La democracia estadounidense por unos días estuvo en precario – Por José M. Saldaña

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1 de enero 2021

La democracia estadounidense por unos días estuvo en precario.

El sociólogo Allan Wolfe nos señala que «a pesar de todos los éxitos en las sociedades modernas, hay un sentimiento, desesperado en algunos casos, de que no todo está bien, que algo ha ido terriblemente mal. Nosotros, los ciudadanos de la democracia liberal, entendemos y atesoramos nuestras libertades, pero estamos confundidos en cuanto a reconocer las obligaciones que hacen la libertad posible».

“La democracia es el peor de los sistemas a excepción de todos los demás”. Sir Winston Churchill

Estas citas lo que señalan es que la democracia es un sistema que tiene grandes virtudes, pero al mismo tiempo tiene grandes debilidades. Por consiguiente, es necesario protegerlo si queremos seguir disfrutando de un sistema de gobierno liberal con garantía de los derechos a la vida, a la libertad, a la propiedad y a la felicidad.

Quiero que esté claro, que la situación por la que atraviesa al presente la democracia de nuestra nación americana no es un asunto atribuible exclusivamente a los partidos demócratas y republicanos nacionales como tal -aunque ambos tienen gran parte de la culpa- sino principalmente a lo que hoy se ha denominado el Trumpismo que no es otra cosa que la filosofía de Donald Trump adoptada por un sector de la población y momentáneamente mayoritario de la dirección del  Partido Republicano Nacional. Confío en que la mayoría del GOP no continúe con el Trumpismo una vez Trump haya salido de la presidencia pues este señor estuvo a punto de crear una catástrofe nacional.

En un artículo anterior señalé como 37 prestigiosos Psiquiatras y Psicólogos nacionales que escribieron el libro The Dangerous Case of Donald Trump, concurren que este señor – Trump – es un narcisista a quien su sentido interno de inferioridad, tiene que serle aplacado por la constante adulación de conocidos y seguidores. Que es poseedor de una personalidad repugnante. Es un ser amoral que no tiene la capacidad de sentir empatía por los demás. Que ve a los demás como objetos para ser utilizados o como amenazas para ser eliminadas y para quien el concepto de igualdad es imposible de concebir. O sea, es un sociópata y hedonista que vive el momento sin importarle nadie más que su persona ni las consecuencias de sus actos, ni del futuro. Es también un mentiroso patológico. El Washington Post ha llevado un conteo de todas las veces que este señor ha mentido en el cuatrienio y ya va por más de 30, 000 mentiras.  Con todo esto coincide su sobrina Mary Trump, Doctora en Psicología Clínica (PhD) en su reciente libro: «Too Much and Never Enough: How My Family Created the World’s Most Dangerous Man».

Donald Trump, quien desde la misma campaña presidencial de 2016 dio muestras de lo que es – pero aun así fue elegido presidente- no pudo engañar más al pueblo norteamericano y el pasado 3 de noviembre fue derrotado por Joe Biden al aspirar a un segundo término en la presidencia. Pero esta realidad (la derrota) para él es algo inaceptable pues nadie es mejor que él y por consiguiente él no puede ser derrotado y menos por Biden a quien menosprecia. Así las cosas, no aceptó la derrota y alegando que le robaron las elecciones con toda una serie de especulaciones y mentiras todas ls cuales han sido rechazadas por los tribunales en unos 60 casos que ha sometido. No aceptó la decisión del Tribunal Electoral federal confirmando el triunfo de Biden y manifestó oponerse a que el vicepresidente Pence así lo certificara el pasado 6 de enero ante el congreso. Señalando que sería un acto de cobardía por parte del vicepresidente el así hacerlo. Ante la negativa del vicepresidente Pence de complacerlo y frente a lo que sería la inminente certificación de Joe Biden por el congreso como próximo presidente, convocó por todos los medios a sus seguidores para marchar hacia el congreso y luchar por la fuerza para detener esa certificación. Incitando a la violencia – él, su hijo y Giuliani -a sus seguidores con una arenga vitriólica.

El resultado fue un acto de insurgencia, la toma por la fuerza del Capitolio Federal por una multitud de miles de fanáticos revolucionarios enardecidos que destrozaron, crearon caos golpeando, hiriendo y causando cinco muertes, entre ellos la de un policía del Capitolio. Pusieron además en riesgo la seguridad y la vida tanto de la Presidenta Cameral Nancy Pelosi asi como la de los congresistas y la del vicepresidente Pence -a quien la multitud buscaba para colgarlo.

Mientras estos actos de terrorismo e insurgencia ocurrían y todo el mundo horrorizado los veía por televisión, se señala que Trump también viéndolos, se regocijaba con sus más allegados en la Oficina Oval. El colmo fue que luego de pasado un tiempo pidió que la turbas revolucionarias se retirara deseándoles suerte, bendiciéndolos y dándole las gracias.

La nación y el mundo entero vio a un presidente Trump enajenado incitando por distintos medios a violentar la constitución y las leyes. Todo esto en medio de una mortal pandemia que ya ha causado más de 400,000 muertes y contagiado a más de 20 millones de personas en la nación.  Ante esta situación los ejecutivos de Twitter y otras, determinaron eliminarle las cuentas personales en aras de no propiciar más actos de violencia y desobediencia civil por su parte.

Ante la indignación de grandes sectores de la población frente a un ataque sin precedente por parte de un presidente, las voces para que Trump renunciara no se hicieron esperar, aún por parte de sus propios seguidores, que algunos ya lo han abandonado.  La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi inicio la semana pasada un segundo proceso de residenciamiento presidencial a tan solo, 9 días del término del mandato de Trump. Proceso que continuará luego de la toma de posesión del Presidente Joe Biden.

Mientras todo esto ocurría el presidente Trump permanecía encerrado en la Casa Blanca junto a sus más íntimos asesores Steve Bannon, Clyde y Giuliani, planificando su discurso de partida, los más de 100 indultos a conceder – uno de ellos a Bannon, acusado de defraudar por $25 millones a miles de inversores quienes pensaron que su dinero se usaría para construir el muro en la frontera sur de Estados Unidos. No obstante, supuestamente usó más de un millón de dólares para pagar el salario de un oficial de campaña y gastos personales.  Finalmente, para concluir su mandato Trump llevó a cabo una actividad de despedida en Andrews Air Force Base pues mezquinamente se negó a recibir a los Biden o asistir a la toma de posesión del futuro presidente. Convirtiéndose asi Trump en el primer Presidente saliente en 152 años que rehúsa asistir a la toma de posesión de su sucesor.

En su discurso de partida Trump manifestó estar orgulloso de ser el primer presidente en décadas que no ha comenzado nuevas guerras. Lo que no dijo Trump es que según hasta el mismo  líder republicano del Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, dijo este martes en una sesión del Congreso que la turba que asaltó el Capitolio el pasado 6 de enero fue “alimentada por mentiras” del presidente Donald Trump . O sea, Trump no dijo que por su culpa se creó tal situación de tensión en la nación y en la capital federal que para la ceremonia de la toma de posesión se activaron más de 25,000 efectivos de la guardia nacional y cerrado con barricadas todos los accesos al capitolio en lo que aparentaba ser un estado preventivo de guerra civil. En ese estado abordó por última vez el avión presidencial y se marchó en desgracia hacia la Florida.

Como un significativo contraste, el vicepresidente Pence en un gesto de civismo y apoyo racional a la transición democrática, felicitó a la próxima vicepresidenta Kamala Harris y manifestó que estaría presente en los actos de toma de posesión del nuevo presidente Biden y así lo hizo ganándose el aplauso de la concurrencia.


La toma de posesión de Biden- Harris fue un acto impecable en términos tanto de ambiente, del montaje, así como del mensaje presidencial. La juramentación de la actual vicepresidenta Kamala Harris -primera mujer de color en ocupar el puesto- por la puertorriqueña miembro del Tribunal Supremo, honorable Sonia Sotomayor así como la interpretación musical de Jennifer López pusieron en alto el nombre de la mujer puertorriqueña.

El mensaje del presidente Biden luego de ser juramentado fue un excelente, emotivo y esperanzador llamado a la unidad del pueblo norteamericano. Todos los actos subsiguientes hasta llegar ambos Biden y Harris a sus respectivas residencias y lugares de trabajo fueron actos sencillos y atractivos de precisa coordinación bajo un soleado, bonito día invernal en la capital federal.

Tanto los organizadores asi como la vicepresidenta y el presidente deben sentirse complacidos y orgullosos de que a pesar de lo que hace menos de diez días aparentaba ser un posible día de pesar, se transformó en uno de alegría y demostración al mundo de lo que es la fortaleza de la democracia norteamericana en acción.

Ahora hay un empinado camino que recorrer para hacer justicia, sanar las heridas, lograr la unidad de una nación dividida, detener la pandemia y mover adelante la economía nacional. No será fácil y será necesario contar con la sensatez y colaboración de todos los políticos independientemente de su ideología, asi como con la determinación de un pueblo que, a pesar de reconocer las debilidades del sistema democrático, lo prefiere por sobre cualquiera otro. Confiamos en que hay un futuro prometedor para la nación y para la democracia.

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