Presidente interino para la UPR – Por Dr. José M. Saldaña

8 julio 2021

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10 de julio 2021Cronología de una destitución anticipada.Ante la designación de Jorge Haddock como presidente de la Universidad de Puerto Rico hace aproximadamente tres años escribí en una de mis columnas lo siguiente:“Viendo su resumé tengo que estar de acuerdo que tiene una gran preparación académica.  Parece ser un académico de primer orden, sin embargo, revisando sus credenciales no encuentro que haya tenido bajo su mando una institución de la complejidad de una Universidad multi campus -de 11 recintos con 50,000 estudiantes y en las condiciones de precariedad que se encuentra la UPR. No son sólo las cualificaciones académicas /docentes las que deberán servir para llevar al éxito al nuevo presidente.No creo que el nuevo presidente haya tenido que desempeñarse en una institución con peculiaridades como la UPR. En todas las instituciones de educación superior hay conflictos de ideas, de visiones de mundo, de enfoque y de cómo llevar a cabo la función docente. A la nuestra hay que añadirle a esa realidad una situación adicional que en nuestro entorno cobra gran importancia y requiere conocimiento y experiencia administrativa vivida… la lucha del radicalismo ideológico por el estatus.Posteriormente señalé: “El actual presidente de la UPR tiene un salario de $240,000 anuales más beneficios marginales como casa, automóvil, chofer y gastos de representación que alcanzan alrededor de $350,000. Además de esto se le reclutó prometiéndole una plaza docente permanente de catedrático. Todo esto porque este presidente supuestamente era un efectivo y extraordinario recaudador de recursos externos de filantropía – no de recursos federales como de investigación , becas y ayudas económicas a los que se acceden por razones que nada tienen que ver con la gestión personal del funcionario – pero la realidad es que no ha conseguido prácticamente nada de empresas, ni de exalumnos con mucha solvencia, asi como tampoco ha puesto en vigor un plan de Práctica Intramural para toda la institución que generen los recursos necesarios. Tampoco hemos visto un plan efectivo de reducción y de integración de recintos, ni de reorganización académica que acabe con la duplicidad e irrelevancia de gran número de cursos y programas académicos. La opción no puede ser pedir más dinero al estado para seguir haciendo más de lo mismo porque el estado no tiene los recursos y mucho menos para sostenerla en la actual situación de irrelevancia y desprestigio en la que lleva tiempo sumida.Luego de las pasadas elecciones señalé:    Si algo debe ocurrir con el presente cambio de gobierno es una transición de gobierno en la UPR. Desafortunadamente esto no está en agenda al presente. Pero debe darse pronto.En las vistas de transición por lo que aparece en la prensa, el actual presidente Dr. Jorge Haddock lo que hizo fue quejarse de los recortes de recursos actuales y programados para la institución y solicitarle más dinero al gobierno. Sorpresivamente fue felicitado por esta presentación. Solicitarle más dinero a un gobierno que está en una monumental quiebra es un acto de gran irresponsabilidad.Desde hace algún tiempo habíamos estado señalando una serie de situaciones que evidenciaban que el presidente Haddock estaba cometiendo desaciertos en la administración de la UPR.   Señalé que desde hacía meses la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) había sometido un bien pensado plan fiscal para la UPR a tono con la realidad fiscal y económica de quiebra de la isla que conlleva una reducción anual en la aportación que hace el gobierno central al presupuesto general de la UPR que lo reduciría gradualmente de la actual aportación de $879 millones hasta $ 389 millones para el año fiscal 2024. La Junta además aumentó el costo por crédito, subgraduado para llevarlo a $ 157.00 para ese mismo año. De igual manera se estipulan aumentos en los costos del crédito graduado. Se eliminan prospectivamente la mayor parte de las exenciones de matrícula como por ejemplo a los empleados y familiares de estos, a los atletas, a integrantes de coros y de otras actividades, manteniéndose las matrículas de honor y la exención por servicio militar. Se dispuso $250 millones para becas destinadas a estudiantes de escasos recursos. Esto en adición a las becas Pell, por lo que no debe privarse de estudiar a ningún estudiante por falta de ingresos. Se recomienda cambiar el sistema de retiro a uno de contribuciones definidas como los conocidos 401 k así como una reducción a los beneficios acumulados por los retirados. Entiende la JSF que con estos cambios no será necesario reducir el número de recintos y se podrá salir de la situación de gran crisis fiscal proyectada.
Señalé que la administración central de la UPR constantemente criticaba a la JSF y rehúso implementar las recomendaciones contenidas en el Plan Fiscal sometido por esta. Se podrá o no estar de acuerdo con todo el contenido de ese plan de la JSF pero la realidad institucional actual requiere cambio y pronto. Señalé que era necesario establecer canales de dialogo efectivos con la JSF para lograr definir un claro mandato de política institucional a seguirse pues podemos anticipar que se avecinan tiempos borrascosos para la Universidad durante el presente cuatrienio.Ante esta situación llegó a mis manos una carta de 7 páginas de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) al Gobernador Pierluisi y al presidente de la Junta de Gobierno (JG) de la UPR, ingeniero Emilio Colón firmada por Natalie Jaresko con fecha de 12 de abril 2021, en la que la JSF se queja de que el Plan Fiscal propuesto el 5 de marzo 2021 por el presidente de la UPR Jorge Haddock, requiere revisión y más información antes de la Junta de Supervisión Fiscal certificar que este cumple con los requerimientos de PROMESA.Dicha carta señalaba una serie de situaciones en las cuales la información provista por la presidencia de la UPR era equivocada y requería cambios y explicaciones por parte de la Presidencia respectos a los ingresos y gastos de base para el Plan Fiscal propuesto para los años fiscales 21 y 26.El jueves 15 de abril (tres días más tarde) salió en la prensa la noticia de la revocación de la acreditación del único programa en la isla de residencia de neurocirugía. El Consejo de Acreditación para la Educación Médica graduada le notificó al Recinto de Ciencias Médicas de la UPR la determinación de revocar dicha licencia efectivo en el 2022. Dicha residencia tenía su acreditación en probatoria desde el 2019. Esta es una situación muy seria pues en Puerto Rico no hay una cantidad de neurocirujanos como para perder la fuente principal del entrenamiento de estos. Esto tendría un impacto terrible para los servicios de salud de Puerto Rico. Señalé que tanto el presidente de la UPR como el Rector del RCM debían dar una conferencia de prensa donde le explicasen al pueblo en detalle lo ocurrido y lo que se haría al respecto. Enviar comunicados de prensa o a intermediaros a dar explicaciones no es suficiente. Queremos oír todo lo relacionado con este serio asunto de boca de los que tienen la responsabilidad. Se quiere hacer creer por distintos sectores que la responsabilidad de esta situación es de la Junta de Supervisión Fiscal por los recortes al presupuesto de la UPR pero la realidad es que esto es una cuestión de prioridades.El lunes 21 junio el presidente de la UPR Doctor Jorge Haddock llevó a cabo una conferencia de prensa desde su oficina en la Presidencia de la Universidad. Esta fue reseñada en varios periódicos de la prensa local. El Nuevo Dia publicó un reportaje de dos páginas por David Cordero Mercado titulado Sin Certeza Sobre las Acreditaciones. El reportaje está lleno de explicaciones de cuestionable veracidad por parte del presidente Haddock que hasta el mismo reportero las trae a la luz pública. Este reportaje me hizo recordar la carta de 7 páginas de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) al Gobernador Pierluisi y al presidente de la Junta de Gobierno (JG) de la UPR, ingeniero Emilio Colón firmada por Natalie Jaresko con fecha de 12 de abril 2021, en la que la JSF se queja dela falta de información y de la veracidad de la misma. Vamos al reportaje:Ante la posible pérdida de acreditación de dos programas del Recinto de Ciencias Médicas el presidente informó que le ordenó a los 11 Rectores de los recintos  que presentaran un informe detallado sobre el estado de todos sus programas y acreditaciones para septiembre y de ahí en adelante uno cada trimestre. Aquí se señala que el presidente dijo “: Estamos siempre en comunicación con los rectores asegurándonos que las acreditaciones se están cumpliendo.” Pero el reportero señala: “pero los sucesos en Ciencias Médicas cuentan otra historia.” Y se tiene uno que preguntar si eso es asi para qué entonces ordenar un informe en septiembre y otro cada trimestre. Reseña el reportero que Haddock no pudo precisar si los rectores cumplen a cabalidad con los procesos de acreditación o si en alguno de los 11 recintos y unidades del sistema hay programas académicos en probatoria o en peligro por señalamientos además de los casos ya conocidos en el RCM.” Tiene uno que preguntarse entonces…  ¿qué hace la Vice presidencia de Asuntos Académicos y de Acreditación y Avalúo cuya función es precisamente verificar el status de la acreditación de los programas y que esta “no pudo dar fe de que haya cumplimiento cabal”?Haddock señaló que el RCM no cumplió con la certificación 45 del 2019-2020 de la Junta de Gobierno donde se establece que la unidad es la principal responsable de todo el proceso de acreditación y culpó al RCM por no haber cumplido con esa disposición en los dos casos en cuestionamiento. Señaló que en ambos casos se le decía que todo estaba bien. Sin embargo, Haddock no señala que ambos programas dependen en gran medida de las instalaciones y recursos de ASEM para su funcionamiento y por consiguiente para su acreditación, ni que el anterior Rector Dr. Segundo Rodríguez Quilichini le había informado sobre las gestiones qué él había hecho con el Departamento de Salud, con ASEM y hasta con la Gobernadora Wanda Vázquez. Sobre esto señala el periodista que la Oficina de Prensa de la misma UPR, desmiente al presidente señalando que este había recibido copias, de al menos dos de las comunicaciones de las gestiones del Rector con estas agencias para corregir las deficiencias de estas para la acreditación del programa de Neurocirugía.Aunque en el reportaje no se señala, tengo información de que Haddock al menos una vez, participó de reuniones con los residentes y facultad de Neurocirugía por invitación del rector Rodríguez Quilichini..                   Mas adelante en el reportaje Haddock contradice a la propia Rectora Interina del RCM Dra. Wanda Maldonado, cuando reseña el periodista que esta señaló que “el RCM todavía evalúa escenarios presupuestarios bajo los cuales no hay una garantía de renovación de todos los contratos especiales con los que cuenta hoy el recinto.” Señala el periodista que mientras Maldonado indicó esto, Haddock sostuvo que el presupuesto universitario desde la administración Central ya estaba atendido y que con los $94 millones que de fondos ARPA el gobernador le había envido a la UPR “el presupuesto para el año entrante ya está atendido. No hay despidos, no hay cierre de recintos y todos los servicios y gastos operacionales también están atendidos”, aseguró.Por último, el periodista cita DIFERENCIAS EN LA CONFICENCIALIDAD: “De otra parte, ayer el presidente de la UPR no pudo citar ninguna ley que sustente la negativa de la UPR, una entidad pública a divulgar los informes emitidos a la ACGME en 2019, 2020, 2021 sobre la acreditación del programa de Neurocirugía solicitada reiteradamente por este medio. “Hay un documento donde especifica este requisito de la acreditadora de no divulgar esta información” sostuvo Haddock.Exhorto al vicepresidente de Asuntos Académicos para que escriba y haga público un documento donde se clarifique toda esta situación pues las conferencias de prensa con el presidente lo que han hecho es crear más confusión.El pasado jueves 1ro. de julio escribí una columna titulada Sindicatura a a la UPR en la que señalo: La verdad es que cada día que pasa me sorprende negativamente – más que el día anterior -lo que ocurre con la Universidad de Puerto Rico, con su presidente y ahora con su Junta de Gobierno. En la página 14 del Nuevo Dia de hoy jueves (1 de julio) se reseña por Marga Pares Arroyo que el gobernador acaba de emitir una Orden Ejecutiva que creará una Junta de 11 miembros que velará por el funcionamiento de Centro Médico asi como por los programas y residencias del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR. Se utiliza como razón para esto el que recientemente han surgido varias situaciones preocupantes relacionadas con el Centro Médico y con la acreditación de algunas de las residencias y programas del RCM.Voy a compartir lo que un profesor de la UPR me enviara y con lo cual me solidarizo totalmente. Veamos:El Gobernador de Puerto Rico ha puesto el RCM en una sindicatura al nombrar una Junta Asesora para que evalúe y se haga responsable de la operación de RCM.

Esto equivale a un voto de desconfianza hacia el Presidente Haddock, quien ahora no tiene autoridad sobre el RCM, el Recinto más importante por su impacto en la salud de Puerto Rico y por las investigaciones.

Por otro lado esta Junta Asesora está usurpando los deberes fiduciarios de la Junta de Gobierno de la UPR. Si cada vez que hay problemas en un Recinto se va a nombrar un grupo asesor para que sirve la JG y el Presidente?

Esto es una muestra más de la incompetencia administrativa de Haddock y su grupo de Vice presidentes.

Por qué protegerlos. Si son incompetentes se deben destituir.

La JG debe expresarse sobre este voto de desconfianza y asumir sus responsabilidades que establece la Ley de la UPR.
Solo me resta decir… AMEN.Si yo hubiese estado en la presidencia de la institución en estos momentos y el gobernador de turno hace una cosa como esta en cuestión de minutos tenía la Junta de Gobierno mi renuncia a la Presidencia de la institución. Lo mismo digo de la presidencia de la Junta de Gobierno. Están en entredicho actúen o renuncien. Cinco días más tarde (el martes 6 de julio) en otra columna, además de reafirmarme en lo anterior, escribí lo siguiente:Por medios extraoficiales se me informó que el pasado miércoles la Junta de Gobierno de la UPR le solicitó la renuncia a Haddock y que este se negó a renunciar alegando que tenía un contrato por 5 años que estaba en vigencia y que para destituirlo tendrían que pagarle lo contratado. En este sentido yo soy de la escuela de Luis Muñoz Marín, si ya se perdió la confianza del funcionario, no hay más de que hablar por consiguiente procedía lo que Muñoz hacia: “Le pido y acepto su renuncia “…sin más oportunidades.Pero ante la negativa de Haddock renunciar, se me informa que en el fin de semana se le envió entonces una carta de destitución al presidente. Si todo esto ha sido asi; no entiendo por qué razón dicha destitución no se ha hecho efectiva inmediatamente…ya. Cuando se llega al grado de destituir a una persona de su posición esa persona usualmente se convierte en enemigo de quienes lo destituyen y puede darse el caso de que en el tiempo que se le deje continuar en la posición sabotee, le cree problemas y le deje un campo minado a su sucesor. No digo que este pueda ser el caso con Haddock, pero independientemente de la persona en cuestión, tomar las medidas preventivas es lo indicado. Esto ha ocurrido en distintas ocasiones en la UPR.Como expresé … desde un principio yo había señalado por distintos medios que Haddock tenía las cualificaciones académicas para una posición de presidente, pero señalé que adolecía de la experiencia de dirigir una institución multicampuses de 11 recintos y 50,000 estudiantes y que para mí eso era lo más importante. Eso se fue haciendo evidente a lo largo de los primeros 18 meses en la posición y ya desde hace unos meses hasta el presente la situación de su incapacidad para presidir la institución era evidente para todos los que conocemos la Universidad.Vamos a ver ahora que sucede y que hace la Junta de Gobierno, pero ya la presidencia de Haddock está irremediablemente lacerada. Junta de Gobierno agarre el toro por los cuernos y actúe. Remueva a Haddock sin más dilación y designe un presidente interino. No permita más deterioro institucional.Lo anticipado ocurrió, Haddock fue finalmente destituido por unanimidad de los miembros de la Junta de Gobierno de la UPR. Ahora toca tomar acción prontamente para evitar interrupciones en la administración universitaria. A tono con esto el pasado 8 de julio en una columna titulada Presidente Interino para la UPR escribí lo siguiente:El presidente saliente Héctor Haddock fue un legado de la cúpula de la pasada Junta de Gobierno de la UPR presidida por el licenciado Walter Alomar. Se me informa que este se está moviendo en los círculos de poder para que se ponga de presidente interino de la Institución a un rector nombrado por dicha administración. Con todo el respeto a los actuales rectores considero que eso sería improcedente por varias razones. La principal de estas es que los rectores han sido participes de las desacertadas decisiones y política institucional por la cual se está destituyendo a Haddock. No he escuchado a ninguno de los actuales rectores haberse opuesto a la forma y manera en que se procedió a administrar la UPR durante la incumbencia de Haddock, particularmente respecto a la falta de acción para reestructurar la institución. Asunto que debió haber sido de la más alta prioridad.En segundo lugar, hace unos meses todos cerraron filas y apoyaron la gestión administrativa de Haddock en un documento dado a la publicidad.En tercer lugar, todos ellos clamaban por más dinero del gobierno central para la institución sin presentar planes para deshacer la dependencia patológica de la institución por fondos del Estado.En cuarto lugar, todos los rectores se opusieron al Plan Fiscal propuesto por la Junta de Control Fiscal que finalmente fue aprobado como presupuesto de la Universidad. De igual manera apoyaron la lucha de Haddock contra la JSF en lugar de buscar dialogo y negociación con este organismo, asunto que será fundamental para el funcionamiento futuro de la institución.El presidente interino debe ser persona de fuera de la actual administración, de probada capacidad administrativa, con conocimiento profundo de la institución y sobre todo que tenga la voluntad, determinación y valor para comenzar a organizar la presidencia para convertirla en un agente de cambio que promueva y genere la transformación institucional que los tiempos requieren de la universidad del Estado.  Lo que señalo respecto a los rectores lo aplico también a los actuales vice presidentes de la UPR. Ninguno de ellos debe ser considerado para ocupar la posición de presidente interino.Reply allReplyForward

Presidente interino para la UPR.

El presidente saliente Héctor Haddock fue un legado de la cúpula de la pasada Junta de Gobierno de la UPR presidida por el licenciado Walter Alomar. Se me informa que este se está moviendo en los círculos de poder para que se ponga de presidente interino de la Institución a un rector nombrado por dicha administración. Con todo el respeto a los actuales rectores considero que eso sería improcedente por varias razones. La principal de estas es que los rectores han sido partícipes de las desacertadas decisiones y política institucional por la cual se está destituyendo a Haddock. No he escuchado a ninguno de los actuales rectores haberse opuesto a la forma y manera en que se procedió a administrar la UPR durante la incumbencia de Haddock particularmente respecto a la falta de acción para reestructurar la institución. Asunto que debió haber sido de la mas alta prioridad.

En segundo lugar, hace unos meses todos cerraron filas y apoyaron la gestión administrativa de Haddock en un documento dado a la publicidad.

En tercer lugar, todos ellos clamaban por más dinero del gobierno central para la institución sin presentar planes para deshacer la dependencia patológica de la institución por fondos del Estado.

En tercer lugar, todos los rectores se opusieron al Plan Fiscal propuesto por la Junta de Control Fiscal que finalmente fue aprobado como presupuesto de la Universidad. De igual manera apoyaron la lucha de Haddock contra la JSF en lugar de buscar dialogo y negociación con este organismo, asunto que será fundamental para el funcionamiento futuro de la institución.

El presidente interino debe ser persona de fuera de la actual administración, de probada capacidad administrativa, con conocimiento profundo de la institución y sobre todo que tenga la voluntad, determinación y valor para comenzar a organizar la presidencia para convertirla en un agente de cambio que promueva y genere la transformación institucional que los tiempos requieren de la universidad del Estado.  

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