Por esa razón es preciso hacer un esfuerzo de divulgar gradualmente el informe a la ciudadanía para que sean los mismos ciudadanos que lleguen a sus propias conclusiones. Ya que la única parte del informe que ha sido traducido al español lo es la síntesis de dos paginas que aparece al principio del mismo, me he tomado la libertad de traducir algunas partes pertinentes.
En la paginas 8 y 9, el informe señala: “La más reciente contracción económica que ha experimentado Puerto Rico ha sido más prolongada y extrema que la de los Estados Unidos continental. Específicamente, la economía de Estados Unidos cayó en una recesión en diciembre del 2007, que terminó en junio del 2009, de acuerdo al Buro de Ciclos Económicos e Investigación Económica Nacional. En contraste, la recesión económica de Puerto Rico comenzó en el cuarto trimestre del año fiscal 2006 (abril-mayo-junio) y la economía se ha contraído todos los años fiscales del 2007 al 2011. Luego de un crecimiento de 0.1 porciento en el año fiscal 2012, se proyecta que la economía se contrajo por 0.4 porciento en el año fiscal 2013. Asimismo, los niveles de ingreso y empleo en Puerto Rico han sido menores que en los estados. Por ejemplo, en el 2011 Puerto Rico tuvo 1) un porciento mayor de su población con niveles de ingreso por debajo de la línea de pobreza federal (45.6 porciento), 2) mayor desempleo, y 3) menor tasa de participación laboral.”
En la página 12 indica: “Recientemente, el gobierno de Puerto Rico ha confrontado varios retos fiscales, incluyendo un desbalance entre los recaudos del fondo general y sus gastos…En febrero del 2014 , los bonos de obligación general del gobierno de Puerto Rico fueron degradados a grado especulativo – de no-inversión—por tres agencias acreditadoras.” En la página 29 precisa : “La estadidad puede resultar en cambios económicos y fiscales dinámicos para Puerto Rico, cambios que pueden impactar los niveles de gastos federales en Puerto Rico, y los recaudos colectados de los residentes y las corporaciones en Puerto Rico”.
En la página 30, abunda: “También en el corto plazo, el aumento en las transferencias federales –como a través de los beneficios del Seguro Social Suplementario (SSI), al que los residentes de Puerto Rico serían elegibles bajo la Estadidad—puede estimular la economía de Puerto Rico…En términos de la actividad económica, una posibilidad es que la Estadidad puede aumentar la visibilidad de Puerto Rico como lugar para que establezcan sus operaciones los productores de los Estados Unidos. Asimismo, la estadidad puede eliminar cualquier riesgo asociado con el incierto estatus político de Puerto Rico y cualquier fuerza disuasoria a la inversión empresarial.” (Continuará)
EL VOCERO/Arhivo
En mi última columna me di a la tarea de traducir al español fragmentos del recién emitido informe del General Accounting Office (GAO) sobre los efectos fiscales y económicos de la Estadidad para Puerto Rico, en aras de que sea el propio ciudadano que llegue a sus propias conclusiones. En esta columna continuaré con dicho esfuerzo.
En la página 29, el informe señala: “Como señalamos previamente, la economía de Puerto Rico se encuentra en un recesión desde el 2006. Así también, la tasa de desempleo de Puerto Rico ha sido relativamente alta y su tasa de participación laboral ha sido relativamente baja, en comparación con las de los estados.”
En la página 30, el informe continua: “De acuerdo al Banco de la Reserva Federal de Nueva York, los pagos de transferencias a las personas equivalen aproximadamente al 40 por ciento del ingreso personal, más del doble que en los estados…Del 2002 al 2012, la población de Puerto Rico se redujo por cerca de 5 por ciento, basado en estimados del Buro del Censo de los Estados Unidos.”
Aunque ello no sea el objetivo del informe, en el mismo se describe y documenta el desastre social y económico de nuestra actual condición territorial en comparación con los estados. Es decir , el gueto , la depresión económica, la insolvencia fiscal del Estado local y la degradación de nuestra deuda a chatarra que los anti-estadistas pronostican que va suceder bajo la Estadidad, el informe del GAO documenta que ya se dan bajo la colonia.
En la página 2 de los Highligths, se indica: “…de acuerdo a expertos en política contributiva del Departamento del Tesoro y del Comité Conjunto en tributación, cambios en los requisitos federales en tributación sobre ingresos bajo la Estadidad probablemente motiven a algunas corporaciones que derivan porciones sustanciales de sus ingresos de activos intangibles ( y por ende movibles) a relocalizarse de Puerto Rico a lugares con menores tasas impositivas en el extranjero. El alcance o nivel de relocalización de dichas corporaciones es desconocido.”
Sobre dicha posibilidad, es pertinente señalar que dichas relocalizaciones de corporaciones, principalmente de empresas farmacéuticas ya se están dando bajo el ELA, por la expiración de patentes de medicamentos, los altos costos energéticos y el deterioro de nuestra infraestructura. Aquellas empresas que han realizado sustanciales inversiones en planta, equipo y capital humano y se mantienen rentables a pesar de los señalados agravantes, con toda probabilidad mantendrán sus operaciones en Puerto Rico a pesar de tener una mayor responsabilidad contributiva bajo la Estadidad.
En la página 31, se plantea: “Como resultado de la Estadidad, cambios en los gastos y recaudos del gobierno de Puerto Rico pueden afectar los esfuerzos del gobierno para mantener un presupuesto balanceado…Por ejemplo, las tasas impositivas para individuos y corporaciones en Puerto Rico son relativamente altas en comparación con las de los estados. Si el gobierno de Puerto Rico desearía mantener cargas impositivas para individuos y corporaciones similares a las actuales bajo la Estadidad, necesitaría reducir sus tasas impositivas, lo cual podría reducir sus recaudos.”
Sin embargo, en la misma página abunda: “En el lado de los gastos, un aumento en el gasto federal, puede permitirle a Puerto Rico reducir sus gastos. Por ejemplo, hemos estimado que si Puerto Rico hubiera sido un estado en el 2011, el aumento en el gasto federal en Medicaid de $415 millones a $1.4 billones seria acompañado por una reducción del gasto de Puerto Rico en Medicaid de entre $152 millones a $358 millones.” Si a ello se añade el efecto dinámico que la mayor seguridad jurídica y estabilidad que la Estadidad va a representar para potenciales nuevos empresarios e inversionistas, el resultante vigoroso crecimiento económico se traducirá en mayores recaudos estatales con todo y las menores tasas impositivas.
Lo último en esa desesperada ofensiva mediática lo ha sido un anuncio a página entera en los principales periódicos locales pagado por el Partido Popular Democrático en el que se alega falsamente que: “Todo individuo con ingreso de $9,750 o más”, tendrá que pagar impuestos federales bajo la Estadidad. Para ello hacen referencia a la página 101 del Informe del GAO. A continuación traduzco al español lo que dice el GAO en la página 101 al respecto: “Generalmente, para cada status de radicación, el nivel mínimo para reportar el ingreso bruto es mayor para individuos de 65 años o más. Por ejemplo, para individuos solteros en el 2012, el nivel mínimo para reportar sus ingresos era de $9,750, para aquellos individuos menores de 65 años y $11,200 para aquellos de 65 años o más”.
No es lo mismo tener la obligación legal de radicar planilla o reportar sus ingresos brutos que tener que pagar impuestos sobre dichos ingresos. Actualmente bajo el ELA territorial, todo individuo que genere un ingreso bruto de $5,000 o más, tienen la obligación legal de radicar planilla y reportar sus ingresos al Departamento de Hacienda, pero solo aquellos que ganan sobre $20,000 dependiendo de sus deducciones y créditos contributivos terminaran pagando impuestos estatales sobre sus ingresos. De forma que, ¡el PPD miente descaradamente!
Por otro lado, la realidad es que alrededor del 70 por ciento de los residentes de Puerto Rico, luego de restar todas las deducciones (incluyendo lo que pagó de impuestos estatales) y créditos (tales como el Earned Income Credit, el Child Dependent Credit y el American Opportunity Tax Credit), terminarán no pagando impuestos federales y muchos recibirán un pago máximo de entre $5,891 y $6,891 los individuos solteros, mientras las familias de 2 personas o más un pago máximo de entre $7,891 y $10,891 del Tesoro federal bajo la Estadidad. Así también, el 90 por ciento de los contribuyentes terminarán pagando menos impuestos bajo la estadidad (incluyendo impuestos estatales, federales y de venta) que lo que pagan hoy meramente de impuestos estatales y de venta.
Lo anterior, se explica por el hecho de que aquellas corporaciones exentas que según el GAO enviaron alrededor de $30,000 millones de sus ganancias al exterior en el 2011, contribuyeron muy poco o nada al fisco local y federal, sobrecargando a las corporaciones y empresas locales no exentas, como a los individuos con altas tasas impositivas sobre ingresos e impuestos de venta estatales. Pues a la luz de la falta de paridad en las asignaciones federales que sufrimos bajo el ELA territorial, el gobierno estatal tiene que asumir la responsabilidad de proveer aquellos servicios de salud, educación, seguridad pública e infraestructura que no asume plenamente el gobierno federal para los territorios. Estos privilegios contributivos de los ricos y poderosos a expensas de todos los demás, es lo que defienden los que quieren mantener el “status quo” colonial.
El no solucionar el status de la Isla impide resolver problemas económicos
(Redacción)- El exsecretario de Estado, Kenneth McClintock, quien se estrena como cabildero de un grupo pro estadidad en Washington dijo “En Caliente con la Jovet” que la falta de solución al problema del estatus de la Isla abona a que no se puedan resolver de forma mas rápida los problemas económicos de Puerto Rico.
“Al mismo tiempo, el Grupo de Trabajo reconoce que la cuestión del estatus y la economía están estrechamente vinculadas. Muchos participantes en los foros realizados por el Grupo de Trabajo plantearon que la incertidumbre sobre el estatus está frenando a Puerto Rico en materia económica.” (Informe Del Grupo de Trabajo del Presidente Sobre El Estatus de Puerto Rico, marzo 2011, p. 36)
Nuestra actual condición política como territorio no incorporado de los Estados Unidos, al ser un status político temporero, que prefigura una definición política futura incierta hacia la plena incorporación o hacia la separación política, implica una gran incertidumbre para los potenciales inversionistas y empresarios sobre cual será el marco jurídico regulatorio que ampare en el futuro las inversiones de capital de todo tipo y sus correspondientes derechos de propiedad: la actual Constitución y leyes del Estado Libre Asociado, la futura Constitución y leyes de un nuevo estado de la Unión en conjunto con la Constitución y las leyes de los Estados Unidos o las leyes y Constitución de una futura república que conlleve más o menos protecciones a sus activos e inversiones.
Dicha incertidumbre sobre nuestro futuro político ha conllevado que muchos inversionistas y empresarios opten por no invertir en Puerto Rico por el alto riesgo que representa invertir en un territorio no incorporado cuyo futuro político es incierto. Además, en muchas partes del mundo (incluyendo partes de los Estados Unidos) o no conocen a Puerto Rico, o nos perciben como un país latinoamericano en el Caribe con una relación política ambigua con los Estados Unidos, con implicaciones ambivalentes respecto al comercio y las inversiones.
Es por ello que el Grupo de Trabajo de Casa Blanca sobre el Status Político de Puerto Rico en su informe de marzo de 2011 concluyera:
“…la identificación de la manera más eficaz de contribuir a la economía de Puerto Rico depende de la resolución de la fundamental cuestión del estatus. En resumen, el bienestar económico a largo plazo de Puerto Rico mejoraría considerablemente con una pronta decisión sobre el asunto del estatus.” (Informe Del Grupo de Trabajo del Presidente Sobre El Estatus de Puerto Rico, marzo 2011, p. 36)
Algo que reconoce el GAO en su informe en la página 30 cuando señala: “Asimismo, la estadidad puede eliminar cualquier riesgo asociado con el incierto estatus político de Puerto Rico y cualquier fuerza disuasoria a la inversión empresarial”.
Si tenemos en cuenta que la admisión de un estado a la Unión Americana es un evento excepcional que se da de 1 a 2 veces por siglo como mucho, tan pronto Puerto Rico sea admitido como estado los ojos del resto de la nación y del mundo se postrarán sobre Puerto Rico. Y la seguridad jurídica que provee la Constitución federal a la inversión y la propiedad privada, servirá de imán para atraer las inversiones de capital del resto del mundo y de la nación a Puerto Rico, así como a reavivar las iniciativas empresariales locales. Ello también lo reconoce el GAO en su informe en la página 30 cuando afirma:
“En términos de la actividad económica, una posibilidad es que la estadidad puede aumentar la visibilidad de Puerto Rico como lugar para que establezcan sus operaciones los productores de los Estados Unidos.”
Esto es lo que explica el bombardeo mediático defensivo y desesperado del PPD al respecto en el pasado mes.
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