3 de octubre 2023

Cuidado con el voto castigo…

De entrada, debo señalar que los seres humanos en esencia somos una mezcla de un 70 % emoción y un 30 % de razón. En un pueblo que mayoritariamente se caracteriza por leer poco, por poco análisis y mucha emoción, siempre es posible que las elecciones se decidan a base de votos emocionales más que por votos racionales.

Señalé en una columna anterior que no piensen los Novo progresistas que porque el PPD está en condiciones de crisis interna con quienquiera que sea el ganador de la primaria entre Pierluisi y Jennifer habría una fácil victoria del PNP.

Desde hace tiempo vengo insistiendo en que la contienda electoral será del PNP contra una mogolla compuesta por conservadores disgustados con el PNP emigrantes al proyecto Dignidad como el alcalde de San Sebastián Javier Jiménez- posible candidato a la gobernación por ese partido- la mayor parte de los autonomistas, separatistas, socialistas, comunistas y disgustados con los partidos tradicionales moviéndose hacia Victoria Ciudadana. Esa mogolla de disgustados con posibles candidaturas de jóvenes, bien articulados y bien parecidos pueden atraer al voto joven. Ese voto joven que se mantiene callado pero que ha manifestado en muchas ocasiones su disgusto con los políticos y los partidos tradicionales y que se aprestan a emitir un voto de castigo. 

Esa mogolla puede estar tomando fuerza electoralmente como para obtener un triunfo en la gobernación o de no ser así, en el poder legislativo -Cámara y Senado- que divida el poder ejecutivo y legislativo y nos lleve a un estado de imposibilidad de gobernarnos en el próximo cuatrienio. Un cuatrienio que a todas luces se presenta difícil. Esto sería una catástrofe.

Además de lo anterior, se mandaría un mensaje desastroso a los Estados Unidos de que este pueblo no sabe lo que quiere y es ingobernable. Con las repercusiones que eso tendría sobre las posibilidades de lograr la estadidad para la isla. Precisamente ese es el objetivo de la mogolla, detener la estadidad para la isla, aunque el próximo cuatrienio sea un desastre de gobierno compartido.

Al no darse el diálogo entre Pedro Pierluisi y Jennifer González y no llegar a un acuerdo para ir a las elecciones como un binomio por el PNP es ya evidente que habrá una primaria para la candidatura a la gobernación entre ambos. Para evitar una primaria que podría resultar divisiva para

 el PNP es imprescindible que se lleve a cabo AHORA ese diálogo en persona para que la campaña primarista sea una de altura sin ofensas, sin insultos ni violencia. Que esta sea una campaña que luego de la primaria facilite reagrupar vencidos y vencedores para ir unidos a las elecciones. Hasta este momento lo que estamos viendo dista mucho de ser una campaña que concentre en los asuntos importantes y por el contrario se está enfatizando en personalismos. Una división de las huestes estadistas y por consiguiente una derrota o un triunfo pírrico que propicie un ejecutivo de un lado y un legislativo del otro lado sería desastroso para la isla.

No cometan el error de subestimar a los rivales. La percepción de una actitud prepotente puede llevar al voto de castigo. Aquí las personas no son lo más importante. Lo que está en juego es demasiado importante…la estadidad.