“No se tocan para nada las pensiones Cadillac de jueces, alcaldes y otros funcionarios de manera que el sacrificio fuese para todos y no para un solo sector.”

Ante esta situación Fortuño inmediatamente tomó medidas de prudencia fiscal que le llevaron a reducir el déficit heredado y a colocar el Índice de Actividad Económica en  terreno positivo lo que le generó elogios por parte de las casas calificadoras de bonos, señalando  que  la actual administración debía continuar con estas sanas políticas económicas para mejora la economía y la calificación de los bonos. A pesar de este logro todavía la economía está  muy frágil  y requiere continuar con las sanas políticas fiscales establecidas.

Mientras esto ocurría, Alejandro en su campaña -creando falsas expectativas- proponía costosas medidas populistas y  politiqueras cuyas fuentes de pago todavía se desconocen. Luego de haber juramentado continúo haciendo propuestas y promesas que requieren  grandes erogaciones de dinero… que no existe: Tren magnético de Caguas, Juegos Panamericanos, derogación de cuota de la Universidad, aumentos de sueldos y pagos adeudados a la policía, extensión de beneficios de salud y otros a tutilimundi etc.. Toda esa irresponsabilidad fiscal ante inminentes recortes federales, ante advertencias de que los recaudos de ingresos han bajado, de que la mayoría de los municipios y corporaciones públicas están en quiebra, el Banco Gubernamental de Fomento está insolvente y de que todos los economistas responsables  advierten que el panorama económico es uno extremadamente sombrío. No es de extrañarse que Fitch colocase en negativo la clasificación de la deuda de Puerto Rico.

Luego de dos meses en la gobernación, sin haberse reunido personalmente con los directivos de las casas clasificadoras de los bonos del ELA para presentarles un plan concreto, coherente y final para tratar los problemas económicos de la isla- principalmente los del Sistema de Retiro del ELA- Alejandro finalmente devela un plan preliminar para solventar el Sistema de Retiro del ELA y precipitadamente lo envía con emisarios a los bonistas.

Entre otras medidas propone, reducir los beneficios a futuros retirados, aumentar la edad de retiro a 65 y a 67 años y para los bomberos y policías a los 58 años, cambios en los beneficios de las leyes especiales, reducción en la aportación al plan médico, en el bono de Navidad, eliminación del de verano y aumento en la aportación del empleado de 8.2% a 10%.

No se tocan para nada las pensiones Cadillac de jueces, alcaldes y otros funcionarios de manera que el sacrificio fuese para todos y no para un solo sector.

Habrá que ver cómo quedarán estas medidas cuando finalmente pasen  por el proceso legislativo -donde hay oposición- y si serán aprobadas y a tiempo para detener finalmente una degradación de bonos.

El plan da al traste con  las promesas demagógicas que Alejandro le hizo a los pensionados en octubre de 2012:

Mantener los beneficios adquiridos,  bono de medicamentos, de navidad y de verano. Cumplir con el aumento de 3% trienal en las pensiones. Aumentar el beneficio para gastos de funeral de $1,000  a $1,500.

¡Agárrense que vienen vientos huracanados!