¿Quién llegaría segundo si en el esquema de Tatito el PPD llegase tercero?

27 de diciembre 2021

¿Quién llegaría segundo si en el esquema de Tatito el PPD llegase tercero?

En una entrevista con una emisora radial el presidente de la Cámara de Representantes, Rafael «Tatito» Hernández Montañez, advirtió el pasado miércoles 22 de diciembre, que “el Partido Popular Democrático podría alcanzar un tercer lugar en las próximas elecciones del 2024 si la colectividad no madura”.

Señaló Tatito que “el PPD tiene que regresar al 1938, cuando en el partido el estatus no estaba y sencillamente se sentaron en una mesa un montón de gente con diversidad, desde republicanos hasta socialistas, a buscar qué los unía como puertorriqueños», expresó el presidente cameral durante la entrevista. «Si el partido no tiene esa madurez, llega tercero en las próximas elecciones. Ya es la hora que con seriedad consideren el efecto negativo que puede tener en el País», agregó.

Es decir, que Tatito prefiere que no se toque el estatus y seguir en el territorio no incorporado que le llamaron ELA. Tatito prefiere seguir siendo la colonia perfumada, seguir siendo parásitos dependientes que chupamos beneficios de la nación de la que somos ciudadanos de segunda clase o peor aún que seamos otra cosa.

Puede ser que Tatito tenga razón en que el PPD puede llegar tercero en las próximas elecciones, pero no será por las razones que él señala. Puede llegar tercero porque en Puerto Rico desde hace mucho tiempo se está gestando una bien pensada y elaborada estrategia para unir a todos los sectores antiamericanos con el fin de detener la estadidad y llevarnos a la república socialista/ comunista tipo Cuba, Venezuela, Nicaragua y ahora Chile. Lo que Tatito no señala es que en ese esquema que él ha pensado, si no hacemos lo correcto y exigimos al Congreso que se cumpla con el mandato del pasado plebiscito en el que triunfó la estadidad por un 53% de los votos emitidos, el PNP podría ser el que llegue en el segundo lugar.

¿Y quién llegaría primero? Pues sería una coalición de antiamericanos, anti estadistas, de jóvenes y ciudadanos frustrados y disgustados con la ineficiencia y corrupción del actual sistema de gobierno de democracia capitalista, asi como de estadistas frustrados por la poca acción asertiva e inefectividad del actual liderato del PNP en exigir y demandar del Congreso que se cumpla con el mandato plebiscitario y se incorpore ya a Puerto Rico a la nación de la que somos ciudadanos.

Solo tenemos que mirar la mogolla que nuestro pueblo eligió en las pasadas elecciones por disgusto ciudadano con el gobierno del PNP en el pasado cuatrienio donde por un margen de poco más del 1.5 % se eligió al actual gobernador Pedro Pierluisi frente a un candidato de reconocido ideal independentista y se le dio al gobernador una asamblea legislativa antiamericana de oposición.

Por las pasadas cinco o seis décadas en Puerto Rico hemos abusado de las ventajas y virtudes de la democracia liberal. Vivimos al presente una seria problemática política, económica y social como nunca en la historia reciente habíamos experimentado. Tenemos una de las tasas más altas de homicidios, de consumo de bebidas alcohólicas, de drogas ilícitas, de SIDA, de divorcios, de madres adolescentes, de violencia doméstica, de maltrato de menores, de viejos, así como de animales. Un alto por ciento de nuestra población lleva varias generaciones sin trabajar, dependiendo de las ayudas del Estado con el solo objetivo de lo inmediato (baile botella y baraja) sin preocupación por el futuro. Todo esto con la consabida erosión en la autoestima, la dignidad y en la visión del trabajo como medio de superación.  En resumidas cuentas, tenemos un serio problema de insalubridad mental.

Además de lo anterior, por irresponsabilidad de algunos de nuestros gobernantes nos hemos convertido en uno de los países más endeudados del mundo atravesando por la peor quiebra jamás experimentada en nuestra historia. A esto se le añadió la enorme devastación causada por el huracán más violento también en nuestra historia, María empeoró la crisis económica y social a niveles nunca experimentados. Todo esto ha hecho que grandes sectores de nuestro pueblo sientan gran desesperanza y hayan perdido fe en los partidos políticos y en las instituciones de gobierno democrático para revertir esta situación. Las decisiones y acciones que se tomen bajo las presentes circunstancias habrán de tener serias repercusiones para esta y futuras generaciones de nuestros conciudadanos.

La actual situación de Puerto Rico es un caldo de cultivo para las aspiraciones de los populistas de la izquierda que interesan asumir el poder para acabar con las instituciones democráticas y llevarnos hacia un régimen autoritario socialista del siglo 21. Estos populistas le quieren vender al pueblo la ilusión de que, con su agenda de sueños, propuestas utópicas, lenguajes grandilocuentes que apelan a la sensibilidad, a la transparencia gubernamental, a igualdad social y a un mejor futuro, habrán de transformar la isla en un paraíso terrenal de progreso e igualdad.

Por primera vez en muchos años la proporción del producto bruto global (GDP) de las economías democráticas ha descendido, mientras que las de economías de regímenes autoritarios como Singapur, China y Arabia Saudita ha aumentado, comenzando a notarse un descenso en los estándares de vida de regímenes democráticos por lo que un número considerable de ciudadanos ha comenzado a adjudicarle menos importancia a vivir en democracias para tener y mejorar una buena calidad de vida. Mientras dos terceras partes de los norteamericanos de más de 65 años señalan que es absolutamente importante vivir en la democracia, menos de una tercera parte de los de 35 años o menos está de acuerdo con esto. Una creciente minoría se ha manifestado receptiva a las alternativas autoritarias al punto de que en países como Francia, Alemania e Italia se han triplicado los que favorecen gobiernos autoritarios militares. Recientemente tenemos el caso de Brazil donde casi la mitad de su población favorece un régimen autoritario militar.

En recientes encuestas llevadas a cabo en los EEUU en la Universidad de Harvard en 2016 se encontró que el 51% de los jóvenes norteamericanos de 18 – 29 años no apoyan el capitalismo. Otra encuesta realizada por Reason- Rupe encontró que los jóvenes de 18 a 24 años tienen una preferencia por el socialismo por sobre el capitalismo. En el mismo 2016, una encuesta Gallup demostró una preferencia de 55% de los milenials por el socialismo. Se demostró además que solo el 16 % de estos son capaces de definir el socialismo.

Todo lo anterior es aprovechado por los movimientos populistas de izquierda que han emergido en la isla con gran fuerza  con sus propuestas de socialismo del siglo 21. Ese socialismo que actualmente predican no se obtiene mediante la guerra o revolución violenta sino poco a poco, mediante la toma del poder en las instituciones de la sociedad. Lo que Antonio Gramsci llamó la hegemonía cultural.  Gramsci  quien fue un filósofo, marxista, político y periodista Italiano del siglo pasado y uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano, en aquel entonces señaló con mucho acierto: “Toda revolución ha sido precedida por un intenso trabajo de penetración cultural ,es decir, de permeación de nuevas ideas. Hoy un siglo después Pablo Iglesias el líder de Podemos citándolo señala:  el poder de las clases dominantes no se obtiene sólo por la fuerza, sino también con el control del sistema educativo, la religión y los medios. Entendió Gramsci que la cultura es el campo de batalla principal de la lucha política.”

El movimiento estadista, el PNP y los que creemos en la democracia tenemos que tomar en serio la situacion de grandes sectores de nuestra población- particularmente la juventud -por la influencia que bajo las actuales circunstancias las organizaciones sociales como la prensa, la educación, la religión y las artes están ejerciendo sobre estos ya han comenzado a manifestar sus deseos por la alternativa de un régimen autoritario fuerte.

La democracia es un sistema de gobierno que le brinda al ciudadano el derecho a la vida, a la felicidad, a la libertad individual, a la propiedad privada. Es el mejor sistema de gobierno existente, pero es bastante frágil pues está predicado entre otras cosas, en que haya un alto nivel de educación del pueblo para que sepa escoger a quienes le gobiernen. Es un sistema que requiere de conocimiento y disciplina. Cosas que no abundan en nuestra isla. Por todo lo anterior los creemos en el sistema democrático y en la estadidad tenemos que estar alertas y listos para defenderlos así como a los que los apoyamos. El PNP no puede llegar segundo, tiene que llegar primero pero para eso tiene que repensar sus prioridades y ser más estadista que administrador de la colonia.