El ELA es la colonia más antigua y más poblada del mundo. Como colonia, el ELA también es el último en la fila cuando se reparten los fondos federales en la capital federal, pero el primero cuando se hacen recortes. En la historia de la humanidad todas las colonias han significado lo mismo: menos derechos políticos, menos participación económica, discrimen y desigualdad. Eso es lo que realmente significa ser un territorio colonial. Eso es el ELA.
En estos días, muchos puertorriqueños están observando, con la curiosidad que provoca estar en un zoológico de animales raros, a defensores tradicionales del ELA y del colonialismo. Esos conocidos estadolibristas se están rasgando las vestiduras porque el gobierno federal ha dispuesto recortes de 11% en los fondos federales de Medicare y Medicaid; mientras en los estados de la Unión se disponen aumentos de fondos de hasta 3%. Gritan ¡Discrimen!
¿Ahora fue que se dieron cuenta del discrimen que significa la colonia estadolibrista? La verdad es que desde siempre ha habido ese discrimen en Medicare, en Medicaid y en muchos otros programas federales. Los estadistas siempre hemos hecho esa denuncia. Recibimos casi $20 mil millones anuales menos en fondos federales que los que recibe cualquier estado de la Unión con una población y nivel de pobreza comparables a Puerto Rico. Por eso defendemos la estadidad; porque sabemos que la única manera en que un ciudadano americano no puede ser discriminado es cuando reside en un estado de la Unión donde se comparten los poderes, responsabilidades y beneficios en igualdad de condiciones con todos los estados.
Desde hace décadas, los ciudadanos americanos de Puerto Rico han pagado al Internal Revenue Service (IRS) las mismas contribuciones del Seguro Social-Medicare que los ciudadanos de los demás estados. Los ciudadanos de la colonia, sin embargo, siempre han recibido la mitad de los beneficios que ese programa de salud reconoce a los envejecientes y pensionados en todos los estados de la Unión.
Veamos, por su parte, la situación del programa Medicaid. Como colonia, Puerto Rico solamente recibe $1,100 millones anuales de este programa federal. Con esa asignación colonial, se sostienen la mitad de los servicios de ASES y de la Tarjeta de Salud. En los estados de la Unión, donde no hay desigualdad colonial ni el estadolibrismo nacionalista, la situación es totalmente distinta. Por ejemplo, estados con poblaciones similares a Puerto Rico reciben mucho más. Connecticut recibe más de $3,400 millones anuales en fondos federales de Medicaid y Oklahoma $2,400 millones. Debo anotar un dato importantísimo. En esos dos estados, el nivel de pobreza y necesidad es tres veces menor que en el ELA. Por lo tanto, cuando Puerto Rico haga su entrada como estado de la Unión, en vez de $1,100 millones anuales de Medicaid, podría estar recibiendo entre $3,600 y $4,200 millones anuales. Esa enorme cantidad de dinero, además de fortalecer y ampliar los servicios de salud a niveles jamás imaginados, también ayudaría a crear una enorme industria médica con miles de empleos bien pagados. A partir de entonces nuestros médicos, enfermeras(os) y profesionales de la salud no tendrían que abandonar la Isla para ganarse las habichuelas.
En Washington DC admiten que los ciudadanos de Puerto Rico pagan los mismos impuestos del Seguro Social-Medicare por menos servicios que en los estados, pero también alegan que aquí se reciben fondos Medicaid y de muchos otros programas federales sin que los ciudadanos acaudalados y las empresas ricas de Puerto Rico paguen impuestos federales como lo hacen en los estados. Recordemos que el mal llamado “pacto” que los estadolibristas hicieron con Washington DC en 1952, reconocía que el Congreso federal podría discriminar contra Puerto Rico por ser una colonia sujeta a la Cláusula Territorial de la Constitución federal. Tremendo engaño. Ahora estamos pagando las consecuencias de un ELA al que se le acabó el “fiao” para tratar de compensar los fondos federales que no recibe por ser una colonia. Ahora también el régimen colonialista del PPD le impone a este pueblo las tasas contributivas y tarifarias más altas de los Estados Unidos para tratar de sostener a la colonia a palo limpio. Pagamos mucho más por mucho menos. Eso es el ELA.
Claro que todo esto es un discrimen, pero ese es el discrimen al que se han sometido voluntariamente y durante décadas aquellos que defendieron el colonialismo estadolibrista. Los que argumentan que ser puertorriqueño y ciudadano americano en igualdad de condiciones con la estadidad no son compatibles.
Debemos entender que para cualquier congresista o burócrata en Washington DC, la única manera en que un ciudadano americano puede disfrutar la igualdad de derechos y beneficios es con la estadidad. Esa igualdad, por supuesto, también implica responsabilidades para cada quien y en su justa proporción.
El gobierno federal podrá revisar este asunto y hasta asignar un poco más. Ojalá sea así, pues después de todo, las necesidades médicas de nuestra gente son impostergables. Mientras seamos una colonia, sin embargo, este discrimen y muchos otros continuarán. Eso es lo que debemos entender. La verdadera culpa de esta crisis es de este sistema colonial y quienes lo sostienen aquí y en la capital federal. Esos son los verdaderos culpables. Es a esos a quienes este pueblo debe derrotar y reclamar con sus votos. Sacar del poder a los colonialistas de aquí y enfrentarse con los colonialistas de Washington DC con votos y militancia por la igualdad y la estadidad.
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