«Durante los pasados años, ante la ausencia de candidatos con la preparación requerida el DE ha recurrido al «procedimiento especial por urgencia» para reclutar como facilitadores escolares de distrito y directores escolares a personas que no tenían la certificación como tales. En muchos casos, el estado subvencionó los estudios universitarios de estos funcionarios, que luego obtuvieron su certificación; algunos han ocupado sus puestos, en carácter de «transitorios» durante años», expresó la senadora independentista.
El 26 de marzo de 2014, se emitió una directriz, indicando que los nombramientos transitorios de facilitadores docentes de los distritos escolares y los de directores reclutados por el procedimiento especial de emergencia, no serían prorrogados. Los que interesaran conservar sus puestos irían al proceso ordinario de reclutamiento, «a fin de reclutar el personal idóneo para el servicio público».
El 7 de abril, se enmendó la Carta Circular que regula la selección de directores de escuela, para «reconocer la excelente labor, el compromiso, el esfuerzo y la dedicación de algunos funcionarios», prorrogando los nombramientos de aquellos reclutados mediante procedimiento especial «que estén matriculados en un programa de estudios universitario dirigido a la obtención de certificado regular de maestros en la especialidad de director de escuelas K-12…».
«Así, retendrán sus puestos los directores que aún no tienen las credenciales académicas para ocupar su posición, pero se irán los directores y facilitadores que ya están certificados, para competir en el proceso regular. Esta determinación aumenta las suspicacias sobre la motivación de las medidas tomadas en el Departamento. Desplazar a empleados que ya tienen su preparación, pero retener a los que están en vías de obtenerla, no parece obedecer a principios de austeridad o a criterios educativos. Más bien, luce como una estrategia para privilegiar nombramientos recientes. Los procesos seguidos para dirigir la educación pública deben estar sujetos a un escrutinio severo, de tal forma que el país pueda confiar en los criterios que los rigen», concluyó.
Pone en duda decisiones del DE sobre directores escolares
La senadora María de Lourdes Santiago cuestionó las nuevas directrices del Departamento de Educación
Por ELNUEVODIA.COM
Para la senadora independentista María de Lourdes Santiago, está muy extraño que el Departamento de Educación saque a directores escolares que ya están certificados, pero cuyos nombramientos son transitorios, mientras da tiempo adicional a quienes aún toman los cursos para obtener la certificación de dirección escolar.
Según denunció en comunicado de prensa, el DE ha reclutado a personas sin certificación a puestos de facilitadores de distrito y directores como medida especial para atender la falta de candidatos debidamente preparados.
“En muchos casos, el estado subvencionó los estudios universitarios de estos funcionarios, que luego obtuvieron su certificación; algunos han ocupado sus puestos, en carácter de «transitorios» durante años», expresó la portavoz del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en el Senado.
Sin embargo, el pasado 26 de marzo, el DE emitió la directriz de no extender los nombramientos bajo ese procedimiento de emergencia. En caso de querer mantenerse en sus puestos, tendrían que pasar por el proceso ordinario de reclutamiento, según la comunicación citada por la legisladora.
Luego, la Carta Circular que regula la selección de directores se enmendó el 7 de abril para extender el nombramiento y reconocer el “esfuerzo” de funcionarios que están matriculados en estudios universitarios “dirigidos a la obtención de certificado regular de maestros en la especialidad de director de escuelas K-12″.
Tales movidas hacen que directores sin credenciales académicas retengan sus puestos, mientras que otros ya certificados tengan que competir por las plazas que hace tiempo ocupan, denunció Santiago.
“Desplazar a empleados que ya tienen su preparación, pero retener a los que están en vías de obtenerla, no parece obedecer a principios de austeridad o a criterios educativos. Más bien, luce como una estrategia para privilegiar nombramientos recientes. Los procesos seguidos para dirigir la educación pública deben estar sujetos a un escrutinio severo, de tal forma que el país pueda confiar en los criterios que los rigen», concluyó la senadora.
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