Mucho cuidado con el populismo de la izquierda local. – Por Dr. José M. Saldaña

image.png21 de junio 2023

Mucho cuidado con el populismo de la izquierda local.

Con el peligroso avance del populismo de la izquierda socialista local nos estamos jugando el sistema democrático de gobierno.

¿Qué es el populismo de izquierda?:

El Populismo de la izquierda es una de las actuales tendencias más dañinas para la democracia liberal. De acuerdo con Mario Vargas Llosa en el libro titulado “El Estallido del Populismo” este es una degeneración de la democracia que puede acabar con ella desde adentro. Es, ante todo, la política irresponsable y demagógica de gobernantes que no vacilan en sacrificar el futuro de una sociedad por un presente efímero.

En el excelente libro de la autoría de Axel Kaiser y Gloria Álvarez ‘best seller” en todo el mundo, El Engaño Populista – que debiera ser lectura para todos los que nos preocupamos por el destino de nuestra isla- estos nos señalan que “políticamente el populismo suele encarnarse en un líder carismático, un redentor que viene a rescatar a los sufrientes y asegurarles un espacio de dignidad en el nuevo paraíso que este creará. Ese líder dice encarnar al pueblo y por lo tanto, quien esté en contra de sus pretensiones estará siempre por definición en contra del pueblo”. Nos dicen también “que un rasgo esencial en la mentalidad populista ha sido siempre -y continúa siendo -culpar de todos los males de la sociedad a otros: a los ricos, a los gringos, al capitalismo o a la CIA.” “En pocas palabras siempre somos víctimas y, por tanto, necesitamos de un salvador que ponga fin a la conspiración conjunta de las oligarquías nacionales y los perversos intereses capitalistas internacionales.” “Esta obsesión por culpar a otros de los propios fracasos sigue estando tan viva como nunca y es una característica decisiva de los movimientos populistas que han llevado a la ruina a países de América Latina.”

En otras palabras, el populismo es la acción demagógica de políticos mesiánicos de ofrecerle al pueblo –“víctima del sistema”- todo lo que este supuestamente ansia, quiere y demanda para su bienestar. Es decirle a cada cual lo que desea escuchar para lograr su bienestar con el objetivo de obtener el poder y la hegemonía política mediante ofertas populares que atraen, gustan y satisfacen a las masas, particularmente las menos educadas. Los sectores socialistas y comunistas han utilizado el populismo  muy efectivamente para hacerse con el poder para desde ahí destruir el sistema capitalista.

De acuerdo con Sebastian Edwards en su excelente libro “Left Behind: Latin America and the False Promise of Populism” el populismo está basado en un discurso que castiga al sector privado, a las compañías extranjeras y a las instituciones multinacionales por todo lo malo que ocurre en el país. Están en contra de la globalización por entender que esta es responsable por los niveles de desigualdad en la sociedad. Los líderes populistas tienen personalidades carismáticas fuertes y operan fuera de los canales de los partidos tradicionales apelando directamente a las masas para obtener su apoyo.

Edwards nos señala además que las experiencias con regímenes populistas socialistas se han caracterizado por ciclos de 4 fases. A saber:
1-En la primera fase ocurre un crecimiento súbito en la economía por la inversión masiva de dinero por parte del gobierno produciéndose un aumento en los salarios y en el empleo. Los controles de precios garantizan que la inflación no será problema. Las políticas aparentan ser exitosas.
2- Durante la segunda fase la economía aparenta haber llegado a un límite de crecimiento. Comienza a haber escasez de productos y comienza a operar el mercado negro y a sentirse inflación. Comienzan  a ocurrir déficits en los bienes y servicios básicos, en los alimentos y la transportación pública a consecuencia de los subsidios gubernamentales.
3- La tercera fase es el preludio del colapso caracterizado por escasez, aceleración en la inflación y la fuga de capital. Se incrementa el déficit presupuestario debido a la reducción en el recobro de las contribuciones y a los altos costos de los subsidios. El gobierno comienza a tratar de contener la inflación reduciendo los subsidios y se desploman los salarios. Comienza a sentirse inestabilidad y a sentirse el deterioro presagiando el desastre.
4-En la fase final los salarios y los ingresos se reducen considerablemente. Se agudiza la fuga de capital y se paraliza la inversión. La inflación y el declive de la economía se hacen evidentes. Para tratar de contener el desastre se comienza un proceso de desmantelar las políticas populistas luego de un cambio por un nuevo gobierno que puede darse por proceso democrático o por emoción violenta.

De acuerdo con el científico político Michael Conniff los programas de gobierno que ofrecen estos populistas en la mayor parte de las veces coinciden con los de los socialistas.

Nos dicen Axel Kaiser y Gloria Álvarez en su libro “El engaño populista”: “Pero hay menos dudas aún de que cada vez que el populista llega al poder para hacer más iguales a todos lo que hace es concentrar el poder en sus manos incrementando la desigualdad y condenando a la población a mayor miseria.” Continúa señalando… “A lo sumo se puede decir que el populismo socialista ha logrado cierta igualdad, pero una igualdad en la miseria.”

Según Winston Churchill el socialismo “es una filosofía de fracaso, el credo de la ignorancia y el evangelio de la envidia, su virtud inherente es el igual compartir de la miseria”.

El Socialismo:

El socialismo es un sistema de organización económico y social, en el cual los medios de producción son del Estado y es el mismo Estado el que los administra. Sus objetivos principales -teóricamente- son la justa repartición de los bienes y una organización racional de la economía. Para ello requiere la eliminación de la propiedad privada y la extinción de las clases sociales. Pretende que todos seamos iguales.

El socialismo es considerado por el marxismo-leninismo como la fase previa al comunismo.

El socialismo del siglo XXI :

Este es  un concepto que desde hace cerca de dos décadas aparece adquiriendo gran difusión mundial al ser inicialmente mencionado en un discurso por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el 30 de enero de 2005, desde el V Foro Social Mundial. El objetivo de estos socialistas, comunistas del siglo XXI es mediante el discurso populista advenir al poder democráticamente, una vez allí, destruir el sistema democrático que los llevó al poder y sustituirlo por la dictadura socialista. Ahí está como ejemplo Venezuela.

De acuerdo con los revolucionarios, socialista y populistas locales nuestros males son producto de nuestra relación con los Estados Unidos, del capitalismo y del neoliberalismo demoníaco, por lo tanto, nuestra salvación sólo puede ser la independencia con el sistema económico y social del socialismo del siglo XXI. Estos populistas locales están muy versados en el discurso populista Chavista, utilizándolo efectivamente para prometer y decirle lo que quieren oír aquellos a los que desea conquistar con el voto para fines políticos- ideológicos. Son oportunistas sin escrúpulos para mentir y hacer alianzas con cualquier grupo o movimientos independientemente de su ideología con tal de obtener el poder para lograr lo que desea. Esto los hace extremadamente peligrosos.

Veamos el listado de propuestas demagógicas, socialistas, populistas que algunos de nuestros políticos socialistas / independentistas hacen para engatusar al pueblo. Estas propuestas van desde desarrollar un plan de  reconstrucción social, económica, ambiental y fiscal; rechazar las políticas de privatización de servicios esenciales y bienes públicos; rechazar a LUMA; colocar la educación, desde grados primarios hasta la universidad como un servicio gratuito esencial del país; promover la educación con perspectiva de género, eliminación  de las leyes de cabotaje; acelerar el rompimiento del dominio histórico de los partidos políticos Nuevo Progresista (PNP) y Popular Democrático (PPD) mediante la creación de una llamada concertación política o candidaturas coaligadas entre el PIP Y Movimiento Victoria Ciudadana; rechazar la Junta de Control Fiscal y sus políticas de austeridad responsable; impulsar el compromiso local con una auditoría de la deuda e impulsar una Asamblea Constitucional de Estatus como el mecanismo para lograr  la independencia o la libre asociación en lugar de un plebiscito. Los populista de izquierda no explican cómo se lograrán estas propuestas, el costo de las mismas ni las consecuencias.

Nuestro sistema de democracia liberal es uno que te garantiza el derecho a la vida, a la libertad individual, a la propiedad privada, al libre acceso al mercado y a la felicidad para que puedas hacer y ser todo lo que tu esfuerzo legítimamente te permita. Este sistema es uno que ha requerido grandes esfuerzos y sacrificios para implantarlo y sostenerlo. Es además bastante frágil pues requiere de una ciudadanía bien informada, capaz de discriminar inteligentemente de lo que se le ofrece por parte de los políticos que pretenden gobernar mediante elecciones libres. Una de las amenazas más grandes que tiene este sistema para continuar siendo viable es el populismo de la izquierda socialista comunista que para vender propuestas y conceptos idealistas, utópicos de igualdad entre todos que parecen hermosos, justos y razonables pero que una vez en el poder para implantarlos requieren de un régimen autoritario dictatorial.  

El sociólogo Allan Wolfe nos señala que «a pesar de todos los éxitos en las sociedades modernas, hay un sentimiento, desesperado en algunos casos, de que no todo está bien, que algo ha ido terriblemente mal. Nosotros, los ciudadanos de la democracia liberal, entendemos y atesoramos nuestras libertades, pero estamos confundidos en cuanto a reconocer las obligaciones que hacen la libertad posible».

“La democracia es el peor de los sistemas a excepción de todos los demás”. Sir Winston Churchill

“El mejor argumento contra la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante promedio. “Sir Winston Churchill

Estas citas lo que señalan es que la democracia es un sistema que tiene grandes virtudes, pero al mismo tiempo tiene grandes debilidades. Por consiguiente, es necesario protegerlo si queremos seguir disfrutando de un sistema de gobierno liberal con garantía de los derechos a la vida, a la libertad, a la propiedad y a la felicidad.

Por las pasadas cinco o seis décadas en Puerto Rico hemos abusado de las ventajas y virtudes de la democracia liberal. Vivimos al presente una seria problemática política, económica y social como nunca en la historia reciente habíamos experimentado. Tenemos una de las tasas más altas de homicidios, de consumo de bebidas alcohólicas, de tráfico de drogas ilícitas, de SIDA, de divorcios, de madres adolescentes, de violencia doméstica, de maltrato de menores y de viejos, así como de animales. Un alto porcentaje de nuestra población lleva varias generaciones sin trabajar, dependiendo de las ayudas del Estado con el solo objetivo de lo inmediato (baile botella y baraja) sin preocupación por el futuro. Todo esto con la consabida erosión en la autoestima, la dignidad y en la visión del trabajo como medio de superación.  En resumidas cuentas, tenemos un serio problema social de insalubridad mental.

Como si todo lo anterior no fuera suficiente, por irresponsabilidad de algunos de nuestros gobernantes nos hemos convertido en uno de los países más endeudados del mundo atravesando por la peor quiebra jamás experimentada en nuestra historia. A esto se le añadió la enorme devastación causada por el huracán más violento en nuestra historia, María, los terremotos del sur y la pandemia del Covid 19, empeorando la crisis económica y social a niveles nunca experimentados. Todo esto ha hecho que grandes sectores de nuestro pueblo sientan gran desesperanza y hayan perdido fe en los partidos políticos y en las instituciones de gobierno democrático para revertir esta situación. Las decisiones y acciones que se tomen bajo las presentes circunstancias habrán de tener serias repercusiones para esta y futuras generaciones de nuestros conciudadanos.

Recientemente leí un artículo publicado por la prestigiosa revista Foreign Affairs escrito por dos profesores Yascha Mounk y Roberto Stefan Foa, titulado “The End of the Democratic Century”. Este articulo estimula al lector a pensar profundamente sobre lo que tenemos y el peligro que corremos al no protegerlo. Señala el mismo que la democracia floreció entre muchos países debido al atractivo del deseo universal por disfrutar de los derechos individuales, colectivos y por el atractivo de la cualidad de autodeterminación productos de la democracia liberal. Pero, además, los ciudadanos de todas partes del mundo se sintieron atraídos no solamente por estos valores y virtudes sino porque también la democracia proveía un modelo económico y geopolítico exitoso. Esto en gran medida logró, en la segunda mitad del siglo 20, convertir a los ciudadanos de antiguos regímenes autoritarios en verdaderos creyentes en la democracia.

 Nos señala además el artículo que mientras las economías de los regímenes democráticos dominaban las economías mundiales de forma apabullante y propiciaban el desarrollo económico y social en muchos países, la democracia liberal ganaba adeptos. Sin embargo, por primera vez en muchos años la proporción del producto bruto global (GDP) de las economías democráticas ha descendido, mientras que las de economías de regímenes autoritarios como Singapur, China y Arabia Saudita ha aumentado, comenzando a notarse un descenso en los estándares de vida de regímenes democráticos por lo que un número considerable de ciudadanos ha comenzado a adjudicar menos importancia a vivir en democracias para tener y mejorar una buena calidad de vida. Mientras dos terceras partes de los norteamericanos de más de 65 años señalan que es absolutamente importante vivir en la democracia, menos de una tercera parte de los de 35 años o menos está de acuerdo con esto. Una creciente minoría se ha manifestado receptivos a las alternativas autoritarias al punto de que en países como Francia, Alemania e Italia se han triplicado los que favorecen gobiernos autoritarios militares. Recientemente tenemos el caso de Brazil donde casi la mitad de su población favorece un régimen autoritario militar.

Ante estas circunstancias estamos viendo como un gran número de nuestros conciudadanos preocupados por nuestra crítica situación económica, fiscal, social y los acontecimientos que señalan gran desconfianza en la capacidad de nuestras instituciones para revertir décadas de deterioro, comienzan a manifestar su deseo por la alternativa de un régimen autoritario fuerte que nos lleve a forjar un pueblo progresista a la altura de los mejores.

Estas circunstancias que vivimos son aprovechadas por los movimientos populistas de la izquierda que han emergido en la isla con gran fuerza y con sus propuestas de socialismo del siglo 21. Antonio Gramsci  quien fuera un filósofomarxistapolítico y periodista Italiano del siglo pasado y uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano,  en aquel entonces señaló con mucho acierto: “Toda revolución ha sido precedida por un intenso trabajo de penetración cultural ,es decir, de permeación de nuevas ideas. Hoy un siglo después Pablo Iglesias el líder de Podemos citándolo señala:  el poder de las clases dominantes no se obtiene solo por la fuerza, sino también con el control del sistema educativo, la religión y los medios. Entendió Gramsci que la cultura es el campo de batalla principal de la lucha política.”

Finalmente cierro con un pensamiento por un profesor escoces de finales del siglo 19 que me enviaran recientemente. Por lo claro y contundente, lo dejo en el idioma original, ingles para evitar que pierda algo en la traducción:

In 1887 Alexander Tyler, a Scottish history professor at the University of Edinburgh, had this to say about the fall of the Athenian Republic some 2,000 years prior: «A democracy is always temporary in nature; it simply cannot exist as a permanent form of government. A democracy will continue to exist up until the time that voters discover that they can vote themselves generous gifts from the public treasury. From that moment on, the majority always votes for the candidates who promise the most benefits from the public treasury, with the result that every democracy will finally collapse over loose fiscal , (which is) always followed by a dictatorship.» 

«The average age of the world’s greatest civilizations from the beginning of history, has been about 200 years. During those 200 years, these nations always progressed through the following sequence: From bondage to spiritual faith; From spiritual faith to great courage; From courage to liberty; From liberty to abundance; From abundance to complacency; From complacency to apathy; From apathy to dependence; From dependence back into bondage.

 «The Obituary follows:

Born 1776, ….Died 2016 

Lo que nos estaremos jugando en las próximas elecciones es nuestro sistema democráticoPiénselo bien…

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