El domingo pasado (30 de noviembre) fuimos testigos de un acto nunca antes visto por parte de un gobernador. En un mensaje televisado a todo el pueblo, Alejandro García Padilla señaló que al día siguiente (lunes) la transportación pública funcionaría normalmente pues ya no sería necesario detenerla como había amenazado hacerlo si no se aprobaba ese día el arbitrio de $15.50 al petróleo. Eso sería así pues ya él contaba con los tres votos necesarios de los llamados ‘disidentes’ Luis Raul Torres, Carlos Vargas Ferrer y el del independentista/popular, Manuel Natal …embuste.
Luego de hacer este anuncio, el gobernador inmediatamente fue desmentido por estos correligionarios quienes señalaron que esto no era cierto y que ellos seguían en la misma posición de oponerse al arbitrio.
Estos legisladores pusieron en evidencia como embustero al gobernador y dejaron ver cuál era la verdadera razón para echar a caminar la transportación pública que días antes el mismo gobernador había ordenado paralizar por supuesta falta de dinero para pagar la nómina…embuste. La verdadera razón para echar a andar la transportación pública fue que el gobernador -en otra de sus inmaduras e impulsivas reacciones- no había contado con que paralizar la transportación publica conllevaría multas y restitución millonaria de fondos federales. Esto se lo dejaron saber los federales y AGP tuvo que frenar la directriz y buscar una excusa para no detener la transportación pública. Para esto recurrió a la mentira de que ya contaba con los votos necesarios para aprobar la crudita.
De todos modos – el pasado martes- los disidentes Torres y Vargas Ferrer, después de muchos pujos de hombres cabales, doblaron las rodillas dejando saber de qué material están hechos y cediendo a presiones, votaron en la Cámara a favor de la crudita. Esto a pesar de la advertencia de Hector Ferrer de que si aprobaban la crudita el PPD se encaminaba a coger ‘la pela que se le perdió a Magollo’. De igual manera ocurrió al día siguiente en el Senado, aprobándose una crudita basada en que esta sería parte de una reforma contributiva que nadie conoce su contenido.
Pero aparentemente el único mentiroso compulsivo no es el gobernador. La alcaldesa Yulín quien pública y enérgicamente había manifestado a los cuatro vientos su oposición a la aprobación de la crudita -por cuestión de principios- quedó desmentida por el gobernador quien el pasado jueves, públicamente le manifestó a esta su agradecimiento por su gestión tras bastidores para conseguir la aprobación de los legisladores a la crudita y obtener sus votos. Resulta que supuestamente la alcaldesa por conseguir apoyo económico para el Caño de Martín Peña, por debajo de la mesa apoyó la crudita contrario a lo que había manifestado a los cuatro vientos para congraciarse con el resto del país. El gobernador decidió que él no iba a ser el único con la reputación de embustero y tiro al medio a la Yulín. ‘Misery likes Company’.
La alcaldesa en conferencia de prensa inmediatamente ripostó que el gobernador mentía al hacer esos señalamientos porque ella no abogó a favor de aprobar el proyecto. Como supuesta evidencia de ello Yulín mostró un mensaje de texto que le enviara AGP que decía: “Lamento muchísimo tus gestiones y expresiones en mi contra”.
En la misma conferencia de prensa Yulín trajo a relucir un mensaje amoroso -por celular- que era para su esposo pero por equivocación se lo envió al gobernador. ¿Por qué traer eso a colación? La única explicación es que ella desconfía totalmente del gobernador como para pensar que este utilizaría ese mensaje para desprestigiarla en algún momento y por ello lo hizo público como medida preventiva.
Esa conferencia de prensa constituye una declaración de guerra entre dos embusteros. Dios los cría y ellos se juntan. La mentira es política pública de esta administración.
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