LA HONESTIDAD EN EL GOBIERNO

LA HONESTIDAD EN EL GOBIERNO

Nada hay más destructivo en la política y en el gobierno que la deshonestidad, el favoritismo, los amiguismos, o el nepotismo, porque destruye la fe del electorado en sus líderes e instituciones, desarticula, interrumpe, destruye los sistemas y procedimientos, beneficia a unos pocos en perjuicio de muchos.

Se dice, «Toda persona es honrada hasta el momento en que piense que pueda actuar ilegal o inmoralmente sin que lo sepan otras personas». Aquel que actúe deshonestamente o inmoralmente, tarde o temprano será de conocimiento público.

Al funcionario público lo tratarán de comprar con halagos, regalos y con dinero. Un anterior funcionario decía que a él lo trataban de comprar, y que él como todo el mundo, tenía su precio: cuando alguien se acerque a mi precio, renunciaré antes de dejarme comprar».

El que lo compra, lo vende, esto es cierto, porque el funcionario que se deja comprar una vez, lo seguirá comprando, y el día en que no pueda complacer al comprador de esos favores, se lo denunciaré a todo el mundo.

El funcionario público debe actuar pensando en que todo lo que haga y diga, lo sabrá todo el mundo. Nada se puede esconder, tarde o temprano se sabrá, porque se actúa como en una vitrina.

El que lo solicite que actúe ilegalmente, no es amigo, no lo quiere bien, al contrario, quiere hacerle daño. El que lo solicite actuar incorrectamente: no merece lo consideración y si lo repudio.

En fin, todo funcionario público, debe de ser ejemplo a la sociedad, preservar la dignidad de su cargo y actuar siempre honestamente. La deshonestidad en el gobierno es lo más repulsivo, porque el dinero del pueblo es sagrado: ser deshonesto con los fondos públicos es como robarle a un anciano, ciego o mendigo.

El funcionario público no solo tiene que ser honrado, sino también velar porque sus actuaciones demuestren que es honrado. Velar porque sus subordinados lo sean, ya que de no serlo, el Funcionario será el responsable.

Las mujeres son el 53% de los electores, y los jóvenes un gran por cierto. Se deben estudiar y analizar las estadísticas electorales con sumo detenimiento para ajustar la campaña a las expectativas del electorado. Una Administración puede satisfacer el 90% de las necesidades básicas, pero solo un 20% ó 30% de sus aspiraciones, por lo que es necesaria la política para satisfacer al electorado. Por eso tan necesaria es la campaña positiva como la negativa. Siempre anticipando al adversario y controlando la agenda de la campaña. A la ofensiva pero guardando la defensiva. Por lo que debe haber dos o tres equipos distintos de estrategia y campaña trabajando coordinadamente. También es importante la campaña por sectores de intereses especiales, comités de trabajo para cada grupo o sector, porque la campaña más efectiva y económica es de persona a persona. Por cada poster colocar dos, por cada tertulia organizar dos o tres.