UPR-Est-Izq
– 2-17-16
El pasado mes de diciembre el presidente de la UPR, Uroyoán Walker, centralizó en la Presidencia el presupuesto de todas las unidades de la institución. Esta acción la tomó en vista de que el Departamento de Hacienda (DH) no le había hecho llegar la remesa de los ingresos del fondo general destinados a la Universidad. Ante esa situación solamente habría recursos para pagar la nómina institucional. Inicialmente esa determinación tendría vigencia hasta el 16 de enero del 2016. La semana pasada sin embargo, esta se extendió en forma indefinida hasta nuevo aviso ya que el DH continúa sin hacer llegar las remesas que al presente suman alrededor de $100 millones y se augura que ante la actual quiebra del gobierno estas están en veremos.
En reunión que recientemente sostuvo con la Junta de Gobierno de la UPR (JG), Walker expresó que hay un plan para promover mayores eficiencias operacionales, para generar ahorros mediante la implantación de sistemas de información para atender asuntos estudiantiles, financieros y de recursos humanos… pero no precisó cómo ni ofreció proyecciones al respecto. Walker aguarda porque el comité de propuestas fiscales, creado para auscultar alternativas a la crisis entre los 11 recintos, rinda en marzo su primer borrador del informe.
Entre las alternativas para solventar la crisis financiera, Walker no contempla un aumento en el costo de la matrícula para el año académico que inicia en agosto. Esa es la posición que él ha presentado ante la JG y que ha hecho pública en varias instancias. Sin embargo, la Junta es quien tiene la última palabra sobre ese asunto. La aparente estrategia es posponer un aumento en matrícula para el 2017 cuando posiblemente haya una nueva administración gubernamental.
En medio de toda esta situación, surge en EL VOCERO la información sobre un estudio encomendado a la “Association of Governing Boards of Universities and Colleges” que propone cambios estructurales que a prima facie sugieren un regreso a la extinta Administración de Colegios Regionales y que aparenta no tener el potencial de producir las economías necesarias para conjurar la crisis que arropa la institución. En una próxima ocasión analizaremos este estudio.
Ante esta debacle institucional y la realidad de que todos en Puerto Rico hemos empobrecido, al matrimonio Walker le fluye el dinero. Entre ambos cónyuges ahora tienen ingresos de más de $250,000.00 anuales. Nada menos que el secretario de Hacienda- que dice que estamos en quiebra y que por consiguiente no le paga a nadie – nombró a la esposa del presidente a un puesto de confianza en el DH como ayudante especial del secretario con un salario y compensación que suman $139 mil anuales, o sea, más de $11,000 mensuales. Para los amigos del alma hay dinero.
Walker ha expresado que se mantiene en comunicación constante con el DH y el Banco Gubernamental de Fomento GF para estar al tanto sobre el flujo de las transferencias y el monto de estas, y dijo que llegó a un acuerdo verbal con ambas entidades mediante el cual la UPR recibiría cerca de $18 millones semanales por concepto de las remesas.
Hasta ahora esto no ha ocurrido y hay que preguntarse… ¿Qué pasará si el DH no le hace las remesas prometidas a la Universidad? ¿Exigirá y demandará Walker al DH en el que su esposa es una de las más altas ejecutivas y ayudante de confianza del secretario? Aquí hay un serio conflicto de intereses de Walker.
Por otra parte, se ha señalado que Walker tiene programado tomarle prestado al Sistema de Retiro de la UPR $100 millones para reemplazar los $70 millones que él arbitrariamente depositó en el BGF y de los cuales quedan sólo $2 millones disponibles. Ahora, la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios, muy respetuosamente -contrario a la forma de expresarse ante la administración anterior- le solicita al presidente que si en efecto ocurrió este depósito, que explique si él habrá de solicitarle a la JG autorización para tomar prestado $100 millones al Sistema de Retiro de la UPR, para cubrir gastos que no son del Sistema de Retiro.
Mientras tanto el Consejo General de Estudiantes del RRP pide que se reduzca en un 25 % la nómina de puestos de confianza en la Presidencia y esos dineros se distribuyan para la docencia, y los del RUM unánimemente le piden la renuncia a Walker.
La UPR tiene ante sí decisiones difíciles y antipáticas que la presente administración no quiere identificar ni tomar en estos momentos. Eventualmente tendrá que hacerlo, pero la estrategia es implantarlas en el 2017 y que sea otra administración la que tenga que lidiar con los revoltosos que ya se están preparando y atrincherando para recibirlas.
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