El gobernador Pedro Pierluisi reafirmó ayer que no anticipa enfrentarse a la comisionada res…
En todas las anteriores primar
Con esto, el trabajo de Pierluisi es echado por la borda por las ambiciones personales de Jenniffer, que no le ha reconocido nada y, mucho menos, ha tomado en consideración que la lucha por la igualdad política es una acción colectiva que pudiera verse perjudicada y afectarnos a todos, y que al usar a Luis Ferré de apoyo con la lapidaria frase de, “esto tiene que cambiar”, abre las puertas para que en el futuro se las pronuncien a ella.
Jenniffer vs Pierluisi: la primaria decisiva
Todo parece indicar que, en solo horas, Jenniffer González anunciará su decisión de aspirar a la gobernación del País. Eso la llevaría a una primaria frente al gobernador Pedro Pierluisi.
De convertirse en realidad ese reto, paralelamente, se abrirá en el PNP una carrera incierta por la silla de la comisaría residente. Para esa contienda, ya suenan varios nombres de potenciales aspirantes.
Consigno de entrada que, como buen popular, no me corresponde brindarle consejos al electorado novoprogresista, y mucho menos, expresar preferencias personales sobre dos funcionarios a quienes respeto y distingo, aunque no comparta sus creencias ni ideales.
Lo que pretendo con esta columna, es poner en perspectiva la importancia de un evento electoral de esta envergadura, el cual, de ocurrir, cambiaría dramáticamente el tablero político del País.
El interés de Jenniffer González en la gobernación, no debe sorprender a nadie. Y no debe serlo, porque cualquier persona que haya seguido de cerca la trayectoria de la actual vicepresidenta de la palma, sabe muy bien que ella —poco a poco— se ha ido preparando para dar ese paso.
Para Jenniffer, la consideración a una posible candidatura a la gobernación, debe estar motivada, principalmente, por la clara ventaja que le otorgan las encuestas. Asimismo, tiene presente la inconfundible realidad de que los números que hoy le acompañan, difícilmente los pueda retener de aquí a cinco años.
En otras palabras, es ahora o nunca.
Jenniffer es trabajadora, es efectiva comunicando y las amenazas internas que buscan descarrilarla, solo provocan en ella mayor determinación y desafío. Ella sabe muy bien que los números la favorecen; pero también sabe, que el camino que le espera estará lleno de obstáculos.
El primer escollo que tiene es la desventaja económica. Según los informes de ingresos, el gobernador ha levantado $3 millones y Jenniffer apenas $500 mil; eso representa el 17% del presupuesto del primer ejecutivo.
La amplia ventaja económica de Pierluisi es lo que explica por qué el gobernador anuncia su radicación para el primero de octubre —día en que se abren las candidaturas— porque su evidente estrategia, es iniciar cuanto antes el desangre económico de las arcas de la comisionada.
El segundo problema, será el tímido respaldo que recibirá Jenniffer del liderato electo —alcaldes y legisladores— porque estos funcionarios, como es usual, se esconderán bajo tierra para evitar que sus nombres caigan en la lista de los desertores.
El tercer reto de la campaña de Jenniffer, será la forma en que ella maneje su continua fiscalización contra el gobierno del PNP. Digo esto, porque si bien los temas que ella aborda evidencian que han sido encuestados y es el sentir de la gente, la realidad es que la crítica va dirigida a su compañero de papeleta y a su propio gobierno. Habrá que ver hasta dónde la base del PNP tolere esa estrategia.
Pero además de los números que apoyan esa candidatura, presumo que, en la mente de la comisionada, debe resonar como un tambor el hecho de que, si descarta esa candidatura ahora, la consecuencia será que su futuro político quedará en manos de un incumbente cuyo nivel de aprobación no supera el 30%.
Eso es como escoger entre la horca o la silla eléctrica.
Pedro Pierluisi, en cambio, no es un oponente fácil. A lo largo de su trayectoria, el gobernador ha demostrado ser un político astuto y subestimado.
Su estilo pausado y poco estridente, lo separa de las campañas abrasivas que tanto polarizan; y, esas cualidades, en un país tan fraccionado como el nuestro, pueden rendir frutos.
Lo irónico de la campaña del gobernador, es que lo que se supone sea su clara ventaja (ocupar el cargo de gobernador y el poder gubernamental que eso conlleva) parece ser su gran debilidad.
La inconformidad con LUMA, la lentitud en el manejo de fondos y la actitud de resignación sobre el tema de la violencia, hacen ver al gobernador como alguien totalmente desconectado de la realidad y del dolor de la gente.
Además, Pierluisi no necesita muchos enemigos, porque entre sus propias filas, no existen portavoces efectivos que lo defiendan; y si hablamos de los jefes de agencia, muchos de ellos, lejos de ayudar, son máquinas de perder votos.
Aun así, un gobernante con $40,000 millones sin usar y con todo el aparato del gobierno a su disposición, puede cambiar las encuestas en un abrir y cerrar de ojos.
En fin, ambos candidatos se encuentran en una encrucijada inevitable producto de las circunstancias del destino.
Y si bien el resultado es impredecible, lo que sí podemos anticipar es que, al final del camino, pasará una de dos cosas: o se multiplica la fuerza de la maquinaria azul rumbo a las elecciones o la primaria se convertirá en el germen divisivo e imparable de la derrota.
Jenniffer, ¿Aspira o se retira?
Es mucho mejor preparar y no tener la oportunidad, que tener la oportunidad y no estar preparado. Anónimo
La llegada de la comisionada residente Jenniffer González, a la convención del PNP fue algo que llamó la atención de todos. En su carro, CanAm chilló las gomas al llegar y al irse del hotel donde se celebró la actividad. El vídeo se hizo viral en las redes, y a quien se le ocurrió dio un golpe maestro de publicidad a favor de la posible candidata a la gobernación.
Jenniffer González lleva meses lanzando señales de humo de que aspirará a la gobernación de Puerto Rico. Sin embargo, todavía no ha dado pasos ni pronunciamientos concretos de que retará en primarias al gobernador Pedro Pierluisi. Permanece en un invernadero político donde su proyección ante el pueblo es una evasiva, que puede ser interpretada como una indecisión a aspirar a la gobernación de Puerto Rico.
En su juventud la comisionada residente fue bien militante en las actividades de su partido. Era de las que tomaba el micrófono y hablaba sin miedo a la concurrencia. Estuvo en protestas a favor del PNP en múltiples ocasiones, como aquella de las banderas en la loma frente al Capitolio. Allí, con otros jóvenes, defendió la bandera de los Estados Unidos, frente al atropello de Sila Calderón y los grupos independentistas afines al Partido Popular.
Dándose a conocer de esa manera, fue que logró ganar el escaño que Edison Misla Aldarondo había dejado vacante. Tras cinco años se convirtió en la presidenta de la Cámara de Representantes y en una de las principales líderes del PNP. Fue un ascenso vertiginoso como líder política que, junto a Pedro Pierluisi y Thomas Rivera Schatz, la ha convertido en una de las tres principales figuras de su partido.
Su paso por la presidencia de la Cámara de Representantes estuvo llena de controversias y de críticas. Su mentora y amiga, Zaida “Cucusa” Hernández, en su libro Pasión de Guerrera, la tilda de irresponsable, desleal y de vaga —entre otros epítetos—. Fue una crítica mordaz que le hizo a Jenniffer, aunque luego se dijera que fue por consideraciones contractuales mientras presidió ese cuerpo legislativo.
En cambio, eso no ha sido óbice para que ella no llegara a las más altas cumbres de la política. Se ha destacado con derecho propio y es un ejemplo de que en el PNP —como en otros partidos— hay grupos o esferas de poder que son alimentadas por la base y las ejecutorias del líder. Ella tiene sus seguidores, por supuesto, pero por lo sofisticado del electorado, muchos de sus admiradores podrían ser sus peores detractores en una aspiración a la gobernación.
Jenniffer tiene en su contra la controversia por la propiedad de sus suegros, enclavada dentro de los mangles en el sector La Parguera de Lajas. Las protestas llevadas a cabo, por los ambientalistas, por esa construcción ilegal, no pararán. Seguirán su curso y de ella ser candidata a la gobernación, eso se convertirá en un recodo para sus aspiraciones a la gobernación, como para el PNP. Tal vez olvida que dentro del movimiento estadista hay miles de ambientalistas.
A eso hay que sumarle que dentro de su partido ya hay cuestionamientos de su desempeño a favor de la estadidad. Se suma a la gran cantidad de líderes que mercadean sus candidaturas con el ideal que defendieron José Celso Barbosa, Rafael Martínez Nadal, Miguel Ángel García Méndez, Luis Ferré, Carlos Romero Barceló, Pedro Rosselló, Luis Fortuño, Ricky Rosselló y Pedro Pierluisi.
Por otro lado, líderes que la respaldaban se le han ido. Johnny Méndez y Quiquito Meléndez recientemente la abandonaron y se han declarado neutrales. Kenneth McClintock, un hombre con vasta experiencia en la política, profesor y de los pocos intelectuales que tiene el movimiento estadista, hizo un análisis certero de que aún no tenía un equipo de campaña organizado y que, por ende, la tardanza en anunciar su aspiración a la gobernación giraría en su contra.
La comisionada residente en Washington, Jenniffer González, negó ayer que el cabildero Elías…
Jenniffer ha sido una excelente comisionada residente. Tiene buenas relaciones con los líderes republicanos. Una reelección tiene el efecto de la antigüedad en el Congreso, lo que implica que podría presidir una o varias subcomisiones, que redunda en influencia política, dentro de su propio partido y en el Congreso en general. No sé si aspirará a la gobernación. Pero por lo visto parece que decidirá lo contrario y así tendría, sin impedimento alguno, el camino abierto para 2028.
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