos del Gobierno. Con ello, se podría perder más de 250,000 empleos directos e indirectos.

Puerto Rico no tiene representantes y senadores en el Congreso con voz y voto como los estados. Tampoco tiene el poder político del voto presidencial para presionar al presidente a tratar con justicia a los ciudadanos americanos que residen en la Isla so pena de votarle en contra en las elecciones. Por último, el Tribunal Supremo federal ha decidido que porque somos un territorio, el Congreso puede discriminarnos en leyes y programas federales, cosa que no se le puede hacer a un estado.

Por: Lcdo. Ramón L. Rosario Cortés

Twitter: @discusionPR

Iván, la lucha en la reforma contributiva no ha sido distinta a otras en las que hemos tenido que suplicar. En el tema de salud y fondos Medicaid y Medicare, todos los años solicitamos algún dinero adicional que evite el desplome total de nuestro deficiente modelo de salud. Hemos suplicado dinero adicional que ni se acerca a los niveles de financiamiento federal que le dan a los estados. Eso pasa con cuanto programa federal y ley se discute en el Congreso bajo un modelo de estatus que permite al Gobierno federal hacer lo que quiera con P.R.

Hoy hablamos de la reforma contributiva, pero seguiremos con el problema de otras instancias de discrimen como en los fondos y programas de salud, para reparar los daños del huracán, para educación y para seguridad, entre otros.

Exijamos, como ya lo hicieron los puertorriqueños en 2012 y en 2017, la igualdad y trato justo con el poder político que tiene cualquier ciudadano americano en un estado. Si queremos ser ciudadanos americanos, aspiremos a tener todos los derechos y obligaciones con la Estadidad.